Peso Pluma
Vino para participar de Bailando, acompañado por su esposa, Lakiha Spicer, sus hijos más pequeños y su suegra. Alejado del boxeo y los escándalos, ahora se muestra como un buen esposo y mejor papá.
Lejos quedó el temido boxeador que metía miedo con sus golpes, e incluso el hombre que vivía de escándalo en escándalo con acusaciones de maltrato y violaciones, entre otras. Este nuevo Mike Tyson que llegó a la Argentina el pasado lunes por la mañana sólo tiene tiempo y dedicación para su esposa, Lakiha Spicer, y sus ocho hijos, aunque a nuestro país llegó en compañía de los dos más pequeños, Morocco, de cuatro meses, y Milán, de dos años. Siempre atento a los requerimientos de los pequeños, el ex boxeador ayudó a subir a su familia a la camioneta blindada que lo estaba esperando.
Desde allí, la familia se marchó al hotel Four Seasons, donde Ideas del Sur le tenía reservadas cinco suites hasta el miércoles siguiente, día en que emprenderán el regreso a los Estados Unidos, ya que recién volverá a participar en Bailando dentro de dos semanas. Además de su mujer e hijos, Mike llegó en compañía de su suegra, Rita, quien ayuda al matrimonio con el cuidado de los niños. Y, pese a que impone respeto a la distancia, Tyson delegó su seguridad personal en cinco guardaespaldas contratados en la Argentina a la empresa de Luciano Arnaud, quien custodia a las grandes estrellas internacionales que llegan al país. Lakiha Spicer es la tercera esposa de Tyson, quien ya estuvo casado con Robin Givens y Ménica Turner.
Con su primera mujer no tuvo hijos, y con la segunda, dos: Rayna y Amir. Los otros cuatro que tuvo "Iron Man" son Gena, Mikey, Miguel y Exodus. Esta última murió el 26 de mayo de 2009, a los cuatro años, cuando se ahorcó con una soga de un aparato de gimnasia. Diez días después de aquel trágico momento, Tyson se casó con Lakiha en una ceremonia íntima en Las Vegas.
A partir de ese momento, se convirtió al veganismo, una filosofía que se basa en el respeto a los seres animales. Sin dudas, un nuevo Mike Tyson.
Martin Morini Foto: Ramiro Souto