Política
Pese al pedido del FMI, el Gobierno continuará interviniendo el dólar MEP y el CCL para evitar que suba la inflación
Antes de que Luis Caputo viaje a Brasil para encontrarse con Kristalina Georgieva, el Banco Central brindó algunos detalles de la segunda fase del plan, ratificó la competencia de monedas y luego flexibilizó el cepo.
Antes de volver a verse con la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), el equipo económico liderado por Luis Caputo dio a conocer una suerte de bosquejo en el que brindó algunos detalles de la denominada segunda fase de su plan. Allí, clarificó algunos objetivos para lo que viene: que mantendrá el esquema de intervención sobre los dólares financieros -a costa de resignar reservas- y que principalmente buscará evitar que los movimientos cambiarios impacten sobre la inflación. Además, reafirmó que se avanzará hacia la competencia de monedas.
El Banco Central explicó este martes que inauguró formalmente el nuevo “marco monetario”. Bajo ese contexto, informo que se utilizarán $2,4 billones para la llamada esterilización de pesos, es decir, el proceso mediante el cual la autoridad monetaria elimina la emisión de pesos por compra de dólares y luego vende dólares en el mercado del MEP o el CCL.
“El BCRA procederá a esterilizar los pesos emitidos por la compra del saldo de la balanza de pagos posterior al 30 de abril, fecha en la cual se limitó la cantidad de dinero en relación con el nivel de la base monetaria amplia. La contracción monetaria máxima prevista por esta vía sería del orden de $2,4 billones y se inicia eligiendo como mecanismo operativo la venta de dólares en los mercados paralelos de cambios, incluyendo el MEP y CCL”, describió la entidad monetaria.
Y puntualizó que la administración de esos montos se hará de forma discrecional. “Tanto el ritmo como el monto total de esterilización y el mercado a través del cual se implementará la misma serán administrados por el BCRA en función de la evolución trimestral de liquidez y las consecuencias para la estabilidad de precios que pueda traer el desvío de su evolución con respecto a la trayectoria determinada en la programación monetaria”, indicó.
Dicho de otro modo, el Banco Central reveló cuál será su “poder de fuego” para intervenir sobre el mercado de los financieros. “El BCRA anunció que la capacidad de intervención en el mercado MEP/CCL era equivalente a la emisión generada desde el 30 de abril. Si se considera solo la intervención cambiaria con el sector privado, la absorción potencial de pesos sería de $2,4 billones, lo que implicaría usar unos US$2000 millones de reservas”, estimaron en Aurum.
Los especialistas entienden que, con esta estrategia, el equipo económico no solo habilita la intervención sobre el mercado de los financieros, sino que también le impone cierto “techo tácito” al valor del tipo de cambio.
“Por el lado de la esterilización, el Banco Central pone un número, que son $2,4 billones, para lo que puede intervenir en la brecha. Ahí tiene una libre discreción. También hay un valor implícito, cerca de los $1330 y después puede hacer uso de acuerdo a lo que entienda el Banco Central”, evaluó el economista de CESUR, Amilcar Collante.
“En el corto plazo, lo que vale es el precio del dólar libre, ya que si supera cierto techo (¿$1300?) se presume que aparecerá oferta en el CCL del lado del Banco Central. Y si hubiera pulseada con el mercado, se habrán de deteriorar a mayor ritmo las reservas netas”, agregaron en IERAL.
En la información que difundió este martes, el Banco Central también aclaró que se sentarán las bases para implementar la competencia de monedas. Por eso, también sumó como otra de sus prioridades la de limitar la cantidad de pesos de la base monetaria a $47,7 billones o 9,1% del PBI. “La fijación de este techo a la expansión de la demanda por base monetaria permite anticipar que, a partir de la introducción de competencia de monedas, el peso se transformará en la moneda escasa”, precisó el BCRA.
A contramano del FMI
Una las principales preocupaciones que generó el nuevo esquema en la política monetaria del Gobierno está relacionado con la reacción que podría generar puertas adentro del FMI, ya que el organismo no suele estar de acuerdo con medidas de intervención cambiaria y por este momento existe una fuerte expectativa por la posibilidad de alcanzar un nuevo acuerdo que destrabe fondos frescos.
Esta inquietud se acrecentó en estos días, ya que Luis Caputo se encontrará cara a cara con la titular del ente multilateral de crédito, Kristalina Georgieva, durante la cumbre del G20 en Brasil. Una buena señal en ese sentido es que, antes de que el ministro de Economía viaje a Río de Janeiro, el Banco Central flexibilizó una serie de restricciones que recaían para acceder al dólar MEP y al CCL.
“La ratificación de la tablita cambiaria del 2% mensual y del dólar blend de exportación, a la que se agregan ahora intervenciones directas en el mercado libre del dólar, son medidas que chocan con las últimas recomendaciones del FMI. Sin embargo, no está todo dicho ya que, si subsisten las dificultades, no habría que descartar un inicio formal de negociaciones con el staff”, señalaron en IERAL.
De todos modos, los especialistas consultados por este medio consideraron que el Gobierno podría estar de alguna forma “ganando tiempo” hasta noviembre, después de las elecciones de Estados Unidos, con la expectativa de que la llegada de Donald Trump al poder ayude a acelerar el envío de ese nuevo desembolso.
“El Gobierno preferiría esperar a noviembre, cuando se realicen las elecciones en los Estados Unidos. La apuesta sería que un eventual triunfo de Trump pueda forzar reglas al interior del FMI, tanto para el límite de acceso a fondos frescos como para el recetario de instrumentos. Sin embargo, con la decisión de intervenir en el mercado cambiario partiendo de una situación de reservas netas negativas, los tiempos se han acelerado, y noviembre puede quedar demasiado lejos”, evaluaron en IERAL.
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