Pese al lujoso "Papamóvil", Francisco recorrió Río de Janeiro en un auto común
Un nuevo gesto de humildad distingue al sumo pontífice en su visita a Brasil para la Jornada Mundial de la Juventud.
La investidura del Papa, sumado a la fastuosidad que ostenta, hace imaginar que la recepción y los detalles de la visita de su santidad van a tener cierta calidad. Sin embargo, Francisco nuevamente dio un gesto de humildad al viajar por las calles de Río de Janeiro, en su arribo a Brasil, con un automóvil común y corriente.
Su santidad se retiró del aeropuerto internacional Galeao-Antonio Carlos Jobim y para su primer recorrido por las calles de Brasil, el papa Francisco se subió a un auto "común", un Fiat Idea, que es un vehículo que en su versión más básica se consigue por R$43.290 (unos u$s19.300) y está en la gama intermedia de los modelos que utiliza la clase media.
El auto que utilizó el papa Francisco tiene tres motorizaciones, 1.4, 1.6 y 1.8 como la más deportiva. Cuenta con de dirección asistida, airbags y vidrios eléctricos para los asientos delanteros, aunque las versiones más completas lo ofrecen en todas las ventanillas, además de contar con ABS.
Mientras su santidad viajaba en este "humilde auto", los vehículos responsables de la seguridad, en su mayoría Toyota Corolla negro, eran más imponentes que el automóvil del Papa, que no posee blindaje ni seguridad adicional.
El automóvil cerrado que llevó al papa del aeropuerto internacional hasta la catedral metropolitana en el centro de Rio fue cercado por multitudes de personas en repetidas oportunidades, muchas de las cuales le tiraban regalos por la ventanilla abierta.
El coche debió frenar varias veces, mientras los guardias de seguridad que corrían junto al automóvil alejaban a la gente.
Tras llegar a la catedral, el papa subió al papamóvil (un lujoso Mercedes Benz) e inició un paseo por el centro de la ciudad, hasta el teatro municipal. La multitud en delirio le rodeaba, mientras el papa, tranquilo, saludaba a todos con una sonrisa.