Perpetua a ex policía por doble crimen
Se trata de Hernán Ricardo Argüello Pomar, quien fue condenado por haber torturado y asesinado al docente y dirigente gremial Ángel Marcos y a su novia.
Un ex policía fue condenado a prisión perpetua por haber torturado y asesinado al docente y dirigente gremial Ángel Marcos y su novia Nancy Nolasco en un crimen ocurrido a fines de 2005 en la localidad bonaerense de Del Viso, informaron fuentes judiciales.
La condena fue dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal 2 de San Isidro que consideró autor del delito de homicidio calificado criminis causa al ex policía Hernán Ricardo Argüello Pomar.
Los jueces Lino Mirabelli, Clarisa Moris y Oscar Zapata, avalaron la acusación del fiscal del juicio, Gonzalo Acosta, y condenaron al imputado a la pena de prisión perpetua.
En el debate quedó acreditado por un cúmulo de indicios que Argüello Pomar y un cómplice -que se cree que fue otro ex policía llamado Marcelo Arriola Monzón, que murió en 2008 en una persecución con la policía-, cometieron el hecho.
El aparente móvil del hecho es que delincuentes fueron a buscar una importante suma de dinero proveniente de alquiler o venta de propiedades de Marcos.
Este maestro era además delegado en Pilar de la Unión de Docentes de la Provincia de Buenos Aires (UDOCBA) y asesor del entonces senador José Molina, hoy titular del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS).
El ex policía Arriola conocía a Marcos ya que le había pedido trabajo en varias oportunidades y se cree que a raíz de esa relación el docente le abrió las puertas de su casa el día del hecho.
La declaración de un preso que dijo haber escuchado de boca de uno de los sospechosos que era el autor del doble crimen, el trabajo del sistema de entrecruzamiento telefónico VAIC y otros indicios fueron los elementos por los que los jueces condenaron en forma unánime.
El doble crimen fue descubierto el 26 de diciembre de 2005, luego de que familiares de Marcos denunciaron a la Policía que no tenían noticias de él desde hacía varios días y que no lo habían visto pese a que había sido Navidad.
Al ingresar a la casa, ubicada en Alvarez 5797 de la localidad de Del Viso, partido de Pilar, los efectivos hallaron a Marcos muerto en la bañadera, en posición fetal, con las manos y los pies atados, amordazado y con una bolsa plástica en la cabeza.
En una habitación contigua al baño, los detectives encontraron el cadáver de la mujer en el suelo, en similares condiciones.
Según la autopsia, las víctimas murieron por asfixia entre 24 y 30 horas antes de ser encontradas, es decir entre la madrugada y la mañana del 24.
Los investigadores del caso estimaron tras el estudio de la escena del crimen que los ataques se habrían cometido sin premeditación, como si hubiera surgido un detonante momentáneo que derivó en los asesinatos. Prueba de ello es que los elementos con los que se inmovilizó y mató a Marcos y a Nolasco -bolsas plásticas de un supermercado, cinta de embalar, cables de computadora y una chalina- estaban en la casa.
De la autopsia surgió que la mujer fue golpeada fuertemente en la cabeza con un objeto romo y quemada en una de las mejillas, mientras que Marcos tenía lesiones en el rostro y, al igual que su pareja, fue asfixiado con una bolsa plástica.
Con estos datos los pesquisas concluyeron en la hipótesis de que le hayan exigido algo a Marcos y tras torturar a su pareja para conseguirlo, y creerla muerta por los golpes, lo hayan matado a él también.
Los detectives no descartaron la posibilidad de que hayan robado algo, aunque se hallaron 11.500 pesos en la casa, pero éstos no estaban a la vista, sino adentro de una bolsa de tela y ocultos detrás de una caja con carpetas, en un sitio difícil de encontrar.
Además, se determinó que el o los asesinos entraron con consentimiento del propietario, ya que ninguna de las dos puertas de la residencia ni ventanas fueron forzadas.
El caso estuvo en un principio a cargo del fiscal Eduardo Vaiani, pero luego fue derivado a su colega Gonzalo Acosta, quien finalmente acuso en el debate oral que concluyó hoy.
La condena fue dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal 2 de San Isidro que consideró autor del delito de homicidio calificado criminis causa al ex policía Hernán Ricardo Argüello Pomar.
Los jueces Lino Mirabelli, Clarisa Moris y Oscar Zapata, avalaron la acusación del fiscal del juicio, Gonzalo Acosta, y condenaron al imputado a la pena de prisión perpetua.
En el debate quedó acreditado por un cúmulo de indicios que Argüello Pomar y un cómplice -que se cree que fue otro ex policía llamado Marcelo Arriola Monzón, que murió en 2008 en una persecución con la policía-, cometieron el hecho.
El aparente móvil del hecho es que delincuentes fueron a buscar una importante suma de dinero proveniente de alquiler o venta de propiedades de Marcos.
Este maestro era además delegado en Pilar de la Unión de Docentes de la Provincia de Buenos Aires (UDOCBA) y asesor del entonces senador José Molina, hoy titular del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS).
El ex policía Arriola conocía a Marcos ya que le había pedido trabajo en varias oportunidades y se cree que a raíz de esa relación el docente le abrió las puertas de su casa el día del hecho.
La declaración de un preso que dijo haber escuchado de boca de uno de los sospechosos que era el autor del doble crimen, el trabajo del sistema de entrecruzamiento telefónico VAIC y otros indicios fueron los elementos por los que los jueces condenaron en forma unánime.
El doble crimen fue descubierto el 26 de diciembre de 2005, luego de que familiares de Marcos denunciaron a la Policía que no tenían noticias de él desde hacía varios días y que no lo habían visto pese a que había sido Navidad.
Al ingresar a la casa, ubicada en Alvarez 5797 de la localidad de Del Viso, partido de Pilar, los efectivos hallaron a Marcos muerto en la bañadera, en posición fetal, con las manos y los pies atados, amordazado y con una bolsa plástica en la cabeza.
En una habitación contigua al baño, los detectives encontraron el cadáver de la mujer en el suelo, en similares condiciones.
Según la autopsia, las víctimas murieron por asfixia entre 24 y 30 horas antes de ser encontradas, es decir entre la madrugada y la mañana del 24.
Los investigadores del caso estimaron tras el estudio de la escena del crimen que los ataques se habrían cometido sin premeditación, como si hubiera surgido un detonante momentáneo que derivó en los asesinatos. Prueba de ello es que los elementos con los que se inmovilizó y mató a Marcos y a Nolasco -bolsas plásticas de un supermercado, cinta de embalar, cables de computadora y una chalina- estaban en la casa.
De la autopsia surgió que la mujer fue golpeada fuertemente en la cabeza con un objeto romo y quemada en una de las mejillas, mientras que Marcos tenía lesiones en el rostro y, al igual que su pareja, fue asfixiado con una bolsa plástica.
Con estos datos los pesquisas concluyeron en la hipótesis de que le hayan exigido algo a Marcos y tras torturar a su pareja para conseguirlo, y creerla muerta por los golpes, lo hayan matado a él también.
Los detectives no descartaron la posibilidad de que hayan robado algo, aunque se hallaron 11.500 pesos en la casa, pero éstos no estaban a la vista, sino adentro de una bolsa de tela y ocultos detrás de una caja con carpetas, en un sitio difícil de encontrar.
Además, se determinó que el o los asesinos entraron con consentimiento del propietario, ya que ninguna de las dos puertas de la residencia ni ventanas fueron forzadas.
El caso estuvo en un principio a cargo del fiscal Eduardo Vaiani, pero luego fue derivado a su colega Gonzalo Acosta, quien finalmente acuso en el debate oral que concluyó hoy.