Periodismo de periodistas: pueblo chico, infierno grande

Aunque cada periodista tiene su "librito" a la hora de ejercer su profesión, una de las máximas que suelen estar presentes en todas los ámbitos académicos es la de evitar hacer periodismo de los colegas. Esto significa: no convertir al informador en el protagonista.

Sin embargo, en los últimos meses varios periodistas pasaron a formar parte del eje de la noticia, el escándalo y la repercusión. Con Jorge Rial como "punta de lanza", tras su polémico divorcio con Silvia D´Auro y su relación posterior con Mariana "Loly" Antoniale, la separación de Fabián Doman y Evelyn Von Brocke y el actual culebrón en el que están envueltos Luis Ventura y su mujer Estelita son algunos ejemplos claros en los cuales los colegas se sitúan al frente de la nota.

Pese a esto, y aunque un análisis inicial podría sugerir que la irrupción del "periodismo de periodistas" tiene solo un objetivo comercial, es decir, que este tipo de noticias vende, lo cierto es que la gran motivación para que los colegas sean nota es el morbo, la polémica y su propio impulso.

Aunque no es un ejemplo comparativo pero si ilustrativo, Santo Biasatti fue noticia cuando se confirmó que su pareja era la actriz Carolina Fal, con la que luego tuvo dos hijas, Sofía y Lucía. Cuando esta historia podría haber impactado por la diferencia de edad y por la relevancia de personaje, lo cierto es que el bajo perfil que cultiva el conductor de "Telenoche" y el poco margen de venganza que podría sufrir convirtieron estos temas en notas intrascendentes.

Es que la venganza es un ingrediente fundamental del "periodismo de periodistas". En el caso de Evelyn y Doman, muchas periodistas atacaron a Von Brocke por sus declaraciones a favor del matrimonio y sus opiniones sobre el rol de la mujer. En ese sentido, qué se puede decir entonces de Rial o Ventura, que dedicaron su profesión a cubrir el mundo del espectáculo y las historias más personales de los personajes de la farándula, con lo que cosecharon infinidad de enemigos.

Pero lo curioso además es que otro punto fundamental en este tipo de periodismo es la propia incentivación del protagonista, como hizo el mismo Luis Ventura, que como director de la revista Paparazzi se puso como tapa de la publicación para contar su historia tras el cortocircuito con su mujer Estelita y el supuesto hijo extramatrimonial con Fabiana Liuzzi.

¿Hasta dónde puede llegar el "periodismo de periodistas"? La ecuación es fácil: mientras venda, haya morbo, exista la venganza y el protagonista incentive su propia historia, habrá más tapas de revista, informes televisivos, opiniones radiales y notas en sitios de Internet.