Pensar en Santa Fe
*Por Teresa Pandolfo. ¿Cómo encarar "Apuntes" a una semana de las elecciones primarias sin que las palabras puedan ir en beneficio de unos precandidatos y en desmedro de otros?
Lo que llega a la mente luego de tantas imágenes, jingles y dichos de campaña es escribir como la siento a la provincia de Santa Fe y observar por dónde pasa su futuro. Quizás ayude a algún elector todavía indeciso.
Santa Fe es la Pampa Gringa. La expresión significa mucho más que el título del famoso libro de Ezequiel Gallo, en el que describe lo que ocurrió en el país luego de la primera colonización agrícola de Esperanza. Esta colonización se convirtió en parte de la impronta de la provincia, no sólo en el terreno de la producción, sino por lo que significó en respeto por la pluralidad de orígenes, de ideas y de religiones.
Santa Fe valoriza las instituciones; es cuna de la Constitución Nacional y ha sido sede de la mayoría de las reformas realizadas sobre el texto de nuestra Carta Magna. Es federal como lo demostró su política interna desde el siglo XVIII, y en décadas recientes ha sabido resolver por vía de la legalidad las situaciones que pusieron en crisis sus instituciones.
Santa Fe es trabajo y deseos de un porvenir construido a partir del esfuerzo propio, no dependiendo de subsidios; Santa Fe es campo, es agroindustria e industria de punta en muchos otros rubros.
Santa Fe es conocimiento orientado a la innovación: los primeros extranjeros que cultivaron nuestras tierras volcaron sus esfuerzos en sus instrumentos de trabajo y pequeñas máquinarias. Esa fue la base del "cluster" de la maquinaria agrícola, que comparten nuestro suroeste geográfico con el este cordobés, el que deberá ir por más tecnología propia.
En Santa Fe fue centro de la primera y segunda revolución de las pampas y ahora está experimentando los primeros trigos transgénicos producidos en el mundo, con aplicación de la tecnología de la Dra. Raquel Chan del Instituto de Agrobuitecnología del Conicet-UNL en convenio con Bioceres SA, empresa que aglutina a más de 200 productores que invierten en genética.
En pocos años más, estos trigos con un rendimiento ya experimentado de un 30% más que la plantas no modificadas, estarán en condiciones de llevar más alimento -harinas con las que se hace el pan- para el mundo.
Santa Fe está estrechamente ligada a los ríos de la Cuenca del Plata, en especial el Paraná. Por la recortada geografía de su ribera se concreta el intercambio comercial, pero la provincia ha subutilizado este curso de aguas.
Fuente de energía, la vía de comunicación más antigua del territorio, debe ser muchísimo más aprovechada que hasta ahora. Sin embargo, por ejemplo, no hay nuevas noticias respecto del proyecto de reconversión del Puerto de Santa Fe. La impresión generalizada es que el gobierno de Hermes Binner volvió a pisar el emprendimiento.
Santa Fe es fuente de recursos por todo su movimiento económico y cultural. Sin embargo, no maneja todos los fondos que le pertenecen según las leyes en vigencia. En este plano, esta periodista quiere hacer un paréntesis. No se deja de reconocer la importancia de la inversión nacional en el territorio: el acueducto centro-oeste; la usina de Sauce Viejo que será de ciclo combinado; la terminación de la autopista Rosario-Córdoba y del puente sobre el río Colastiné en la autovía 168 a Paraná. Además, el prometido gasoducto que irá desde Desvío Arijón a las cercanías de la ciudad de Vera; y las varias veces anunciada ampliación de las rutas 34 y 33, pero en materia de grandes obras de infraestructuras, se necesita mucho más para un territorio que es bisagra en su interconexión con Brasil y con el oeste del país. Dentro de la lógica santafesina, se ubica el poder de decisión de mayor cantidad de los recursos financieros que genera, a fin de llevar adelante políticas propias que posibiliten nivelar para arriba.
Estratégicamente, Santa Fe debe ser otra provincia de más avanzada, a partir de sus instituciones políticas y académicas y del respecto por las diferencias internas. Habrá que trabajar muchísimo para que se superen.
La ciudad capital
Un párrafo para la ciudad capital: Santa Fe perdió en la práctica diaria su condición de la capital de la provincia.
El actual gobierno la dejó reducida a una sede administrativa en la que se está dos o tres días por semana pero que toda la actividad de presentación de la provincia hacia el mundo se hace desde Rosario. A la ciudad del sur llegan los políticos a negociar; los embajadores, los principales espectáculos artísticos y se realizan los congresos más importantes en las distintas materias.
Se actúa como si ésta no fuera la capital histórica e institucional: desde el gobierno se ha promovido este cambio y los todos demás factores de poder lo dejaron hacer. Por encima de la geografía provincial aparece Rosario, a la que se exhibe como ciudad-estado como teniendo muy poco que ver con el resto del territorio. Se muestra un centro de negocios espléndido y cuidado, en tanto persisten los bolsones de pobreza sin que nadie quiera entender sobre ellos. ¡Qué destino poco solidario para una provincia que como ninguna otra fue unión entre las corrientes migratorias y quienes habitaban ya el territorio!
La profundización de las asimetrías existentes, que no son nuevas pero que persisten, no puede ser ni un punto de partida ni el camino indicado hacia el futuro.
La provincia sigue con déficits enormes en materia de acueductos, de rutas, de puertos, de educación de calidad y de expectativas de mejores condiciones de vida. A esto lo venimos señalando desde hace años y las brechas se ensanchan cada vez más, en lugar de obturarse. Pensar que el discurso, mágicamente, puede reemplazar a la política y a la acción, es equivocarse fuertemente, de aquí a la China.
El elector irá el domingo a votar y encontrará otra modalidad de votación. Lo nuevo generalmente entusiasma. Sin embargo, ese maquillaje no debería hacer perder de vista el fondo de las cosas