Pensar en el otro: colaborar con quienes sufren autismo
En los últimos años, aumentó la toma de conciencia sobre el uso de la pirotecnia.
Lo que antes era una tradición de las fiestas, cada vez está siendo más condenado. En los últimos años, aumentó la toma de conciencia sobre el uso de la pirotecnia. ¡Enhorabuena!, por los animales que lo sufren y el peligro que implica para la salud (demostrado en la gran cantidad de accidentes que hubo año tras año); y también por el sufrimiento que implica para los niños y adultos que sufren autismo.
La Asociación de Padres de Niños Autistas, (Apadea), junto a otras ONGs reclaman una ley nacional que impida el uso de la pirotecnia. A través de la campaña "Pirotecnia Cero", propusieron identificar con azul las casas donde viven personas que padecen el trastorno del espectro autista (TEA). La campaña tuvo el apoyo de varias personas y famosos, quienes compartieron la iniciativa a través de las redes sociales.
Silvia Panighini, médica psiquiatra especialista en psiquiatría infantil de Fleni, comentó que las consecuencias de la pirotecnia en los pacientes de TEA pueden ser muy graves, provocando quemaduras, lesiones en los ojos y trauma acústico.
Panighini comentó que las personas con espectro autista y otros trastornos de neurodesarrollo suelen presentar un trastorno del procesamiento sensorial. En estos casos la información proveniente de los sentidos no se procesa de la forma adecuada y se manifiesta a través de una hiper o hiposensibilidad a ciertos estímulos.
"En el caso de la hipersensibilidad la reacción ante los sonidos, alimentos, olores o rechazo a determinadas texturas; pueden desencadenar crisis de angustia y agitación en las cuales el niño o adulto puede taparse los oídos, gritar, llorar, golpearse a sí mismo o a otros; hasta escapar y ponerse en peligro", comentó la especialista a Télam.
Ante esta situación, el aislamiento es exactamente a lo que se ven obligados, particularmente, los niños con trastorno del espectro autista, donde entre el 80% y el 100% de ellos experimentan crisis.
El cerebro actúa como una especie de filtro, centrando la atención en un conjunto de estímulos mientras que deja a otros en un segundo plano; pero cuando hay una disfunción sensorial el cerebro no puede regular todos los estímulos que recibe. Esto es así no solo para la audición, sino que también afecta a la vista, el tacto, el gusto y el olfato.
Las crisis afectan no solo a las personas que las padecen sino también a su entorno. Para evitar estas situaciones, los familiares suelen recurrir al uso de audífonos especiales, o directamente eligen zonas alejadas de los festejos, (pero son opciones que no todos tienen a su alcance).
Evitar los fuegos artificiales, hará que muchas personas con hipersensibilidad sensorial vivan estos días con menos nerviosismo y ansiedad.
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