Pensar en comida ayuda a saciar el hambre
Un estudio revela que existe una relación entre la memoria y el hambre. ¿Una nueva forma de hacer dieta?
Es muy común escuchar a la gente decir frases como "ver tanta comida me hace sentir llena" y siempre se dice en tono de chiste, pero un experimento demostró que hay algo de verdad en esa frase y que el pensar en comida y el cómo la pensamos puede hacer que uno se sienta saciado, aún sin comer demasiado ¿tal vez sea por eso que hay gran cantidad de chefs y cocineros flacos?
Se trata del "Priming", un efecto de la memoria que condiciona la respuesta e estímulos posteriores. Este efecto hace que el recuerdo de la comida afecte a la hora de sentarse en la mesa y en el apetito.
El estudio demuestra que es el recuerdo de aquella comida lo que determina horas mas tarde, si esa persona sació su hambre o no. De esta manera la memoria "manipula" el posterior consumo. Contrariamente, si una persona come de manera desatenta, puede tardar más en "llenarse".
No prestar atención en la comida (mirar televisión, escribir o hablar por teléfono mientras se come) hace que el comensal no pueda generar recuerdos sobre esa comida, lo que horas después puede hacer que el hambre vuelva, más allá de la cantidad de calorías ingeridas.
Las investigaciones las realiza la Universidad de Bristol, del Reino Unido. La cosa fue así… los científicos mostraron a 100 personas una foto de sopa de tomate, minutos antes del almuerzo, a algunos le mostraron una taza de sopa y a otros un plato más grande. Luego los conejillos de indias fueron a almorzar sopa, lógicamente quienes comieron más se llenaron más. Lo curiosos ocurrió dos o tres horas más tarde…
Quienes habían visto la foto del plato de sopa grande tenían menos hambre que quienes habían visto la taza chica del alimento. "La memoria dominó el hambre, no el número real de calorías consumidas", dijo uno de los investigadores.
La relación entre memoria y comida también se evidencia en aquellas personas que sufren de amnesia y no pueden recordar qué comieron: "Si comen muchas comidas, tienden a sentirse solo hinchados, pero no necesariamente llenos. Pensamos que en realidad no pueden atribuir las señales de sus cuerpos a algo que no ha sucedido".
La relación memoria- hambre no tiene que ver necesariamente con el hecho de que mirar, hablar o recordar comida abra el apetito, ya que de hecho lo hace, sino con la sensación que se siente horas después de haber ingerido dichos alimentos. Una cena o un almuerzo recordado nos saciará mucho más que una comida que pase desapercibida más allá de la cantidad de alimento que comamos.
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