Peluffo: "Me gusta que me vean remador"
*Por Paola Florio. Mariano Peluffo pasó de ser un desconocido a la cara más vista en Telefé a lo largo del día. Tiene 300 mil seguidores en Twitter y lo traduce en rating: tres puntos. Por ahora mantiene bajo perfil de ambición y sólo aspira a seguir conduciendo programas de entretenimiento.
-Ahora lo podés decir: ¿cuál era tu preferido en "Gran Hermano"?
-No logré definir quién me gustaba más. Lo vi como un gran conjunto, eran todos importantes, tanto Cristian U que jugó desde el día que entró hasta Rocío que duró una semana. Este programa es una construcción muy compleja, hay un grupo de psicólogos y especialistas que eligen a los chicos entre miles y cada uno tiene algo para aportarle al programa. Por eso, me da bronca que después venga cualquiera y opine pavadas porque hay mucho laburo detrás de un casting, pero es parte del folclore que los argentinos creamos que somos los mejores técnicos, los mejores arquitectos y los mejores asadores.
-Esta versión estalló en las redes sociales: ¿por qué te enojaste con tus seguidores de Twitter?
-Twitter es una nueva forma de comunicarse y hay que aprender a manejarlo. Actualmente, tengo 300 mil seguidores, lo que es similar a tres puntos de rating, algo que ni un programa de cable logra sumar y es toda gente que hace click para leerme y saber de qué hablo, entonces, no hay que desaprovechar una herramienta así. De a poco fui eliminando el boludeo, pero me subleva la falta de respeto y que se corran los límites. Al principio, contestaba todo hasta que me metí en la cuenta de uno de los que vivían insultándome y leí que decía: "Lo estoy bardeando a Peluffo para que me conteste" ¡Listo!, no tengo nada para decirle a un pibe que se sienta detrás de una máquina para eso. Es una locura.
-¿Sos como el boy scout de Telefé, siempre listo para lo que haga falta?
-Es extraño que esa idea esté tan instalada, se cree que estoy siempre listo para adaptarme a lo que sea necesario y lo agradezco, pero la realidad es que desde hace cuatro años no hago otra cosa que "Talento Argentino" y "Gran hermano", dos formatos fuertes que me permiten laburar tranquilo, holgado porque sé que tengo una producción gigante de fondo, un gran despliegue y mucha promoción. Pero, pese a esa creencia, cuando apenas empezó Gran Hermano y Jorge Rial se fue de vacaciones, lo reemplazó Marley y no yo.
-¿No es momento de tener tu propio programa, hecho a tu medida?
-Es que para mí estos programas son propios, son míos, aunque se trate de formatos comprados y probados en todo el mundo. Yo le aporto lo mío, si lo condujera otro, seguramente tendría algo suyo. Al debate de "Gran Hermano", por ejemplo, le encontramos la vuelta y tuvo momentos bizarros, emocionantes, picantes, no le faltó nada.
-¿Cuál sería el mejor programa propio para vos?
-Me gusta el entretenimiento porque es el origen de la televisión, después fueron surgiendo los programas políticos, deportivos, infantiles, pero básicamente la televisión se creó en torno al entretenimiento. De hecho, la mayoría de la gente busca eso cuando prende su televisor.
-¿Te animarías a hacer ficción?
-Ya hice algunas cosas cortitas: una participación en "La Niñera" y otra en "Casados con hijos". Me divertí mucho, pero estoy tan acostumbrado a la conducción que no puedo evitar mirar a la cámara. Me acuerdo que, cuando era productor, nunca creí que iba a poder estar frente a las cámaras. Tengo, además, una pequeña productora, se llama Salta Violeta y funciona bien. No queremos hacerla colapsar ni sobredimensionar, lo que suelen hacer la mayoría que alquilan unas súper oficinas en Palermo, contratan a 50 personas y a los tres meses cierran porque no les dan los costos. La idea es que siga así, ya producimos "Zoobichos" que duró todo el verano como estaba pautado y ahora estamos con una serie para National Geographic que se va a estrenar este año.
-¿Cuál considerás tu fuerte como conductor?
-Voy moldeando mi propio perfil. Me gusta que me vean remador, por ejemplo. Hice programas que me gustaron más y otros menos, pero los hice igual y la gente no notó que no estaba a gusto y lo disfrutó. Tengo una gran capacidad de trabajo, pero soy como cualquier otra persona, voy a reuniones de padres del colegio y soy un papá normal con un trabajo distinto, raro, de mucha exposición, pero nada más.
-En realidad, la sensación es que tenés un colchón en el canal. ¿En realidad tenés tiempo para tu familia?
-Esa sensación es porque el debate de "Gran Hermano" está en muchos horarios y parece en vivo, pero arranco a las 17 y, a las 22, ya me voy a mi casa. Tengo tres hijas: Bianca, de 9 años; Aurora, de 5 y Clarita, de 7 meses y a las dos más grandes las llevo a la escuela todas las mañanas, vuelvo y desayuno con mi mujer que es docente y algunos días no trabaja; dos veces por semana juego al tenis, almorzamos juntos y algunas tardes voy a mi productora. Distinto es cuando viajo por "Talento Argentino" y me voy una semana de viaje.
-¿Ahí es cuando se arman los problemas familiares?
-No porque mi mujer entiende que es parte del juego, hace doce años que estamos juntos y me conoció trabajando de esto. Mis hijas lo tienen incorporado, la más grande nació en Mar del Plata porque yo estaba haciendo un programa, así que desde el arranque se tuvo que adaptar a un padre que viaja. Si vamos a un shopping, ya saben que me van a pedir fotos y autógrafos, a la más grande le da vergüenza, pero Aurora es más extrovertida y es capaz de decir "¿Sabés quién es mi papá?" En la escuela, la maestra la carga y le dice: "Ya sé quién es tu papá: Cristian U". ¡Y la enana se vuelve loca!