Peligro al volante por uso de celulares
En los últimos años se duplicó el número de conductores que utilizan sus teléfonos móviles en la Ciudad de Buenos Aires y la falta de control preocupa.
En los últimos cuatro años se duplicó, en la Ciudad de Buenos Aires, la cantidad de gente que habla por teléfono celular mientras conduce. Además se triplicó el número de peatones que sigue conversando al cruzar las esquinas y la falta de control es notoria.
Distintas formas de distraerse como llamados, mensajes de texto, el aviso de las redes sociales, tanto Twitter como Facebook, o tan solo cambiar de tema en el reproductor del teléfono hacen que el peligro y los descuidos aparezcan permanentemente en las calles de la ciudad.
El cerebro del conductor está pendiente de la vibración o los distintos tonos que avisan una alerta. El celular debería tener su propio cinturón de seguridad. Los celulares se volvieron un arma tan útil como letal, y cada vez son más los que no están dispuestos a resignar su encanto arriba del auto.
La asociación civil Luchemos por la Vida realizó un estudio que dio como resultado que 9,7 por ciento de los conductores utiliza el celular al manejar. Si cada día, circulan por Buenos Aires, 1,8 millones de autos, 174 mil lo hacen con conductores hablando por teléfono. Un verdadero peligro para todos.
Las cifras van en aumento y no hay ley ni control que pueda detenerlas.Este mismo estudio, había determinado que en 2007, los conductores que hablaban por celular representaban 4,1 por ciento del total.
Los números registrados son corroborados por el Cesvi (Centro de Experimentación y Seguridad Vial). Allí agregaron que el 54 por ciento de los argentinos reconoció que siempre existe una razón para atender el teléfono a pesar de estar convencidos de que es la principal causa de distracción.
Además, en el Cesvi comprobaron que en el 90 por ciento de los casos, los conductores que hablaban por celular cometían algún error en el manejo y no podían mantenerse concentrados. De todos ellos, el 33 por ciento terminó derribando un cono durante la prueba. Es decir, que de haber estado en la calle, habrían chocado o atropellado a un peatón.
"Esto es un fenómeno nuevo . La multiplicación del uso del celular también se traslada al conducir. Hay un uso muy grande del celular y el peligro es inmenso, porque tampoco se lo controla ni se lo sanciona. Hablar por teléfono, aún con el manos libres, produce una alienación mental, la persona no está en la conducción, está en cualquier otro lado", indica Alberto Silveira, de Luchemos por la Vida. Para el estudio, se observaron 2.942 autos particulares que circulaban entre las 10 y las 18.
Pero el de los habladores compulsivos no es un fenómeno argentino. En un informe reciente de la OMS (Organización Mundial de la Salud) se señala que el problema es tan grave como las soluciones ineficientes. En Estados Unidos, el porcentaje de personas que manejan hablando es de 11 por ciento. Y en países como Holanda, el Reino Unido o Australia llega al 7 por ciento.
El año pasado, en todo el país, 7.517 personas murieron en accidentes de tránsito. Esto es, 21 muertos por día, una cifra que se mantiene estable desde 1996.
"Lo que nosotros estamos viendo es que los argentinos han incorporado con mucha normalidad el celular a la conducción", comentan desde la OMS.
Muchos creen que usando las manos libres evitan el riesgo y esto no es así. Una conversación es una distracción psicológica.