Pelea entre camioneros tras una reunión con Moreno
Ocurrió en el puerto de Buenos Aires después de que fleteros y despachantes de Aduana sostuvieran una reunión con el Gobierno en busca de destrabar el conflicto.
Mientras fleteros y despachantes de Aduanas se disponían anoche a levantar su bloqueo al puerto de Buenos Aires y otras terminales, un grupo de camioneros se tomaron a golpes de puño tras mantener una reunión de conciliación con funcionarios del Gobierno.
El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, recibió este viernes a los manifestantes, en una reunión a la que se sumó más tarde el administrador federal de Ingresos Públicos, Ricardo Echegaray, y que se prolongó durante más de cuatro horas en el Palacio de Hacienda.
En ese encuentro, los funcionarios defendieron la política económica del Gobierno con respecto a las importaciones, después de que fleteros y despachantes de Aduana iniciaran este jueves una medida de fuerza que incluyó bloqueos en los puertos de Buenos Aires, Zárate, Campana, Bahía Blanca y Rosario.
Los manifestantes, que lanzaron su protesta en rechazo a las trabas a las importaciones que aplica el Gobierno, argumentando que les genera una pérdida de fuentes laborales, se disponían esta noche a dejar sin efecto su reclamo tras el encuentro con Moreno y Echegaray, pero en medio de un intercambio de opiniones se produjo una pelea.
"Dame 15 minutos que nos agarramos a trompadas los camioneros, llamame más tarde", expresó jadeando uno de los voceros de la protesta, Víctor Martell, en un breve contacto telefónico con Noticias Argentinas.
En ese momento, los manifestantes estaban llevando adelante una asamblea presuntamente, para determinar sus próximos pasos, después de que Moreno y Echegaray les pidieran que levantaran los bloqueos, como condición para que el Gobierno nacional atienda sus reclamos y busque soluciones.
Según trascendió, Moreno ofreció gestionarles trabajo en el Mercado Central, pero advirtió que no daría marcha atrás con la Resolución 3251/12 de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), que establece una serie de pasos burocráticos para realizar importaciones.
Los funcionarios también se habrían mostrado dispuesto a flexibilizar algunos de los controles que generaban demoras en los trámites para ingresar productos al país.
De las negociaciones participó además el jefe del Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (SUPA), Juan Corvalán, para que los manifestantes tuvieran un representante con personería gremial en esas deliberaciones en el Ministerio de Economía.
Los manifestantes denuncian que las trabas a las importaciones que entraron en vigencia en febrero pasado les redujo su volumen de trabajo entre un 60 y un 80 por ciento.
"No nos gustan los paros ni queremos los paros, hicimos todo esto porque no tenemos otra alternativa", había expresado antes de la reunión otro vocero del grupo de fleteros y despachantes de Aduana, Raúl Vázquez.
"Queremos trabajar y hay mucha gente que se está quedando sin trabajo", agregó, aunque remarcó que si la propuesta oficial en la reunión de esta tarde era favorable, levantaban los bloqueos y se iban "a casa".
De este modo, el Gobierno, por intermedio de Moreno y Echegaray, intentó destrabar un conflicto que mantenía en jaque a los principales puertos de la Argentina.
Más temprano, el representante de los choferes Fabián Reina había amenazado con seguir adelante con la movilización "hasta que alguien del Gobierno" atiende a los manifestantes y responda a sus reclamos.
El chofer, en declaraciones a radio El Mundo, calculó que a raíz de las restricciones a las importaciones, el ritmo de trabajo portuario "bajó un 80 por ciento". "Es muy grave esta situación", enfatizó.