Pedirán la exhumación de 23 cadáveres: sospechan que Erica Soriano fue enterrada con identidad falsa
La Justicia podría disponer la exhumación de 23 cadáveres en el marco de la causa por la desaparición de la joven Erica Soriano, cuyo paradero se desconoce desde el 21 de agosto pasado.
La medida que analiza la Fiscalía a cargo de la causa estaría orientada a verificar la identidad de personas cuyos cuerpos pasaron en la época de la desaparición de Erica por la casa funeraria "La Paz", perteneciente al padre de Daniel Lagostena, el novio de la chica.
Según trascendió, la Justicia ya cuenta con el listado de servicios fúnebres prestado por "La Paz" en la fecha investigada y los familiares de los difuntos será citados para prestar declaración.
Los investigadores sospechan que Erica podría haber sido asesinada y su cadáver inhumado en lugar de alguno de los que pasaron por la cochería, cuyas oficinas fueron allanadas hace unos días.
En tanto, más de 1.500 personas participaron anoche de una marcha junto a familiares y amigos de la joven embarazada desaparecida cuando salió de la localidad bonaerense de Lanús para visitar a su familia en Villa Adelina.
De la marcha -la tercera que se concreta por el mismo motivo- participó el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, acompañado por concejales y funcionarios del Ejecutivo municipal.
La familia de Erica apunta sus sospechas hacia el novio de la chica, quien pocos días atrás protagonizó una misteriosa desaparición en la que -según dijo- viajó al interior del país siguiendo una pista.
En declaraciones a distintos medios de prensa, Daniel Langostena reconoció la existencia de una discusión poco antes de la desaparición de la joven embarazada, y aseguró que tuvo "mucho miedo" por la manera en que la policía "estaba direccionando la investigación" en su contra.
En sus declaraciones, le pidió a Erica que "no dude en dar un señal, que no dude en hacerlo, que no tenga miedo".
"Todo es explicable y todos estamos muy desesperados buscándola", dijo Daniel en su primera declaración pública.
El hombre, sospechado por ser la última persona en contacto con Erica, reconoció que tuvieron una discusión durante una consulta con el obstetra y dijo que el altercado continuó en el automóvil y al llegar a la casa en que vivían pero, sin embargo, minimizó esas diferencias.