Peces sabrosos, pero con desagradables sorpresas
Suculentos y grasosos son considerados dos de los más gustosos peces del mundo.
Con gran cantidad de especies en peligro de extinción, el problema de la sobrepesca y otros riesgos potenciales, la industria ictícola necesita alternativas que sean gustosas, baratas, sostenibles y saludables para el consumo. Los peces aceite y escolar parecen las alternativas perfectas, y aunque están apareciendo en los restaurantes, hay un secreto que a veces algunos se olvidan de revelar: causan una diarrea explosiva, aceitosa y anaranjada. Suena mal, claro, pero hay una forma de evitar este efecto secundario e incómodo. Podés comer estos pescados con absoluta seguridad, en porciones menores a 170 gramos, pero como son tan deliciosos la mayoría de la gente supera ampliamente esta porción.
La gente que sobrepasó el límite declaró que las deposiciones aceitosas son casi imposibles de controlar y a menudo llevan a accidentes vergonzosos.