Paulo Vilouta: "Del gobierno anterior me indignaba que se jugara con los pobres"

Periodista, relator, con una voz imponente, de esas fáciles de identificar. A través de la radio se lo oye cálido, se lo ve simpático en la pantalla chica y se confirma la información cuando se habla con él.

En una entrevista exclusiva, Paulo Vilouta responde con sinceridad, sin problemas y de frente, como en Intratables. Es justamente en este programa, conducido por Santiago Del Moro donde es panelista y es en ese rol, el favorito de los lectores de DiarioVeloz, según la encuesta realizada por este sitio.

Paulo, ¿cómo fue incorporarte en su momento a Intratables? Por ahí, estabas más relacionado al deporte y sin embargo sorprendiste gratamente.

La cosa comenzó sin pensarla. A mí me gustaba porque yo siempre digo que "de chico leía el diario de la pagina 1 hasta la última". No me iba a deportes directamente. Eso logró matizar mucho mi carrera y no morirme con una pelota en la cabeza.

Si bien yo venía haciendo cosas, porque cuando trabajé en La Red Deportiva, que era netamente de deportes, me dieron la conducción de la noche y empezaron a pasar cosas: el avión de LAPA, la caída de De La Rúa y el director artístico de aquel momento me dijo "Paulo, tenemos que empezar a sumar actualidad y darle un vuelco a tu carrera".

Yo medio que me negaba porque dije "hablando de fútbol, nadie me va a creer", pero, Néstor Ibarra, Mauro Viale, Nelson Castro, Víctor Hugo (Morales), son todos periodistas cuya esencia es el fútbol y terminaron siendo periodistas de actualidad e integrales.

Luego comencé a incursionar cuando estuve con Mirtha (Legrand) dos años en la radio donde ya no hacía fútbol, sino actualidad.

Después empecé en A24 como conductor de noticias y luego llegó Intratables. Que nos dio un vuelco y marcó mucho la carrera de todos los que estamos ahí. Ha sido un giro porque hoy hago todo: tengo la pata del fútbol en la radio en la que tenemos un equipo y que es líder en esa materia, después hago A24 con Eduardo Feinmann e Intratables con Santiago. Así que tengo bien distribuída la mano.

Soles ser uno de los más objetivos, dentro de lo que se puede, pero a veces te indignas con ciertas declaraciones. ¿Es real tu reacción o forma parte de una especie de postura que "hay que tener" para que se genere el debate?

¡No, soy así! Hay cosas que me superan y a veces pierdo un poquito, pero luego vuelvo al eje. Tuve algunos malos episodios de tratarme mal con algún invitado o algún compañero, pero todo queda ahí.

Pero Intratables no está libretado. El programa arranca y nunca sabemos para qué lado puede partir y como los argentinos somos muy pasionales, discutimos y a veces queremos tener la razón.

Pero siempre tuve este perfil porque yo empecé a los 18 a trabajar en Polémica en el fútbol, y si no lo tenía, me comían los personajes fuertes que estaban en aquel momento.

Entonces creo que desde chico, me empecé a generar defensas laborales y luego con eso arme mi personalidad que algunos dirán que es polémica, cuestionadora o frontal, según como uno lo quiera ver. Pero es mi forma. Insisto, Intratables no tiene libreto ni red. Arranca y no sabemos nunca cómo termina.

¿Cuál fue para vos es la peor de las confrontaciones que tuviste?

Con un sindicalista que yo lo contradecía y me dijo: "lo voy a mandar a investigar. Voy a conseguir sus datos". Como que se iba a meter en mis datos de AFIP o cosas por el estilo y la situación se puso tan tensa y dijo que nosotros respondíamos a intereses y que nos pagaban. Le dije: "señor, usted es un pelotudo", que fue la frase que después medio fue ringtone.

Después tuve confrontaciones duras con el periodista Hernán Brienza que me acuso de que me pagaba Sergio Massa. Le dije que íbamos a Tribunales y pidió desesperadamente venir a retractarse para evitar que no lo lleve a un juicio.

Uno sabe medir quién actúa con buena intención y buena fe en las discusiones y quién no.

Aún con quienes he discutido fuerte o he tenido un cortocircuito, salvo excepciones, tengo muy buena relación. El tiempo limpia todo porque se dan cuenta de que esto forma parte de nuestra tarea como periodistas que es la indagar, preguntar y no dejarse llevar por delante.

Y luego tenemos las discusiones casi a diario con Diego Brancatelli, pero es un muy buen compañero y con el cual en algunos temas pensamos distinto y termina todo ahí. Somos ambos sobrevivientes junto a Santiago, desde el comienzo del programa, así que nos conocemos mucho y sabemos cómo son las reglas.

¿Qué es lo que más te enoja del gobierno anterior? ¿Y del actual?

Del anterior, lo que más me enoja son tantos casos de corrupción, el relato que no fue, las cosas que no fueron ciertas y daban por hechas, como inauguraciones, números, hablar de una inflación baja. Hablar de un índice de pobreza bajo, todo eso me indigna. Jugar con los pobres me molesta muchísimo.

Y con relación a losa actuales creo que les falta un poco mas de calle. No sé si la palabra es "tribuna". Pero necesitamos sentir que nos están gobernando más cerca. A veces los noto como más lejos. Sé que tienen buenas intenciones y tienen otros tonos muchos mejores que los anteriores. No llaman a los medios para pedir que rajen periodistas, por ahora, y ojala que lo mantengan hasta el final de su mandato.

Ceo que en materia económica les está costando muchísimo. Si bien heredaron un desastre, pensé que iban a ser más rápidos y efectivos.

Paulo se muestra optimista respecto al futuro de la sociedad argentina.

¿En algún momento va a aparecer "una cura"?

Yo creo que cuando seamos más racionales y menos pasionales. Cuando todos repudiemos la corrupción, la mentira. Cuando todos pensemos un poquito más en el otro y no en salvarnos cada uno de nosotros. Como en el tema de los precios, por ejemplo: 'aumento por las dudas y arruino a la gente', 'si se inunda cobro el agua mineral más caro', 'si se corta la luz, cobro las velas más caro' necesitamos tener un sentido de mayor unidad.

Así como pocas cosas nos unen, creo que Malvinas nos une, la Selección en un mundial nos une, deberíamos unirnos por la verdadera situación de un país. De una patria.

Dejar de mentirnos tanto en la cara y vivir atados al 'porque mi papá era peronista o radical, yo tengo que sumarme a esa idea o defender eso o lo otro'. Tenemos que dar un gran salto de calidad los argentinos como para poder avanzar y evolucionar como país.

Paulo, en un momento denunciaste que te habían "apretado" con la campaña de los goles. ¿Creés que eso fue en realidad un apriete político y se agarraron en un error que puede cometer cualquier persona que trabaja?

Mi pecado fue trabajar durante un semestre haciendo futbol por la TV porque América compró los derechos y el canal me pasó. Pero la gente lo llevó a un terreno político diciendo que como había ganado otro gobierno por eso yo había entrado a Fútbol para todos.

Desde el primer día sufrí situaciones rarísimas. Escraches en la cancha, gente que se acercaba a la cabina y me venía a gritar "le estas sacando la guita a los jubilados", "hijo de puta", cosas muy raras. Trabaje en un contexto malo. Y lo dijo Víctor Hugo cuando le preguntaron sobre mi trabajo. Pifié en algunas circunstancias, pero hace 30 años que estoy en ese rubro y estoy trabajando siempre en los medios más competitivos y con compañeros de gran nombre.

No le preste ninguna atención, pero me molestó porque se hicieron de una mentira para decirme que me estaba aprovechando del Estado. Y luego, se mezcló todo. Fue una etapa superada.

Sigo haciendo fútbol como hace 30 años en la radio y nunca pasó nada. Siempre me fue bien.

¿Es el periodismo es realmente el 4to poder? ¿O es el primero?

No sé en qué orden está, pero tiene mucho poder. Yo noto desde que ocupo lugares de privilegio que todos me quieren conocer. Hablo de los dirigentes políticos, de toda la vida los deportivos, que te quieren contar cosas, que te quieren mostrar proyectos.

Generás una cuestión de preocupación para algunos si vos vas al frente y opinás sin estar comprometido con sobres o con cosas raras.

La gente lo toma también con mucho poder porque se para en la puerta de los canales porque buscando darle visibilidad a problemas que tiene y que nadie le resuelve.

Tiene un poder realmente fuerte. Y que contribuye desde nuestro trabajo a que la gente entienda que en determinadas situaciones hay que poner ciertos límites o frenos, para no caer en locuras o en situaciones como la de Venezuela.

Justamente te iba a preguntar sobre Venezuela. ¿Qué pensás? ¿Creés que si hubiéramos seguido con un estilo de gobierno como el anterior, ese sería un panorama parecido en el ámbito local?

Venezuela se transformó en una dictadura. Hay un gobierno constitucional pero no democrático. Es un desorden y un desastre en todos los sentidos.

Con respecto a la Argentina, creo que desde un tema económico, estábamos en un punto muy parecido: inflación galopante, la embajada paralela con ellos. Pero no. Acá tenemos una sociedad que supo poner límites y nunca hubiéramos llegado a esa locura. Acá siempre hubo alimentos, siempre hubo remedios, siempre funcionó el Congreso. Creo que teníamos algún rasgo de profundizar la situación pero no creo que hubiésemos llegado nunca a eso.