Patricia Rosselli: la mosaiquista que eterniza mensajes en el espacio público

Ingeniosa, inquieta y conversadora, la mosaiquista Patricia Rosselli nos cuenta en esta nota los entretelones de un arte antiquísimo. Entre sus grandes obras se destaca “La escalera de las flores”, una intervención urbana sobre las barrancas sampedrinas que fue declarada de interés provincial por la Honorable Cámara de Diputados bonaerense.




¿Cuándo y cómo nace esta pasión por el arte en mosaico?


P.R: Comencé este viaje de ida hace ya muchos años, no recuerdo con exactitud, fue por curiosidad. Me gustaba la disciplina y coincidió que cerca de casa daban un seminario muy accesible. Allá fui y me enamoré de este arte; nunca paré ni de hacer, ni de aprender. Conocí personas increíbles, lo que me ha llevado a participar en proyectos colectivos de magnitudes inimaginables.



¿Cómo fueron los primeros pasos? 

P.R: Me  anoté en cuanto seminario y curso y encontré. Estudié mosaico veneciano, trencadís, vitromosaico y otras técnicas derivadas del arte musivo. Seguí con el muralismo sobre superficies en volumen y muralismo estilo neo guaraní. También incursioné en mosaico moderno y mosaico contemporáneo y ahora me volqué al arte en vidrio. Soy una eterna aprendiz. Es que en nuestro país no existe institución o título "oficial" lo que implica algún riesgo a la hora de elegir maestro. Sí hay grandes referentes, con probada trayectoria y buenas referencias que garantizan conocimiento y experiencia. Después los pingos se ven en la cancha.  



 

¿En qué momento te volcaste de lleno a esta pasión?

P.R: Cuando me jubilé. Ahora que dispongo de más tiempo para dedicarme  a esta hermosa actividad y cumplir en tiempo y forma cada trabajo que me encargan y puedo participar en proyectos colectivos.



¿Cuál fue ese primer proyecto del cual te enamoraste o del cual te sentís orgullosa?

P.R: El mural que llevamos adelante un grupo de colegas en el Hospital de Oncología Dr. Angel Roffo. Se trata de una espira gigante de mariposas en mosaico realizada con piezas que fueron llegando desde rincones diversos del país producto de una convocatoria abierta.



 

¿Y qué significó la distinción otorgada por la Cámara de Diputados bonaerense a la última intervención urbana realizada en San Pedro? 

P.R: Fue algo increíble. El proyecto “La Escalera de las flores” comenzó hace tres años de la mano de la Licenciada en Bellas Artes Mariana Maroli y la arquitecta María Luz Méndez con el apoyo del Municipio de San Pedro.  El proyecto fue tomando forma, gracias a la dirección de Turismo y la coordinación de la Directora Marcela Cuñer. El resultado es una obra monumental, una escalera en el espacio público y natural que tiene 112 escalones y 14 tramos que se desarrollan a lo largo de la barranca.



 

¿En general, cómo recepcionan los vecinos estas intervenciones?

P.R: Afortunadamente, cada intervención en espacios públicos o privados es recibida con mucho entusiasmo. Los vecinos disfrutan y agradecen. Han habido muchos murales homenaje, por ejemplo al doctor Favaloro, a los Héroes de Malvinas, a personalidades emblemáticas. Hay muchos movimientos que plasman su mensaje a través del mosaico que es eterno.