Patricia Miccio se fue dejando un legado de convicciones y lucha
El cáncer de mamas acabó con su vida luego de once años. El reconocimiento de los suyos por la energía, luz y una inigualable fortaleza.
DifÍcilmente exista en la Argentina mujer famosa capaz de asumir con entereza el largo calvario que le tocó padecer a Patricia Miccio. Acaso por esto, el pasado miércoles 6, después de confirmarse la muerte de la modelo, víctima del cáncer, decenas de mensajes fueron multiplicándose para recordar la luz y sobre todo la fortaleza de una mujer modelo. A los 56 años, tras once batallando contra el cáncer de mamas, Patricia partió casi en silencio después de la segunda y dura etapa del tratamiento. Atrás quedaban operaciones, sesiones de quimioterapia, pero también un libro donde Miccio confió los sinsabores de la enfermedad, pero también las razones para hacerle frente con dignidad e hidalguía. Y que mejor prueba de energía que la decisión de encarar con su último marido, Beto Vijnovsky, la creación de "Todos Santos" , el ciclo televisivo que desde canal 9, expuso una Miccio distinta, lejos del glamour y los desfiles de alta gama, buscando nuevos modelos que permitieran entender el mensaje de la vida y de la muerte. Madraza como pocas, hizo de su tarea cotidiana con sus afectos,un ejemplo de vida en un rubro donde las cuestiones familiares también suelen ser pruebas de fuego. El amor hacia Francis (26) y Axel (16), era su principal orgullo durante los encuentros con amigos y colegas. De hecho, la separación de Miccio con Lous Btest, padre de sus hijos, no alteró la relación si no todo lo contrario. Positiva, es la palabra elegida por sus amigos, apenas se conoció la noticia, aunque esto no disimulara su angustia por una enfermedad que nunca quiso ocultar. "Se aprende de lo bueno, pero sobre todo de lo malo", reconoció más de una vez, quien supo reclamar que "La vida siempre merece ser vivida". El modelaje, primero, el arte en general después y por último la fe, le permitieron darle sentido a una pelea sin tregua y terriblemente extensa. El entusiasmo por la extracción del tumor, le permitieron sobrellevar los diez años de la enfermedad con esperanza. En el final, la ex conductora de "Utilísima" habría sufrido a último momento una metástasis en el hígado, derivada del tumor original. Ciertamente, el entorno de Miccio que compartió sus últimos días, quedó sumamente golpeado al encontrarla abatida.
La despedida refleja como pocos, el caudal de afecto cosechado por Patricia. Desde muy temprano, el pasado miércoles ocho, en Jardín de Paz se reunieron exponentes del mundo de la política, la moda y el espectáculo. Notablemente conmovido Benito Fernández recordó su encanto, mientras Anamá Ferreira, Teresa Calandra, Mariana Arias y Virginia Elizalde, intentaban infructuosamente disimular las lágrimas. "Una vez me dijo que resignaba un año de su vida, por la salud de mi hijo", recordó Nancy Pazos junto a su esposo Diego Santilli. Daniel Scioli y Karina Rabolini, Mauricio Macri y Juliana Awada, Christiano Ratazzi y su familia, se sumaron a la lista. Mientras Susana Giménez compartía anécdotas con el Negro González Oro, Mirtha Legrand optaba por mantener su bajo perfil. Gustavo Yankelevich, su hijo Tomás y su pareja, Rossella Della Giovampaola recorrieron sin cruzar palabras, las instalaciones del Jardín. La memoria por la perdida de Romina Yan, volvía hacerse carne en quienes no pudieron disimular la angustia.
Conmovedor, en cambio, fue el abrazo silencioso compartido por los dos hombres más importantes en la vida de Miccio: Btesh y Vijnovsky, resumían de alguna manera el legado que dejó la conductora. A Louis le tocó compartir alrededor de 25 años con la madre de sus hijos, con Beto Vijnasky, en cambio, la historia de amor es más cercana. Las largas tardes frente al rïo uruguayo en Punta del Este, debilidad de la pareja desde que surgió el romance. La voz de dios. Algunos memorios recordarán sus consejos por Utilísima y su sentido del humor; otros las tardes divertidas junto al Negro Oro, en el esporádico magazine de las tardes de canal 9, pero ninguno difícilmente se olvide del ciclo casi mísitico que condujo en la noche de la misma emisora.
"Todos santos", era un mensaje para la gente pero también una especie de talismán para enfrentar lo que la vida le proponga. El ciclo de buen rating la colocó, de la noche a la mañana frente a Juan Pablo II. "Paz y una sentida emoción tras besar su anillo", fueron las palabras que eligió la mujer devenida en conductora, allá por 2004, tras la experiencia en el Vaticano. "Así como ese temible mal habita en alguna parte del cuerpo, también en otra parte late el deseo de salvación", escribió Patricia en su libro. Creyente, antes de partir se alimentó del Cuerpo de Cristo. La batalla celestial, era su otro desafío.