Paso a paso del asesinato de Ángeles Rawson: ¿cómo la mató Jorge Mangeri?
El Tribunal Oral en lo Criminal N° 9 dio a conocer los detalles del crimen que paralizó a toda la Argentina.
La muerte de Ángeles Rawson sigue generando resquemor en cada uno de los argentinos, y más cuando se van conociendo detalles de cómo la asesinó Jorge Mangeri.
La investigación reconstruyó el crimen y comienza a desvelarse el misterio: a las 9.52 del 10 de junio de 2013, la joven entró al edificio de Ravignani 2360 luego de volver de la clase de gimnasia y se topó con el encargado.
Aquí aparece la única incógnita de esta historia: todavía no se sabe qué excusa utilizó para quedar en privado con ella, y sólo se podrá conocer cuando el propio Mangeri lo admita.
"Mangeri desplegó su verdadero objetivo que no era otro que abusar sexualmente de Ángeles, aprovechándose de la edad de ella, la diferencia de contextura física y en un claro contexto de violencia de género, acreditada por la situación de vulnerabilidad de la nombrada, su condición de mujer, el aprovechamiento de la confianza previa preexistente dado que aquel la conocía desde hacía 11 años, todo ello con el fin de satisfacer sus bajos instintos sexuales, cosificando a su víctima a quien desconoció y ultrajó su dignidad, su libertad sexual e integridad física", detalló en el expediente el Tribunal Oral en lo Criminal N° 9.
Luego de que Ángeles resistiera el intento de abuso, comenzaron los golpes y arañazos, lo que le generó algunas heridas que terminaron exponiendo a Mangeri, a quien se le encontró ADN de la joven en sus uñas.
"Ante la imposibilidad de consumar el ataque sexual, y para garantizar su impunidad, decidió darle muerte, para lo cual le oprimió el cuello con una de sus manos y con la otra le obstruyó la nariz y boca, generando con ello un mecanismo de asfixia mixto que mantuvo intencional y deliberadamente hasta matar a su víctima, sofocación que se calcula duró al menos cinco minutos", agregaron en el expediente.
Luego de asesinarla, tuvo que deshacerse del cuerpo: "Con el fin de garantizar su impunidad, decidió descartar su cuerpo a través de un mecanismo que le resultaba conocido y propio, como es el del sistema de recolección de residuos. Para ello, continuó su faena criminal atando el cuerpo sin vida de la joven con distintas sogas sobre sus muñecas, tobillos y cuello, para resultarle más manipulable en aras de sus fines de despojo, colocándole una bolsa de nylon con la inscripción 'DIA %' e introducir el cadáver dentro de una bolsa de consorcio negra".