Paritarias: los grandes gremios definen suba (ignoran a Moyano)
*Por Carlos Burgueño. Desde esta semana deberán comenzar a definirse las paritarias más importantes del año. En la mayoría de los casos siguiendo a los gremios más grandes y representativos del país, la situación tiene la misma característica: ninguno acepta el tope del 24 por ciento que firmó el camionero Hugo Moyano hace casi un mes.
Ese porcentaje debía servir, según pensó el Gobierno, como faro para el resto de los gremios en negociación. Sin embargo, y salvo un giro de último momento, la posición de los colegas del titular de la CGT, es la de sostener, bajo la amenaza de paros y movilizaciones, los reclamos por encima de 30 por ciento.
En muchos casos como los de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y gastronómicos, debió intervenir el Ministerio de Trabajo dictando la conciliación obligatoria. En otros, como bancarios y Comercio, directamente comenzaron las amenazas de movilizaciones cuando los empresarios ofrecieron el plan que había cerrado Moyano.
El escenario de las paritarias que involucra a más de tres millones de trabajadores que comenzarán a definirse a partir de hoy es el siguiente:
Bancarios. El jueves pasado, un plenario de la Asociación Bancaria autorizó a los dirigentes del gremio que reemplazan a Juan José Zanola (preso por la investigación de la mafia de los medicamentos), a «adoptar medidas de fuerza si continúan sin prosperar las negociaciones paritarias». Reclaman un incremento salarial del 40 por ciento para el mínimo y del 35 por ciento en promedio, y rechazan una primera oferta de las entidades financieras de un alza del 25 por ciento en tres pagos.
UOM. El gremio que dirige Antonio Caló se encuentra bajo la conciliación obligatoria dictada por el ministerio de Trabajo, tras anunciar un paro para esta semana. Los metalúrgicos mantienen el pedido de aumento del 35 por ciento para todo el sector, con la premisa de llegar a un nuevo mínimo de $ 4.000. En general, las grandes empresas (Siderar, Aluar, Acindar) aceptan el 35 por ciento que firmaría la UOM, lo mismo que Renault, la única terminal automotriz representada por este gremio. Sin embargo, las pequeñas y medianas metalúrgicas así como las empresas de herramientas, electrodomésticos y maquinaria del interior, consideran que otorgar ese incremento, en una situación de precios controlados, haría imposible la continuidad del negocio.
Comercio. El sindicato de Armando Cavalieri se encuentra en una posición interna incómoda (sufre el avance de Moyano que quiere tanto quitarle afiliados como vencerlo en elecciones internas), por lo que se mantiene irreductible de llevar a $ 4.000 el mínimo del sector. Esto implicaría un incremento del 40 por ciento, lo que se sumaría al reclamo de Cavalieri de pedir una readecuación de los pagos por horas extras y trabajo los fines de semana.
Alimentos. En una situación similar a la de Cavalieri, pero jaqueado por las comisiones internas de izquierda en empresas como Kraft, Pepsico y Molinos, el gremio de Rodolfo Daer pidió la semana pasada un aumento generalizado del 40 por ciento. Esto llevó a los empresarios del sector nucleados en la Federación de Industrias de Productos Alimenticios y Afines a aclarar que cualquier tipo de incremento importante será inmediatamente trasladado a los precios.
Gastronómicos. El sindicato de Luis Barrionuevo es otro de los que se encuentra bajo la conciliación obligatoria dictada por Trabajo. El gremio había amenazado con parar las actividades durante la Semana Santa, medida que tuvo que ser levantada por la decisión de la cartera laboral. Esta semana la entidad volverá a negociar con los representantes del sector (fundamentalmente hoteles cinco estrellas y restoranes) y reiterará el pedido de aumento del 40 por ciento y un nuevo mínimo de $ 4.000 mensuales. Los empresarios aseguraron que ambas cuestiones son imposibles de aceptar.