¿Para qué sirven los chequeos?
Diez días antes de morir, Néstor Kirchner se había realizado un examen físico completo vinculados a la afección cardiovascular que padecía. Un hombre del entorno médico del ex presidente señaló que "no se detectaron anomalías en las arterias ni en el músculo cardíaco. Le dio completamente normal".
¿Para qué sirven los chequeos médicos? ¿Es posible que esos controles den bien y la persona muera a los pocos días? Muchos se están preguntando esto. Sucede cada vez que se produce un desenlace fatal inesperado, sobre todo si la persona "había ido al médico la otra semana ".
Cuando Kirchner supo que los exámenes eran "normales" planeó una seguidilla de viajes: el miércoles estuvo en el Chaco; el jueves, en Chivilcoy; el sábado, en Río Gallegos y finalmente en El Calafate. Su médico personal no estaba con él al momento de la descompensación cardíaca que lo llevó a la muerte. ¿Se había quedado tranquilo Kirchner por los resultados de los análisis? ¿Qué significa que un chequeo médico resulte normal en una persona con una patología crónica?
La Capital consultó a dos especialistas para conocer cuál es el verdadero valor de estos exámenes. Para saber cuánto puede predecir la medicina respecto del futuro inmediato de un paciente.
Jorge Manera, jefe del departamento de clínica médica del sanatorio Británico, señaló que "Kirchner no se realizó un chequeo preventivo o de pesquisa de una condición asintomática, sino el control de una enfermedad grave establecida y en tratamiento. Esto, que se enmarca dentro de la prevención terciaria (cuando ya sufrió una enfermedad y se intentan minimizar las posibilidades de nuevos episodios), evita un gran número de recidivas o agravamientos pero en otras ocasiones no, pudiendo darse la reiteración, por ejemplo en infarto agudo de miocardio o accidente cerebrovascular, que puede tener a veces un episodio fatal".
Queda claro que un examen que no brinda datos preocupantes o que impliquen un cambio radical en el tratamiento no garantiza que el paciente tenga una determinada sobrevida o que no vaya a padecer otros episodios de gravedad.
"Hay que tener en cuenta -agrega el médico- que el infarto agudo de miocardio, que según los trascendidos periodísticos llevó a la muerte a Kirchner, es productor de muerte súbita". Y agrega: "En su génesis posee, generalmente, lesión vascular instalada donde en el momento agudo se produce un fenómeno dinámico de trombosis que no puede ser previsto; sí tal vez es posible disminuir porcentualmente la chance de producción con un correcto tratamiento".
Espejo. Cuando un hombre o mujer público sufre un problema de salud grave o muere siendo aún joven, todas las miradas se posan en lo que les sucedió. Pasado el impacto de la noticia, es común que la gente se pregunte: "¿Puede pasarme a mí?", y en el caso puntual de Kirchner: "¿Para qué voy a ir al médico si igual me puedo morir?".
"Es incuestionable el rol del control periódico en salud (chequeo) para el logro de una correcta educación médica, y la prevención o pesquisa de condiciones asintomáticas, el llamado diagnóstico precoz de enfermedades curables o tratables", dice Manera.
La prevención terciaria es necesaria ya que "busca que el evento no se reitere y puede ser eficaz". Quizá lo sucedido a Kirchner ponga una vez más sobre la mesa que las enfermedades cardiovasculares son las que ocasionan el mayor número de muertes en América latina y en la Argentina. Prevenirlas, a través de la dieta, la actividad física regular y moderada, el abandono del cigarrillo u otras drogas, y el control del estrés, ayuda a prolongar la vida. Lo mismo que detectarlas a tiempo cuando ya se han producido.