“Para mí también es histórico”
Lo dijo en exclusiva para DIARIOVELOZ.COM, Tito Samelnik, el dueño de Matices y encargado de vestir a la primera pareja gay que se casó en forma legal en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Sin lugar a dudas, el casamiento entre Alejandro Jorge Vannelli y Ernesto Rodríguez Larrese va a quedar en la historia como el primer matrimonio gay llevado a cabo en un registro civil porteño. Pero también será inolvidable para Tito Samelnik, quien en su local Matices ideó y confeccionó el vestuario que ambos novios usaron en la ceremonia.
“La verdad es que fue un desafío muy importante para mí –sostiene- ya que lo común es que yo vista al novio y mi mujer Clotty se haga cargo de la novia. En este caso vestí yo a los dos novios. Además, tiene mucha trascendencia por ser la primera y porque este tipo de bodas no existía. En mi caso apoyé desde un principio este tipo de unión y me pareció muy emotivo lo que se vivió en el Civil, por todo lo que lucharon ellos para llegar a este momento”.
Al recordar el día en que se acercaron a proponerle que sea el diseñador, Tito cuenta que “no tuvimos mucho tiempo para prepararnos. En general, los novios vienen buscando auxilio, porque no saben que ponerse. En este caso busqué armonía y equilibrio entre ellos. No me daba vestir a uno muy clásico y al otro muy jugado. Por eso para el civil opté por dos ambos de la colección de sastrerías clásicas de Matices con camisas, una color natural y la otra celeste, con corbatas engamadas con pañuelos. Estaban los dos muy modernos y sobrios como para la ocasión”.
Además, Tito les preparó los trajes que lucirán el próximo viernes, cuando la boda se lleve a cabo por la noche en Espacio Darwin. Aunque quiera guardar el secreto para no romper con la expectativa, revela que “para esa noche, ellos venían con la idea del clásico jacquet, que es como lo más habitual y fácil. Una especie de uniforme de casamiento. Pero charlando les mostré opciones más modernas y distinguidas, de la colección de telas exclusivas que traigo de afuera que tiene un corte muy moderno con accesorios muy actuales. Lo tomé como si cada uno de ellos fuera un novio que va a casarse con su novia. Así es como encontré dos conjuntos que tienen que ver entre sí, pero sin ser iguales. Estoy seguro que van a marcar tendencia por lo moderno y por los accesorios, que le dan cierta luz. Por suerte pudimos encontrar la conjunción entre algo fino y armónico”.
Para cerrar, Tito Samelnik reconoce que se abre un nuevo universo para el mundo de la moda. “Ellos se acercaron a mí porque me conocían por haber vestido a figuras que Alejandro representa. Pero a partir de esto, y de que voy a vestir a Roberto Piazza para su casamiento, recibí llamados de muchas parejas de países limítrofes que van a venir a casarse aquí y me pidieron que los asesorara y les preparara la ropa”.
“La verdad es que fue un desafío muy importante para mí –sostiene- ya que lo común es que yo vista al novio y mi mujer Clotty se haga cargo de la novia. En este caso vestí yo a los dos novios. Además, tiene mucha trascendencia por ser la primera y porque este tipo de bodas no existía. En mi caso apoyé desde un principio este tipo de unión y me pareció muy emotivo lo que se vivió en el Civil, por todo lo que lucharon ellos para llegar a este momento”.
Al recordar el día en que se acercaron a proponerle que sea el diseñador, Tito cuenta que “no tuvimos mucho tiempo para prepararnos. En general, los novios vienen buscando auxilio, porque no saben que ponerse. En este caso busqué armonía y equilibrio entre ellos. No me daba vestir a uno muy clásico y al otro muy jugado. Por eso para el civil opté por dos ambos de la colección de sastrerías clásicas de Matices con camisas, una color natural y la otra celeste, con corbatas engamadas con pañuelos. Estaban los dos muy modernos y sobrios como para la ocasión”.
Además, Tito les preparó los trajes que lucirán el próximo viernes, cuando la boda se lleve a cabo por la noche en Espacio Darwin. Aunque quiera guardar el secreto para no romper con la expectativa, revela que “para esa noche, ellos venían con la idea del clásico jacquet, que es como lo más habitual y fácil. Una especie de uniforme de casamiento. Pero charlando les mostré opciones más modernas y distinguidas, de la colección de telas exclusivas que traigo de afuera que tiene un corte muy moderno con accesorios muy actuales. Lo tomé como si cada uno de ellos fuera un novio que va a casarse con su novia. Así es como encontré dos conjuntos que tienen que ver entre sí, pero sin ser iguales. Estoy seguro que van a marcar tendencia por lo moderno y por los accesorios, que le dan cierta luz. Por suerte pudimos encontrar la conjunción entre algo fino y armónico”.
Para cerrar, Tito Samelnik reconoce que se abre un nuevo universo para el mundo de la moda. “Ellos se acercaron a mí porque me conocían por haber vestido a figuras que Alejandro representa. Pero a partir de esto, y de que voy a vestir a Roberto Piazza para su casamiento, recibí llamados de muchas parejas de países limítrofes que van a venir a casarse aquí y me pidieron que los asesorara y les preparara la ropa”.