Para levantarte a un cerdo
A mucha gente le gusta la panceta y era cuestión de tiempo que a alguien se le ocurriera tomar su sabor, embotellarlo y venderlo como el mejor perfume de todos los tiempos.
El Fargginay Bacōn está hecho con "11 aceites esenciales puros y populares y una leve pizca de... panceta" y ya se comercializa como panceta en frasquitos. Se supone que la extravagante colonia es un redescubrimiento de la receta secreta de John Fargginay, un carnicero parisino que, a comienzos del siglo XX, "descubrió la habilidad para levantar el ánimo de sus clientes" usando una combinación de panceta, aceites esenciales y hierbas. Lamentablemente, la receta original se perdió debido a un incendio en 1924, pero John Laydon, propietario actual de Fargginay, intentó recrear la fragancia y la embotelló bajo el rótulo de Bacōn.
Ya existen, en diversas partes del mundo, el chocolate de panceta, la mermelada de panceta y la panceta para untar, así que ¿por qué no agregar a la lista un perfume? El Bacōn no va a hacer que apestes a panceta, pero quizá logre que algunos perros hambrientos te persigan o algún cerdo cariñoso se te acerque más de la cuenta.
Ya existen, en diversas partes del mundo, el chocolate de panceta, la mermelada de panceta y la panceta para untar, así que ¿por qué no agregar a la lista un perfume? El Bacōn no va a hacer que apestes a panceta, pero quizá logre que algunos perros hambrientos te persigan o algún cerdo cariñoso se te acerque más de la cuenta.