¿Para eso querían YPF?
Por Nieves Otero. La empresa recientemente expropiada tuvo en el último trimestre un 51 por ciento menos de ganancias que el mismo período del año anterior. La desilusión por la YPF que no fue.
Por Nieves Otero
notero@diarioveloz.com
@nieves_otero
Hoy se dio a conocer que la recientemente expropiada YPF ganó, durante el tercer trimestre del año, un 51 por ciento menos respecto al mismo período del año pasado, cuando aún estaba en su totalidad, en manos de privados.
Nuevamente la desilusión se apoderó de los argentinos, las inversiones crecieron, pero los números de los resultados bajaron. ¿Para eso querían manejar YPF?
Parece que el toque de Cristina no se asemeja demasiado al "toque del rey Midas" y la llegada de su equipo a la compañía con sede en el barrio de Puerto Madero, no contribuyó con los números.
El tercer trimestre del año, correspondiente a los meses de julio, agosto y septiembre, es el primer trimestre completo con el Estado a cargo de la petrolera. Un trimestre poco favorable, ya que se invirtió más dinero que en mismo período del año anterior y se ganó un 51 por ciento menos. ¿Cómo es posible? Nos resta esperar que se trate de inversiones a largo plazo entonces, cuyos frutos se verán en un tiempo. ¡Así lo deseamos!
No se trata de hacer un análisis financiero. Sí, aprovecho este espacio para reconocer que aquella tarde de abril cuando la presidente Cristina Fernández de Kirchner anunció la intervención de la compañía una mezcla de sensaciones se apoderó de los argentinos.
Por un lado, muchos no aprobaban la expropiación y estatización de la petrolera. Pero por otro lado, todos soñamos por un momento con volver a tener la gran empresa que supo ser el orgullo de todos los argentinos, aquella de la que nuestros abuelos hablaban con cariño y que garantizaba la energía en cada punto del país.
No se trata de generar controversia ni discutir si está bien o mal que la empresa más grande de la Argentina pertenezca al Estado, ni mucho menos intentar dilucidar los misteriosos motivos que hicieron que el oficialismo rompa el matrimonio con el grupo Eskenazy y decidiera apropiar la empresa.
Lo importante ahora, es mirar hacia el futuro y que la petrolera produzca y garantice el acceso a la energía, más allá de quienes sean sus conductores. Para lo cual serán decisivas las decisiones financieras que se tomen en la compañía de ahora en más.
Para el futuro, cercano, esperamos que el Estado pueda revertir los números y que la empresa vuelva a ser el orgullo nacional. No tenemos ganas de preguntarnos dentro de tres meses nuevamente ¿Para esto querían YPF?
Mientras tanto y en medio de la incertidumbre, continúan las reestructuraciones en la compañía, gente procedente del ministerio de Planificación sigue desembarcando al edificio ubicado en Macacha Güemes, a la vez que se registró un record de renuncias en el 2012. Ah, y como no podría ser de otra manera para una empresa "Nacional y Popular", fiesta de fin de año en Tecnópolis.
notero@diarioveloz.com
@nieves_otero
Hoy se dio a conocer que la recientemente expropiada YPF ganó, durante el tercer trimestre del año, un 51 por ciento menos respecto al mismo período del año pasado, cuando aún estaba en su totalidad, en manos de privados.
Nuevamente la desilusión se apoderó de los argentinos, las inversiones crecieron, pero los números de los resultados bajaron. ¿Para eso querían manejar YPF?
Parece que el toque de Cristina no se asemeja demasiado al "toque del rey Midas" y la llegada de su equipo a la compañía con sede en el barrio de Puerto Madero, no contribuyó con los números.
El tercer trimestre del año, correspondiente a los meses de julio, agosto y septiembre, es el primer trimestre completo con el Estado a cargo de la petrolera. Un trimestre poco favorable, ya que se invirtió más dinero que en mismo período del año anterior y se ganó un 51 por ciento menos. ¿Cómo es posible? Nos resta esperar que se trate de inversiones a largo plazo entonces, cuyos frutos se verán en un tiempo. ¡Así lo deseamos!
No se trata de hacer un análisis financiero. Sí, aprovecho este espacio para reconocer que aquella tarde de abril cuando la presidente Cristina Fernández de Kirchner anunció la intervención de la compañía una mezcla de sensaciones se apoderó de los argentinos.
Por un lado, muchos no aprobaban la expropiación y estatización de la petrolera. Pero por otro lado, todos soñamos por un momento con volver a tener la gran empresa que supo ser el orgullo de todos los argentinos, aquella de la que nuestros abuelos hablaban con cariño y que garantizaba la energía en cada punto del país.
No se trata de generar controversia ni discutir si está bien o mal que la empresa más grande de la Argentina pertenezca al Estado, ni mucho menos intentar dilucidar los misteriosos motivos que hicieron que el oficialismo rompa el matrimonio con el grupo Eskenazy y decidiera apropiar la empresa.
Lo importante ahora, es mirar hacia el futuro y que la petrolera produzca y garantice el acceso a la energía, más allá de quienes sean sus conductores. Para lo cual serán decisivas las decisiones financieras que se tomen en la compañía de ahora en más.
Para el futuro, cercano, esperamos que el Estado pueda revertir los números y que la empresa vuelva a ser el orgullo nacional. No tenemos ganas de preguntarnos dentro de tres meses nuevamente ¿Para esto querían YPF?
Mientras tanto y en medio de la incertidumbre, continúan las reestructuraciones en la compañía, gente procedente del ministerio de Planificación sigue desembarcando al edificio ubicado en Macacha Güemes, a la vez que se registró un record de renuncias en el 2012. Ah, y como no podría ser de otra manera para una empresa "Nacional y Popular", fiesta de fin de año en Tecnópolis.