Para el juez , el abuso fue el móvil y la resistencia de Ángeles llevó a Mangeri al femicidio
Javier Ríos dejó asentado que Mangeri quiso abusar de Angeles. Además, consideró que el portero pudo haber parado, pero prefirió seguir hasta el homicidio.
El juez de instrucción Javier Ríos dejó finalmente en claro al procesar nuevamente a Jorge Néstor Mangeri como autor del crimen de Ángeles Rawson que el abuso sexual fue el móvil del ataque y que la resistencia que ofreció la víctima llevó al portero a avanzar en su plan criminal para terminar cometiendo un femicidio.
Así se desprende del procesamiento de 69 fojas que firmó el magistrado para adecuar la imputación del ex encargado de Ravignani 2360 y esta vez dejarlo preso con una carátula gravísima que lo deja al borde de una prisión perpetua: "abuso sexual con acceso carnal en grado de tentativa agravado por haberse causado un grave daño en la salud física de la víctima en concurso real con el delito de femicidio también agravado por su comisión criminis causae -por haber sido cometido para ocultar el delito precedente y procurar su impunidad-".
"El abuso sexual es lo que da el motivo que Mangeri tuvo en miras al iniciar el desarrollo de los hechos criminales que se le atribuyen", señala el juez para luego afirmar que da por acreditado que el portero "estando a solas con la menor, abusó sexualmente de ella con el propósito de accederla carnalmente, extremo que no llegó a conseguir".
Para el juez, el abuso y el homicidio fueron "dos hechos
independientes entre sí".
"En efecto, no se advierte la existencia de un plan previo por parte del imputado que consistiera en abusar sexualmente de la menor y luego quitarle la vida", señala el magistrado.
"Por el contrario -continúa-, las constancias de la causa son demostrativas de que el imputado había decidido abusar sexualmente de la menor con el propósito de accederla carnalmente y que la resistencia opuesta por la niña llevó al imputado a ejercer una violencia que terminó siendo inusitada".
Pero el juez va más allá y afirma que Mangeri "podría haberse detenido en ese punto" pero "frente al panorama que había generado -una niña menor de edad que vivía en el mismo edificio del imputado y a cuya familia conocía, a la cual había sometido sexualmente con el propósito de accederla carnalmente y la había golpeado a un punto tal que presentaba
lesiones de una ostensible gravedad- decidió avanzar en la ilicitud".
"Fue la imposibilidad de consumar el acceso carnal lo que dio origen a la nueva decisión criminal, esto es el homicidio, pues debido a la cantidad de lesiones de extrema gravedad que causó el imputado en el cuerpo de Ángeles Rawson durante el abuso sexual, decidió quitarle la vida para ocultarlo y procurar su impunidad".