Sociedad
Papa Francisco: "Yo quiero ir a Argentina"
Jorge Bergoglio conversó con Daniel Hadad y habló de todo. "No hay una negación de ir. Yo estoy abierto a que se dé la oportunidad", afirmó. También abrió la puerta a que se revise el celibato para los sacerdotes católicos.
El papa Francisco brindó una entrevista a Daniel Hadad, de cara a los 10 años de papado. En ese marco, se animó a hablar de todo contó en una larga entrevista que estuvo cerca de visitar la Argentina en diciembre de 2017 como parte de una gira que incluía a Chile y Uruguay, pero explicó que debió suspenderse por las elecciones presidenciales chilenas.
"Entonces tuvimos que pasar Chile a diciembre y ya ir en enero a Argentina y a Uruguay. En enero no encontrás ni al gato, ¿viste? Entonces se cambió el programa y se hizo Chile y Perú. Y quedaron Argentina y Uruguay para después. Y ese después es lo que estamos esperando [de] la coyuntura. No hay una negación de ir. No, de ninguna manera. Estuvo planeado el viaje. Yo estoy abierto a que se dé la oportunidad", dijo Jorge Bergoglio en un reportaje que concedió al portal Infobae.
Agregó que existen "miles de factores" para definir una visita al país y mencionó que uno de ellos es la "coyuntura sociopolítica". "A veces la visita de un Papa puede ser usada, en todos los lugares. Que no sea usada ni para un lado ni para otro", explicó y admitió que un buen momento podría ser luego de unas elecciones presidenciales.
"El celibato en la iglesia occidental es una prescripción temporal"
Durante la entrevista, el Papa se refirió también al tema del celibato en los sacerdotes católicos y admitió que se podría revisar esa disciplina al considerarla como "una prescripción temporal".
"En la Iglesia Católica hay sacerdotes casados: todo el rito oriental es casado. Todo. Todo el rito oriental. Acá en la Curia tenemos uno, hoy mismo me lo crucé, que tiene su señora, su hijo", planteó el pontífice.
Si bien el Papa considero que no cree que revisar la norma pueda hacer que más gente se sume al sacerdocio, sí sostuvo que "no hay ninguna contradicción para que un sacerdote se pueda casar."
En otro pasaje de la entrevista, al condenar actitudes machistas, el Papa agregó que "a veces el celibato te puede llevar al machismo".
Una reflexión sobre el Mundial
Francisco contó que, a pesar de su ya conocido fanatismo por el fútbol, no vio la final de la Copa del Mundo entre Argentina y Francia. En ese momento, narró, estaba reunido con unos pilotos aeronáuticos.
Luego tomó el ejemplo de ese partido y el de Holanda, en los que la Selección ganaba hasta que le empataron el resultado, y dijo: “Los argentinos tenemos como una cultura de dejar a la mitad, nos cuesta terminar las cosas; como que vencemos antes de tiempo. Nos cuesta terminar el perfil de las cosas”.
Nostalgia de Buenos Aires
Reconoció que le da “un poco de nostalgia la Ciudad de Buenos Aires”, donde nació y vivió. “No puedo callejear, como lo hacía allá”, dijo y reveló que una de las cosas que “cambiaron mi actitud” y marcaron su personalidad fue ver a las madres de las personas detenidas.
“Cuando tenía que tomar el colectivo que estaba frente a la cárcel de Devoto, en la fila eran casi todas madres de reclusos. Entonces pensaba lo que sentirían esa mujer y ese hijo. Eso fomentó en mí una especial cercanía a los presos.”
Sobre la homosexualidad
Francisco volvió a mostrar una apertura hacia las personas homosexuales. “La iglesia es para todos”, dijo. “Esta es una iglesia de pecadores. La iglesia de santos no sé dónde está, acá somos todos pecadores”.
La referencia sobre el tema fue en respuesta a una pregunta sobre la ratificación o no de cuando dijo: “Yo no soy quién para juzgar” a una persona homosexual.
“La gran respuesta la dio Jesús: todos. Todos. Adentro todos”, puntualizó. “La iglesia es para todos. Y cada uno resuelve sus posturas ante el Señor con la fuerza que tenga”, entonces “¿quién soy yo para juzgar a una persona si tiene buena voluntad?”
“Hoy en día se pone mucho la lupa sobre este problema. Creo que hay que ir a lo esencial del evangelio: Jesús llama a todos y cada uno resuelve su relación con Dios como puede o como quiere; a veces quiere y no puede, pero el Señor espera siempre”, definió.
También se refirió a las persecuciones que padecen las personas y los colectivos homosexuales. Durante una entrevista anterior “hablé de la criminalización. La criminalización es un problema serio: hay alrededor de 30 países que de uno u otro modo tienen criminalizado esto. Y casi diez, con la pena de muerte. Casi diez”, cuestionó.
Sobre las críticas a su papado
Bergoglio admitió que conoce las críticas a su papado y habló de las resistencias en la curia romana y de “traición”. Dijo que “hay resistencias” y las diferenció entre “las malas y las buenas”.
“La resistencia buena es que si yo hago un proyecto bueno, veamos un poco, que se discuta. La resistencia mala es la que se discute por acá (señala adelante) y se va por atrás buscando la traición también. Pero o soy ingenuo no les hago caso”, se sinceró.
De estas últimas, agregó, “sé que las que ha habido, y hay algunas que están escondidas en algún rincón”, reconoció. El problema no es que las haya, prosiguió, sino cuando llevan las cosas “al borde del cisma”. “Eso es lo feo”.
“Pero en la iglesia desde el inicio hubo resistencias. Cuando San Pablo cuenta que lo encaró a Pedro y le dijo que era un hombre como si fuera de dos caras, porque con los judíos no comía carne y con ellos sí. Eso no es resistencia, eso ayuda al gobierno. Cuando me hacen críticas de frente las agradezco. Por ahí no me gustan, pero las agradezco”, concluyó.
Sobre el machismo en la Iglesia
“A veces el celibato te puede llevar a un machismo”, consideró el Papa y criticó que la administración vaticana, antes de él, no incluía tanto a las mujeres. “Un cura que no sabe trabajar con las mujeres le falta algo, no está maduro”, sostuvo.
En el Vaticano “era muy machista todo, pero es parte de la cultura, no es culpa de nadie. Siempre se hizo así. Ahora están trabajando más”, dijo y mencionó todos los cambios que hizo en los distintos organismos de la iglesia para incluir a mujeres.
Cuando esto ocurrió, afirmó, “la cosa cambió”. “Las mujeres resuelven, y resuelven bien”, dijo y contó que una vez le pregunto a una “jefa de gobierno de altísimo nivel” para llevar su cargo: “Me miró, silencio y dijo ‘como hacemos las mamás’. Tienen otra metodología, las mujeres. Tienen un sentido del tiempo, de la espera, de la paciencia, diverso al hombre. Esto no hace disminuir al hombre, son distintos. Y tienen que complementarse”.
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