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Papa Francisco: ¿Cuál será el primer conflicto internacional para resolver?

La presencia de un primer mandatario en la asunción del Sumo Pontífice, trajo un conflicto internacional que tendrá que resolver el Vaticano.

La colérica reacción china a la visita a Roma del presidente taiwanés Ma Ying-jeou, que el martes asistió a la misa inaugural del sumo pontífice, es el primer problema diplomático para el nuevo papa Francisco.

"Nosotros esperamos que el Vaticano tome medidas concretas para crear las condiciones para mejorar las relaciones", declaró Hua Chunying, la portavoz de la cancillería china, en Pekín, pidiendo implícitamente al Vaticano que renunciara a su invitación. "Nosotros esperamos que, bajo la dirección del nuevo Papa, el Vaticano adoptará una actitud flexible y pragmática" respecto a China, dijo Hua en cuanto fue electo el nuevo jefe de la Iglesia católica.

La Santa Sede sugirió en numerosas oportunidades que estaría dispuesta a sacrificar sus relaciones con Taiwán a favor de Pekín siempre que se garantizara la libertad religiosa de los católicos en China continental, y también la del Papa de nombrar él mismo a los obispos.

La última visita de un dirigente taiwanés al Vaticano tuvo lugar en 2005, cuando el presidente Chen Shui-Bian asistió al funeral de Juan Pablo II.

Pekín rompió sus relaciones diplomáticas en 1951 con el Vaticano, después de que éste reconoció a Taiwán. La ruptura fue definitiva en julio de 1957 con la creación de una Iglesia católica controlada por el régimen comunista chino, en pleno período de persecuciones contra los cristianos chinos.

El régimen chino, furioso por la participación taiwanesa, se negó a enviar a un representante a la misa inaugural del papa Francisco y protestó ante el gobierno italiano por haber otorgado una visa al presidente taiwanés.

El portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi, precisó en varias oportunidades que la Santa Sede no invitaba a nadie a esa misa y que todos eran bienvenidos. Era una forma de señalar que no podía seleccionar a los invitados.

"Nadie es privilegiado, nadie es rechazado, todos los que dicen que vendrán son bienvenidos", afirmó. "El Vaticano no puede impedir al presidente taiwanés que esté presente, es una ceremonia pública", declaró a la AFP el padre Bernardo Cervellera, director de AsiaNews, una agencia de información católica especializada en las cuestiones asiáticas.