Papa Francesco no es lo mismo que Máxima
La ignorancia y la mala leche siguen haciendo estragos en las redes sociales y los medios masivos. Decir que el caso Bergoglio y el de Máxima Zorreguieta son idénticos, que nada va a cambiar en el país con ambas asunciones es parte de la estupidez colectiva que nos acecha.
Por Jorge D. Boimvaser
@boimvaser
Los Beatles habían revolucionado la cultura popular, nada iba a ser igual antes y después de ellos. En medio del imparable furor, Paul compuso un tema épico dedicada a la Madre María. Todos gozamos con el "Let it be" (Déjalo Ser), en el cuál la virgen del catolicismo le decía al ser humano en tiempos de problemas: Déjalo ser, déjalo estar.
A nadie se le ocurrió en el Planeta preguntarse si todos se habían vuelto "re católicos de golpe" por disfrutar esa canción célebre.
Tiempo más tarde, John Lennon le cantó a la ilusión de soñar un mundo mejor (Imagine) aclarando: "Puedes decir que soy un soñador, pero no soy el único".
Si crees que los sueños son apenas ilusiones mágicas, te sugiero la obra del gran físico inglés Stephen Hawking –cerebro fundamental de la ciencia moderna- "Los sueños de los que está hecha la materia".
El mundo desconcertante de la física cuántica (esa que Einstein llamó en sus principios "espeluznante") que parece violar las reglas del sentido común es el que puede hacer posible que los sueños de Lennon, la admiración de Paul por la Madre María y las palabras de Francesco en pos de un mundo mejor se unan y hagan realidad que la materia sea trabajada por los soñadores con la pasión del orfebre.
Si hay vientos de cambio en el Planeta, ¿por qué no dejarlos que soplen primero antes de hablar desde la ignorancia, como ocurre tan a menudo en las redes sociales?
No sé si la mala leche nos está ganando por goleada, no tengo el termómetro para medir esos fenómenos, pero la repetición intensiva de estupideces respecto al ex Cardenal Jorge Bergoglio da asco y bronca a la vez.
Diferente, como la distancia de la tierra a la luna, es el caso de Máxima Z., pronto a coronarse Reina de Holanda. Eso sí no cambiará nada en el mundo y compararlo con Francesco I es una barrabasada que de no haberse extendido de forma interminable en las redes sociales no valdría la pena la menor mención.
También llueve y crece como el "cucumelo" de los eyaculadores precoces de la filosofía barata y los zapatos de goma (Charly García lo dijo) el decir que el Papa argento no mencionó los grandes males de la iglesia.
¿Pretenden que en un par de días Bergoglio limpie las basuras que durante siglos el Vaticano guarda bajo la alfombra? ¿Querían que cuando salió al balcón en Roma su primera bendición fuera a los gays, a los pro abortistas y a los condenados de la Tierra?
Los que invierten el tiempo en hacer una photoshopeada de conciencia berreta en el cuál un Ford Falcón verde es el nuevo diseño del papamóvil de Francesco, han tenido un éxito de difusión que aterra un poco.
Nadie como Bergoglio debe recordar estas horas que cuando el Papa Juan Pablo I (Albino Luciani) quiso meter cambios de fondo en el Vaticano, su mandato duró apenas 33 días. Ya lo dijimos en otra ocasión pero vale recordarlo, la investigación del escritor inglés David Yallop, "Por voluntad de Dios", una obra cumbre de la investigación en la cuál el crimen y la conspiración en Roma son parte de la realidad y no un Código Da Vinci literario. La bajas en formato PDF y lo gozás gratis.
Si ya envenenaron un Papa, ¿por qué no hacerlo con otro que quiere sacar los pies del plato?
Francesco I debe tener ese recuerdo "in pectore" y si se mueve con prudencia, sus primeros gestos de no rencor ni ostentaciones ya alcanza para ponerle unas fichitas de esperanza.
No soy ni católico ni re católico ni peronista ni de San Lorenzo (para colmo, bostero, hijo de los cuervos), pero apuesto a que los sueños de los que está hecha la materia alcancen para hacer más cálido un mundo frío que sigue manipulado por la estupidez y la ignorancia. Venga de Puerto Madero o desde cierta izquierda y progresismo tonto, da lo mismo.
Y sabiendo que Francesco es un paladar rosa para los buenos vinos, además de jugar al truco como pocos, ¿no le ponés un pleno y antes de criticar y repetir como un loro barranquero, esperas que gire la ruleta y a lo mejor no nos decepciona?