Padres de Berardi en maratón por Matias junto a Red Solidaria
Los padres de Matías Berardi y Red Solidaria a cargo de Juan Carr, anunciaron que realizarán una maratón en homenaje al joven que fue secuestrado y asesinado en un descampado del partido de Campana el 23 de setiembre pasado.
El propio Juan Carr, en declaraciones junto a los padres del chico -que es la primera vez que hablan a los medios de prensa tras el hecho-, dijo que "el maratón será el más corto del mundo, pero será la más emotiva y tendrá muchos contenidos a nivel social".
"Serán 300 almas, pero seguramente se sumarán muchísimas más", añadió Carr. "Esto es un lanzamiento constructivo para nuestra sociedad e invitamos a todos los jóvenes a que se sumen al homenaje de Matías, para que juntos vayamos emprendiendo un nuevo camino a la vida que no es nada fácil" contó por su parte María Inés, la madre del joven.
Al mismo tiempo la mujer aseguró que "debemos cambiar como sociedad, y el dolor que tenemos toda la familia y amigos de mi hijo se debe transformar en un cambio para todos, porque Mati era un buen hijo, muy solidario y era muy querido por toda la gente que lo conocía".
"El caso tiene a ocho personas procesados por el secuestro y el asesinato de Matías Berardi, todos con prisión preventiva y prevén una pena de reclusión perpetua", dijo por su parte el abogado de la familia Eduardo Durarano.
Por último, María Inés agregó que espera "que la muerte de mi hijo sirva para algo, para que nosotros sigamos viviendo en la Argentina y para que podamos dar apoyo a nuestros jóvenes que son el futuro del país".
La historia de Matías Berardi comenzó la madrugada del martes 21 de septiembre luego de que el joven había ido a una fiesta de egresados de un colegio de San Isidro en la disco Pachá, ubicada en la Costanera Norte de la Capital Federal.
De allí salió en una combi alquilada especialmente por los padres, junto a su grupo de amigos, se bajó en el cruce de Ruta 26 y Panamerica, en Maschwitz, donde hay una estación de servicio para luego tomarse otro transporte que lo llevaría a su casa en un country de Pilar. Matías se bajó de la combi a las 5.30 de la mañana y a las 6.20 sus padres recibieron el primer llamado extorsivo.
La primera llamada la hizo el propio Matías, que no estaba asustado, y les dijo a sus padres que había sido secuestrado. La última comunicación entre la familia y los secuestradores fue a las 20.20 del mismo martes.
Luego, en la madrugada del miércoles el joven apareció ejecutado de un balazo en la espalda en un descampado de Campana.
"Serán 300 almas, pero seguramente se sumarán muchísimas más", añadió Carr. "Esto es un lanzamiento constructivo para nuestra sociedad e invitamos a todos los jóvenes a que se sumen al homenaje de Matías, para que juntos vayamos emprendiendo un nuevo camino a la vida que no es nada fácil" contó por su parte María Inés, la madre del joven.
Al mismo tiempo la mujer aseguró que "debemos cambiar como sociedad, y el dolor que tenemos toda la familia y amigos de mi hijo se debe transformar en un cambio para todos, porque Mati era un buen hijo, muy solidario y era muy querido por toda la gente que lo conocía".
"El caso tiene a ocho personas procesados por el secuestro y el asesinato de Matías Berardi, todos con prisión preventiva y prevén una pena de reclusión perpetua", dijo por su parte el abogado de la familia Eduardo Durarano.
Por último, María Inés agregó que espera "que la muerte de mi hijo sirva para algo, para que nosotros sigamos viviendo en la Argentina y para que podamos dar apoyo a nuestros jóvenes que son el futuro del país".
La historia de Matías Berardi comenzó la madrugada del martes 21 de septiembre luego de que el joven había ido a una fiesta de egresados de un colegio de San Isidro en la disco Pachá, ubicada en la Costanera Norte de la Capital Federal.
De allí salió en una combi alquilada especialmente por los padres, junto a su grupo de amigos, se bajó en el cruce de Ruta 26 y Panamerica, en Maschwitz, donde hay una estación de servicio para luego tomarse otro transporte que lo llevaría a su casa en un country de Pilar. Matías se bajó de la combi a las 5.30 de la mañana y a las 6.20 sus padres recibieron el primer llamado extorsivo.
La primera llamada la hizo el propio Matías, que no estaba asustado, y les dijo a sus padres que había sido secuestrado. La última comunicación entre la familia y los secuestradores fue a las 20.20 del mismo martes.
Luego, en la madrugada del miércoles el joven apareció ejecutado de un balazo en la espalda en un descampado de Campana.