Oyarbide: "Están queriendo jugar al juez"
Oyarbide se mostró "muy triste" y advirtió que "están ocurriendo cosas muy raras", al cuestionar el manejo policial en el caso del Gran Rex.
El juez federal Norberto Oyarbide se mostró hoy "muy triste" y advirtió que "están ocurriendo cosas muy raras", al cuestionar el manejo policial del caso del artefacto explosivo hallado en el Teatro Gran Rex, dirigido al ex presidente colombiano Alvaro Uribe.
"Aquí hay alguien que está queriendo jugar al juez", se quejó Oyarbide, al advertir que no avaló "el peritaje" que -según lo señalado desde la Policía- determinó que el artefacto se habría tratado de una bomba de estruendo.
El magistrado señaló que él es "el único que tiene capacidad para ordenar ese peritaje", y enfatizó: "no sé quién dio la orden" de realizarlo.
Oyarbide indicó que primero un alto funcionario de la Policía Federal a quien describió como la "máxima autoridad que combate el terrorismo" le informó que se trataba de una bomba, pero luego "aparece una versión policial que dice que era poco menos que una bombita de olor".
"Estoy muy triste como juez porque están ocurriendo cosas muy raras", enfatizó el magistrado al hablar brevemente con la prensa.
Ayer, luego de ser desactivada la bomba hallada en el Gran Rex por intervención de la División Explosivos de la Policía Federal, el juez Oyarbide junto con su secretario Carlos Leiva realizaron una inspección en el lugar y secuestraron los videos de distintas cámaras de seguridad, así como actas del ingreso de personas para intentar determinar él o los autores de la colocación del aparato.
Fuentes judiciales informaron que el artefacto, compuesto de dos piezas, era sofisticado en cuanto al método para hacerlo detonar, que es con la activación de una alarma del celular preparada para activarse a las 16.20 horas, teniendo en cuenta que a las 15:00 se
daba comienzo al encuentro de Uribe que incluía también un cóctel.
Los investigadores aseguraron que si bien por las características del artefacto se trataba de una bomba de estruendo, la misma en caso de ser detonada cerca de una persona puede provocar daños de consideración e incluso hasta provocarle la muerte.
"Era una bomba de estruendo, de efecto rompedor escaso y con sólo poder auditivo", describió por su parte Néstor Rodríguez, jefe del departamento de Prensa de la Policía Federal, en declaraciones a los periodistas.
"Aquí hay alguien que está queriendo jugar al juez", se quejó Oyarbide, al advertir que no avaló "el peritaje" que -según lo señalado desde la Policía- determinó que el artefacto se habría tratado de una bomba de estruendo.
El magistrado señaló que él es "el único que tiene capacidad para ordenar ese peritaje", y enfatizó: "no sé quién dio la orden" de realizarlo.
Oyarbide indicó que primero un alto funcionario de la Policía Federal a quien describió como la "máxima autoridad que combate el terrorismo" le informó que se trataba de una bomba, pero luego "aparece una versión policial que dice que era poco menos que una bombita de olor".
"Estoy muy triste como juez porque están ocurriendo cosas muy raras", enfatizó el magistrado al hablar brevemente con la prensa.
Ayer, luego de ser desactivada la bomba hallada en el Gran Rex por intervención de la División Explosivos de la Policía Federal, el juez Oyarbide junto con su secretario Carlos Leiva realizaron una inspección en el lugar y secuestraron los videos de distintas cámaras de seguridad, así como actas del ingreso de personas para intentar determinar él o los autores de la colocación del aparato.
Fuentes judiciales informaron que el artefacto, compuesto de dos piezas, era sofisticado en cuanto al método para hacerlo detonar, que es con la activación de una alarma del celular preparada para activarse a las 16.20 horas, teniendo en cuenta que a las 15:00 se
daba comienzo al encuentro de Uribe que incluía también un cóctel.
Los investigadores aseguraron que si bien por las características del artefacto se trataba de una bomba de estruendo, la misma en caso de ser detonada cerca de una persona puede provocar daños de consideración e incluso hasta provocarle la muerte.
"Era una bomba de estruendo, de efecto rompedor escaso y con sólo poder auditivo", describió por su parte Néstor Rodríguez, jefe del departamento de Prensa de la Policía Federal, en declaraciones a los periodistas.