Otro papelón para Flybondi: un vuelo tardó un día y medio en unir Mendoza con Iguazú
A menos de un mes de su debut en el país, la empresa low cost sufrió otro traspié.
A menos de un mes de su debut en el país, la empresa low cost sufrió otro traspié: un vuelo que, por lo general, demora dos horas y media terminó tardando 36 horas. Los pasajeros jamás se subieron a un avión de esa aerolínea y tuvieron que hacer dos escalas.
No despega. La empresa aérea Flybondi volvió a ser el centro de quejas de decenas de pasajeros a menos de un mes de haber aterrizado en el país. Esta vez, un vuelo de Mendoza a Iguazú tardó 36 horas en llegar a destino y los pasajeros jamás pisaron un avión de esa low cost.
Todo comenzó este jueves en el aeropuerto de Mendoza, donde los pasajeros debían embarcarse en un avión de la empresa a las 7.30 para llegar alrededor de las 11 a Iguazú.
Sin embargo, la compañía se vio obligada a cancelar un vuelo por inconvenientes en su único avión y derivaron los pasajeros para que viajen en una aeronave de la firma Andes, que partió a 17 con destino a Córdoba.
Los casi 70 pasajeros -entre ellos niños y adultos mayores- tuvieron que pasar varias horas en el aeropuerto esperando para poder tomar otro avión que los lleve a Iguazú. Sin embargo, cerca de las 3 de este jueves partieron en otro avión de Andes con destino al Aeroparque Jorge Newbery. El destino final parecía estar cada vez más lejos.
Cansados y con sus bolsos a cuesta, los pasajeros estuvieron en el aeroparque porteño hasta las 15 de este viernes cuando finalmente partieron rumbo a Iguazú.
Fuentes vinculadas a la compañía indicaron que entre el jueves y viernes se reprogramaron 6 vuelos y que, a raíz del inconveniente técnico, la empresa derivó el grueso de sus pasajeros hacia el aeroparque porteño para que vuelen por otras aerolíneas.
"En todos los casos la compañía ofrecerá un resarcimiento por las demoras ocasionadas. El avión tuvo una falla en una de sus ruedas, que será resuelta durante el día", explicaron las fuentes.
El viaje duró 36 horas casi lo mismo que hubiese demorado un micro de larga distancia desde Mendoza a Córdoba. En cambio, si los pasajeros hubieran viajado en auto habrían tardado unas 23 horas en recorrer los 2000 kilómetros que separan el aeropuerto mendocino con el de Iguazú.
Leila Spaciuk, una de las pasajeras de este eterno vuelo, contó a través de su cuenta el Twitter la odisea que tuvo que vivir.