Otro conflicto que lesiona al Colón
El Teatro Colón es una pieza clave en el dispositivo cultural público de nuestro país. Se ha realizado un gran esfuerzo para sostener su recuperación edilicia y puesta en valor en el año del Bicentenario, pero la sucesión de conflictos es una fuente de incertidumbre que afecta la continuidad de la programación artística y provoca una lesión muy severa sobre la imagen de la institución.
Las disputas gremiales en esta ámbito cultural tienen una larga data, pero en las últimas semanas se ha asistido a una agudización de la conflictividad que ha provocado la suspensión de funciones y el creciente enfrentamiento entre la dirigencia sindical y las autoridades del Teatro.
En este punto, es indispensable que se abra una instancia de diálogo y que las partes adopten tesituras encaminadas a lograr una solución del conflicto, priorizando el interés público por encima de cualquier otra consideración.
El Colón es sostenido por toda la comunidad porteña y el conflicto, entonces, afecta principalmente a los objetivos que deben orientar la política democrática en el área. Estos son promover el acceso de bienes culturales, sostener la calidad artística y formar elencos de jerarquía.
Estos fines requieren de compromisos básicos entre todos los actores participantes. Y deben ser, entonces, estas directrices las bases a partir de las cuales se reconstruya un clima de diálogo, respeto y búsqueda de acuerdos para que prosiga la programación y las actividades de un espacio cultural que es un orgullo nacional.
El conflicto sindical en el Teatro Colón compromete el cumplimiento de sus objetivos. Se requieren compromisos básicos entre los trabajadores y autoridades del Teatro.