Otra vuelta por los viejos bares
*Por Alberto Albertengo. Como habitualmente ocurre, las notas tras ser publicadas se enriquecen con los recuerdos de los lectores. Muchas veces ni falta hace que estos recuerdos sean expresos; pero ¡que satisfacción cuando un llamado telefónico, un mail, una carta o una opinión en el sitio de internet de EL DIA completan la evocación, siempre limitada por la corta memoria de cada uno!
Hoy, como un doble homenaje a los bares y a quienes nos escribieron, editamos tres mensajes que cuentan historias de viejos bares que ocuparon cuadras y cuadras de la tradicional avenida 7. Desde el boliche de los García -entre 68 y 69-, hasta El Aguila -en plaza Italia-, sin olvidar El Parlamento, la vieja París, La Perla y muchos otros bares y confiterías.
BAR DE LOS GARCIA
"Las notas de los boliches aparecidas en EL DIA me han retrotraído a mi juventud -dice en un mail José Raúl Molina-. Es más -agrega- en pocos minutos recorrí con mi memoria los ayeres, cuando de chico miraba de afuera (como dice el poeta) y ya mocito entraba a ese contenedor social de varios linajes que es era el bar del barrio. Uno de aquellos que vuelve a mi mente es el de los hermanos García que estaba ubicado en 7 e 68 y 69 (el local todavía existe) al que concurrían sedentarios vecinos, gente del juego y las mujeres, u otros, como yo, atraídos por ese olor entrecortado de vinos, ginebras, sudor y tabaco. A veces a la noche caída algún bardo quejumbroso, con una viola tapada con un poncho y se ponía a deshilachar tangos y milongas camperas, las que aumentaban el tradicional convite, del tómese otra que está paga".
"¡Qué tiempos! -concluye Molina-, no sé si los que sobrevivieron al descomunal impacto de la nueva sociedad sienten como yo ese sabor nostálgico que hoy las notas publicadas me han hecho recordar. Ojalá así fuera".
CIRIACO Y EL AGUILA
"El Boliche de Ciriaco mencionado en la nota publicada en EL DIA -dice la profesora Susana Bautista Hualde-, era el café El Aguila, efectivamente ubicado en la esquina de avenida 7 y plaza Italia".
"Ese bar perteneció a Martín Hualde y a su sobrino Pedro Mastroiani, familiares míos por vía materna. Ciriaco, a quien le faltaba una pierna, fue un empleado que entró a trabajar muy joven, adolecente le diría, y luego quedó al frente del bar".
"Martín Hualde, su hermano Pancho y Pedro Mastroiani, también tuvieron, durante muchos años, a su cargo la confitería del lago del Bosque , hoy reciclada".
"Es más -concluye el mail-, tengo para compartir en otra ocasión anécdotas del paseo del bosque protagonizadas por viejas familias de La Plata, entre ellas mi madre que hoy cuenta con 93 años".
A LA SALIDA DEL CINE
"A los recuerdos expuestos en las notas de EL DIA, agrego los míos -dice un corresponsal anónimo, que expuso su opinión en el sitio del diario en internet-. Fue en algunos de estos bares donde pasé las horas de 'las ratas' al cole o de las famosas salidas de los sábados a la tarde-noche o los domingos, tras las funciones del cine".
"Recuerdo que en la calle 7 había varias lugares, casi paradas obligatorias. En 7 y 51 sigue estando El Parlamento, al que se agregaba El Tirol, en 7 y 50. Más allá, el Ponte Vecchio y La París (la de antes); para llegar a 7 y 48 donde reinaba la finoli La Perla. Además, cómo no recordar en 7 y 47 al Bristol o el San Vicente, entre 46 y 47, con el gallego García con su Infusso Hidro Compreso di Café".
"Las barras de muchachos nos juntábamos para ver pasear a las chicas a la salida de los cines. Y piropo va, mirada viene, más de una historia terminó en casorio. La Plata, ¡que linda eras! Los nostálgicos, y por qué no románticos -concluye el lector-, te extrañamos".
¡Bien hecho, amigos!