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Otra vez, un asesino "con ayudita"

El asesinato de Yasmine Chacoma, de 11 años, en Comodoro Rivadavia, podía haberse evitado. Un juez decidió darle salidas transitorias a Miguel Paillalaf, y abrió la puerta para que el crimen de la nena se consumara.

Paillalaf no era un delincuente más. En 2005, lo habían condenado a 9 años de cárcel por abusar de dos varones adolescentes.

En marzo del año pasado, el juez Fabio Monti, decidió darle salidas transitorias. Y Paillalaf no volvió más. No sólo que no volvió. Aprovechó la libertad, para repetir su tendencia criminal. Secuestró a Yasmine Chacoma a la salida de un supermercado, la violó y la mató estrangulándola. Espanotoso.

Paillalaf aprovechó "la manito" que le dieron para salir. Y ni bien pudo, salió otra vez de cacería.

Todos los ataques ocurrieron en el mismo mes: septiembre. Los abusos fueron similares.

Lo que está claro es que el juez Monti, no estaba obligado a liberar a Paillalaf. También es cierto que le dio una salida transitoria, y jamás hubo preocupación por garantizar el cumplimiento de ese beneficio.

Para decirlo más claro. La salida transitoria podía evitarse.
Es cierto que, los jueces dan el beneficio por una cuestión temporal-legal. Es decir, a tanto tiempo cumplido de una pena, los presos pueden pedir estas salidas. También es cierto que, si quieren, los jueces, pueden decir que no, basándose en estudios psicológicos o psiquiátricos. Cuando se trata de delincuentes sexuales, el ojo del juez debiera ser más agudo, más fino, y en general, no lo es.

En este caso, a Yasmine la terminó matando un asesino que tenía que estar preso, y no lo estaba. Lamentable.