Otra vez el apellido Bulacio traspasado por una tragedia
Por José Luis Ferrari. El derrumbe de la obra de ampliación del aeropuerto de Ezeiza y el recital de los Redonditos de Ricota unidos en un mismo nombre.
El 24 de septiembre pasado, siendo alrededor de las 16,20 hs, al ceder un andamio, de la obra de ampliación del aeropuerto de Ezeiza, y dio como resultado un muerto y catorce heridos de distinta consideración. El fallecido se llamaba José Bulacio. Otra vez este apellido traspasado por una tragedia.
El anterior Bulacio fue el joven asesinado por la policía al tratar de ingresar a un show de los Redonditos de Ricota. José, era el capataz de la obra, reforma que corría una carrera contra el tiempo. ¿Por qué el apuro? Era una obra que pensaba inaugurar el presidente Mauricio Macri, en una típica acción de épocas de proselitismo.
Se abrió la investigación que tratará de determinar qué pasó ese día. Seguramente, conozcamos solo una parte de los hechos. Como en otras tragedias, en donde pierden vidas los obreros, se le asigne responsabilidad a un estamento menor de la empresa, quienes encubrirán a los verdaderos responsables de estas tragedias evitables.
Se trata de conocer por qué cedió el andamio. Las causas pueden ser diversas pero hay algo que es cierto y concreto, el sindicato ya había advertido que la obra no reunía las mínimas condiciones de seguridad para los trabajadores.
Como corolario, y a modo de anécdota, el Poder Ejecutivo, por un decreto, modificó la forma de calcular las indemnizaciones por accidentes de trabajo y obvio que redujo los montos, en claro perjuicio de los trabajadores. Estamos frente a un Estado asesino que no controla y reduce derechos asignados por ley del congreso.
Un decreto jamás puede restringir derechos, con lo cual, más tarde que temprano, la familia del obrero fallecido recibirá la indemnización que traiga un poco de alivio al dolor por la pérdida física de quien mantenía la economía familiar. Así José Bulacio podrá descansar en paz.
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