DOLAR
OFICIAL $816.08
COMPRA
$875.65
VENTA
BLUE $1.18
COMPRA
$1.20
VENTA

Orlando Barone escribió un poema contra las "balas de tinta"

El periodista criticó los "medios dominantes", que "oscurecen la vida de quienes viven leyéndolos".

El periodista Orlando Barone publicó este lunes un poema contra las "balas de tinta", inspirado en una frase que realizó la semana pasada la presidente Cristina Fernández, durante un acto en Berazategui.

El panelista de 678 tomó la frase "Hay balas de tinta que intentan derrocar gobiernos populares", y bajo el título "Tintoreritos" escribió una columna de opinión donde cuestiona el papel de los medios, en referencia directa al grupo Clarin.

En el texto, publicado en el portal Diario Registrado, Barone cuestionó a los "medios dominantes" que "tiñen, enturbian y oscurecen la vida de quienes viven leyéndolos".

Además, se refirió sin nombrarlo al periodista Nelson Castro quien se "permite diagnosticarles síndromes a otros", en referencia a los dichos del conductor de "Entre Líneas" quien sostuvo que la presidente padece el "síndrome de Hubris".

Este es el poema entero:

Aunque sus deseos serían

que las balas fueran

de plomo, se excitan

disparando balas

de tinta

y esperan con regocijo

las consecuencias.



Los tintoreritos

tiñen, enturbian

y oscurecen la vida de

quienes viven leyéndolos

y escuchándolos

empujados por la inercia del hábito

que los sujeta a la amarra

y que les desgana la voluntad

y la "involuntariza".



Los periodistas dominantes,

de los medios dominantes,

del grupo dominante

se arrogan el uso dominante

de la fuerza crítica  

amparados

en la omnipotencia  

de representar el rating

de los ciudadanos.



Y actúan como impostores

neutrales

para públicos perdidos

en el atávico aplauso

a quienes los engañan.

También  los aplauden

líderes partidarios

que con tal de ser movidos

por el titiritero

renuncian al "yo"

y van cambiando de ritmo

al compás ideológico

de las mudanzas.



Dudoso  ejercicio la metralla

periodística,

que en la Argentina actual

fertiliza en golpistas

corporativos

y en intrigantes

consentidos por la fama

y el rango de contratos

que premian prósperamente

sus servicios subterráneos

como si fueran los más altos.



Tanto ataque entintado

de televisión, de radio ,

de diarios, de cacerola

y de agenda dominante

forma parte de la "gran escala"

exigida por un grupo

de comunicación

tentacular, polimorfo,

anfibio, satelital

y "cautelarístico"

para expandir su cacería

contra el Estado

insolentemente popular

que no se amolda

a la resignación política.



Los tintoreritos, presumidos,

se permiten diagnosticarles

síndromes a otros.

Siendo que ellos padecen

de despatriotismo,

de rémoras cipayas

y de claudicación colectiva.

Sin verguenza cargan

esa deshonra

con  falsa honra inexplicable.



No obstante  

ya hay partes de la vida

Argentina fortificadas

a las que el estruendo



de las balas de tinta

llega debilitado e inocuo.

Casi idiotizado

por su origen opositor

recurrente.



Claro que es cierto el fin de ciclo.

Y será celebrado democrática

y jurídicamente. Y justicieramente.

El fin de ciclo del dominio balístico

de los tintoreritos

y el paulatino desarme

de sus instigadores.