¡Arde Tele!
Oriana Sabatini y Paulo Dybala compartieron un video inédito de su boda y se volvió viral
A cinco meses de su casamiento, la modelo y el futbolista conmovieron a sus seguidores con un compilado de los mejores momentos de la ceremonia.
Este año Oriana Sabatini y Paulo Dybala fueron los protagonistas de una de las bodas más comentadas. La pareja dio el sí el pasado 20 de julio en el el Dok Haras, ubicado en Exaltación de la Cruz, en la zona norte de Buenos Aires. Un lugar que es reconocido por ser un espacio que combina arquitectura con enormes parques, el lugar cuenta con caballeriza, pulpería, padrillera, picadero, sala de carruajes, comedor regional, club de polo, pub inglés, bodega, capilla y extensos parques.
Allí, ante más de 300 invitados, entre amigos y familiares, la pareja selló su unión amorosa. Así las cosas y a cinco meses de aquel día, en sus redes sociales la modelo y el futbolista del AS Roma publicaron un video resumen de aquella jornada especial.
“A cinco meses de este momento, acá un recuerdo del día más lindo del año. De nuestras vidas, también”, escribieron en el epígrafe de una publicación en conjunto que realizaron en sus respectivas cuentas de Instagram. En el video se ve desde la preparación hasta el beso con el que le dieron forma a esa unión, tan deseada por ambos. Además, se escuchan los gritos de celebración de parte de sus seres queridos, felices por estar acompañándolos en esta ocasión única.oriana abrazando a ova llorando, el discurso hermoso que le dio a paulo y su mirada tan pura y real😭❤️🔥 pic.twitter.com/Kpx5DdMAkp
— pupi ᛕᔰ (@countlesscarori) December 20, 2024
Sin embargo, lo más representativo fue el momento cúlmine de la ceremonia, en el que la artista y el futbolista leen sus votos. "Estoy sentado arriba del avión terminando de escribir esta carta mientras me tomo un café a dos horas de llegar. Me emociona pensar que voy a poder leerte esto, me emociona casi tanto como escribirlo", dice el cordobés, con su inconfundible tonada.
“Quisiera escribir hojas y hojas porque realmente es mucho lo que tengo por decir, pero ese deseo le gana a una imagen, la tuya. Vos enfrente mío, escuchándome decir lo que llegó el momento que hoy, después de tanto tiempo, llegamos a este lugar”, agrega, ya con el tono quebrado.
Luego se escucha la voz de Oriana relatando una escena icónica de su niñez: “Ahí estoy con mi mamá a los cuatro años en el altillo de nuestra casa en San Isidro, poniéndome el tutú blanco mientras ella saca su cámara para inmortalizar el momento. Mi mamá se agacha y me pasa un velo. El que usó ella. Me lo pone y yo la miro como si ella pudiera ver el amor que destella este acto, como si pudiera adivinar que esta coronación sería un momento trascendental para la Oriana del futuro”.
“Amar es empezar a soñar con alguien. Y yo empecé a soñar el día que entendí que era con vos”, retoma Paulo. “Nos conocimos muy de a poco. A veces paseo por el recuerdo y no veo nuestros primeros encuentros. Vamos lento. Eso siempre me gustó. En un mundo de velocidad, nosotros fuimos un reloj de arena. Me acuerdo viajar desde Córdoba para venir a verte. La gente que te tiene cerca vive mejor, es más feliz. Es así, Ori”.
"Míranos ahora, parados y rodeados de las personas que amamos y las que tenemos guardadas acá adentro, porque ya no están", invita Oriana, conmovida y segura de lo que está diciendo. “Como yo te miro convencida de que mis ojos te cuentan que lo hacen de la misma manera que lo hicieron cuando me cantaste esa canción al oído, cuando te conocí por primera vez, convencida de que mi mirada te habla mientras te dice que no importa cuántas veces nos encontremos en un espacio lleno de gente, o en una ruta donde nos rodea un paisaje imposible de ignorar o un estadio donde a veces todo se vuelve demasiado. Mis ojos siempre están ahí para buscarte y encontrarte”.
“Te amo como nunca imaginé que podía amar a una persona. Gracias por dejarme saber lo terriblemente hermoso que se siente eso”, concluye Dybala. Y su esposa, vuelve a convidar una anécdota de la intimidad.
“Veo al chico que una mañana fría de julio, cuando le dije por primera vez que lo amaba, me miró con un zigzag confuso en los ojos y me contestó. ‘¿Estás segura?' Como si él tampoco pudiese creer que al final alguien también lo iba a amar por lo que es. Nos veo a nosotros, los veo a todos y me veo a mí volviendo a contestarte. ‘Sí, estoy segura’. Te amo".
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