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Ordenaron la liberación del joyero

El comerciante que mató a un ladrón que intentó robarle, declaró en tribunales y se determinó que recupere su libertad.

El joyero y pastor evangélico que ayer mató a puñaladas con el arma blanca que le quitó a uno de los dos delincuentes que lo asaltaron en la zona de los Tribunales porteños fue liberado esta tarde por la Justicia, al considerar que actuó en legítima defensa.

"Le explicó a la jueza que era matar o morir", contó el abogado del comerciante, Gonzalo Romero Victorica, respecto a lo que su cliente, Fernando Blanco (40), declaró durante tres horas ante la magistrada Laura Bruniard.

Tras la indagatoria, la jueza dispuso la libertad del joyero, pero previamente el hombre fue conducido hasta la comisaría tercera para una revisión médica, ya que tiene algunos cortes en el cuerpo producto del forcejeo con el ladrón.

Romero Victorica explicó que el hecho fue enmarcado en un "homicidio en legítima defensa" y que la jueza descartó que su cliente pueda fugarse o entorpezca la investigación, donde ya se
reunieron todas las pruebas.

"Aquí no estamos frente a un "justiciero", ni alguien que sale y persigue durante horas a su agresor. Estamos en presencia de alguien que tiene frente a sí a alguien que tiene un cuchillo, una pistola, con quien se bate a duelo y se juega la vida", remarcó.

Aseguró que durante el robo, al joyero "le referían que conocían todos sus movimientos, a su familia y que tenían en su poder a sus hijos".

Por el hecho, también declararon dos empleadas que acompañaban a Blanco al momento del intento de robo y fueron agredidas por los asaltantes.

"Las dos mujeres explicaron cómo ingresaron a trabajar, que fueron sorprendidas en el pasillo del sexto piso por dos personas armadas y por qué ingresó Blanco primero con uno (de los ladrones) y la puerta se cerró después de un forcejeo", señaló.

Según el defensor, su cliente, que es pastor evangelista, "tiene una mezcla de sensaciones y sentimientos, de momento alegría por salir en libertad, y una enorme tristeza por la pérdida de la vida de una persona".

"Es un hombre con una profusa vida espiritual", afirmó Romero Victorica, quien dijo que si bien Blanco sabe que el ladrón que escapó lo conoce, no ha pedido protección.

Otro de los abogados del joyero, Juan Cabiche, dijo a Télam que ahora que su cliente recuperó la libertad, le solicitarán a la jueza que dicte su sobreseimiento.

El hecho ocurrió pasadas las 9 de ayer en el sexto piso de un edificio situado en Talcahuano 178, a sólo tres cuadras del Palacio de Tribunales.

Allí tiene su oficina comercial Blanco que se dedica a revender al por mayor bijouterie, alhajas y accesorios que importa.

Según fuentes policiales, el comerciante llegó al edificio para abrir la oficina junto con dos empleadas, ya que todos viven en el mismo barrio.

Los tres subieron al sexto piso donde, escondidos en el pasillo, en el sector de las escaleras, los esperaban dos delincuentes, uno armado con un cuchillo y el otro con un arma de fuego.

En la oficina, hay una clave para conectar la alarma y otra para desconectarla pero que, de todas maneras, avisa a la Policía y Blanco apretó la segunda.

Cuando los efectivos concurrieron al lugar para corroborar por qué se había activado la alarma, el ladrón que portaba el arma de fuego optó por huir sin llevarse nada.

"Quedó el otro, quien al venir la policía intuyó o interpretó que había sido por un aviso que había dado Fernando y entonces se ensañó con él y lo quiso agredir", explicó Cabiche.

Ante esta situación el joyero comenzó a forcejear con el asaltante, logró quitarle el arma blanca y lo apuñaló, por lo cual el cadáver quedó tendido en el piso.

Allí trabajaron peritos de la Unidad Criminalística en busca de huellas, rastros y alguna posible grabación de cámaras de seguridad que les permita identificar al ladrón que huyó, en tanto que Blanco fue demorado.