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Opinión

*Por Hugo Caligaris."Solamente los necios no cambian de opinión cuando ven que cambia la realidad." (Del gobernador sanjuanino, José Luis Gioja, al explicar por qué incumplió su vieja promesa de que no aspiraría a un tercer mandato.)

El gobernador Gioja opina que Cristina Kirchner debería elegir a un peronista como compañero de fórmula, para no repetir la "experiencia Cobos". Fuentes generalmente bien informadas señalan que el gobernador Gioja está dispuesto a opinar lo contrario en caso de que Cristina Kirchner elija a alguien no peronista, incluida la "experiencia Cobos", como compañero de fórmula. "El tiene anotadas en su agenda diez respuestas para cada pregunta, porque nunca se sabe cuántas veces es capaz de cambiar la realidad", aseguran las fuentes.

Hay que ser necio como Galileo cuando se emperraba en decir que la Tierra es redonda para aferrarse siempre a la misma opinión. Aquí no hay ningún político necio, pero Gioja les saca a sus colegas una pequeña luz: ha hecho del pensamiento lateral una cuestión de fe y una norma de vida. Un ejemplo: enfrentado con su hermano César, que se oponía a la "re-re", sugirió durante la campaña que jamás volvería a tenderle la mano. "De la traición no se vuelve", proclamó. Unos días después, mostró su competencia en el arte del cambio de opinión: "No soy rencoroso, creo que siempre hay vuelta".

Siempre hay vuelta. La doctrina del gobernador Gioja enseña que la opinión es una tortilla que se cocina de ambos lados. Y como es una doctrina contagiosa, los que van a votar deben tener muy presente que nunca deben guiarse por las opiniones de los candidatos. Para elegir un candidato, hay que tomar en cuenta otros parámetros: cómo se viste, cómo se corta el pelo, si le gusta más lo dulce o lo salado, si mira el fútbol por televisión, si lee o no los libros de Paulo Coelho. Cualquier cosa, menos las opiniones.

Hay que taparse los oídos, como los marineros de Ulises, para no escuchar a estas sirenas, porque al primer golpe de realidad lo despluman a uno, lo dejan con una mano atrás y otra adelante.