Ojo con los buitres de adentro: son los peores
Cualquiera que haya sido instruido por La Cámpora lo sabe: lo importante es identificar el enemigo. Una vez que lo hiciste, lo demás viene por añadidura.
Extraído de La Nación
Por Carlos M. Reymundo Roberts
Cualquiera que haya sido instruido por La Cámpora lo sabe muy bien: lo importante es identificar el enemigo. Una vez que lo hiciste, lo demás, es decir, su destrucción, viene por añadidura. Básico como soy, una vez, en medio de una sesión de adoctrinamiento, pregunté qué íbamos a hacer cuando no quedara ninguno. "Buscarnos otros, gil. Una revolución siempre necesita enemigos."
Ahora, el mandato bajó claro. Hay que detectar a los buitres internos. "Son los peores", nos advirtieron. Puse manos a la obra, y con horror pronto llegué a la conclusión de que, efectivamente, la Argentina se está llenando de esa gente execrable. Pero además de ser muchos, son poderosos y están muy activos. Y así como nosotros tenemos el lema "Patria o buitres", el de ellos es abominable y perturbador: "Buitres o buitres".
Para entendernos, el buitrismo es un movimiento con sede en el despacho de Griesa y ramificaciones en todo el país, al que se propone esquilmar, someter. Cuando Cristina y Kicillof se plantaron bajo el grito de "no pasarán", células hasta entonces sumergidas salieron a la luz. Nos invadieron. Descubrirlas es fácil: el que no está con nosotros, está con ellos. El que nos pega, está a sueldo de ellos. El que quiere que les paguemos, es uno de ellos. ¿Zannini organizó la colecta con los bancos para comprar la deuda? Se convirtió en sospechoso. ¿Fábrega pasó la gorra y logró juntar buena guita? Sospechoso. ¿Cristina fue la que autorizó esa movida? Sospechaba de los dos y les hizo pisar el palito. Por Dios, qué jugadora.
A la cabeza del proceso está, cuándo no, la Iglesia, que puso el grito en el cielo por la ola de despidos. Capitanich , un vocero de verbo inescrutable e ideas sofisticadamente confusas, esta vez contestó muy bien: les dijo a los obispos que en vez de meterse con el desempleo hablaran de los fondos buitre. Fue una forma de desenmascarar a los curas, que no criticaron a los buitres sencillamente porque son buitres vestidos de negro. De paso, que se entere el país: los que nos critiquen tendrán que enfrentar la misma acusación. Toda crítica será tomada como un servicio al buitrismo y un atentado contra la patria. ¡Gran idea, Capitanich! Quiero decir: gran idea para ser de Capitanich.
Además, ¿no les parece raro que de buenas a primeras haya tantos despidos en la industria, los servicios, el comercio? Lo de autos, un sector que venía con mucho dinamismo y de pronto se paró, es muy extraño. Algunos le echan la culpa a no sé qué impuesto. Mentira. Es evidente que Griesa dio la orden: "Nada de salir a comprar 0 kilómetro, ¿OK?" Voraz exterminador, también está detrás del cierre de miles de locales en todo el país. Y de fábricas. De la suba del dólar. De la crisis del sector inmobiliario. Del déficit fiscal. De la debacle energética. De la inflación. De la recesión. De los paros. La verdad, tenemos que estar atentos porque este tipo es un insaciable. Si no hacemos algo, nuestro lema ya no será "Patria o buitres", sino "Buitres o lo que queda de la patria".
El martes, Cristina fue a Paraguay a cobrar los 6000 millones de dólares que nos deben de Yacyretá. Pero se reunió durante dos horas con el presidente Cartes y no pudo arrancarle un mango. Nadie me saca de la cabeza que Cartes es buitre (aunque lo intentó disimular cuando, según me dicen, acusó de buitre a Kicillof por la forma desalmada en que negoció el monto y el plan de pago). Esta semana protestaron AEA, la Rural, la UIA y los bancos. Todos buitres. La CGT de Moyano reclama cambios en Ganancias. Buitres. La CGT oficialista también. Buitres. Hicieron paro los sindicatos de empleados de cine y no se pudo estrenar Relatos salvajes. Buitres. Buitres salvajes. Arrecian las muertes por la inseguridad. Buitres asesinos. Quebró la imprenta Donnelley y dejó a 400 operarios en la calle. Buitres terroristas. Los jueces comprometen cada vez más a Boudou. Buitres disfrazados de justicieros. Un fiscal duda de que a la novia de Boudou le hayan robado las computadoras. Buitre. Buitre perspicaz, admito. Las empresas de medicina prepaga reclaman un aumento de 9%. Buitres de guante blanco. Cae la siembra de maíz por tercer año consecutivo. Buitres de campo. Se multiplican los cortes de calles y piquetes. Buitres de ciudad. Hubo demoras y cancelaciones en Aeroparque. Buitres de alto vuelo. Le robaron 500.000 pesos de la recaudación a "la Mona" Jiménez. Buitres de cuarta (o cuarteteros).
Ya ven, la ofensiva no se detiene. También nos golpean afuera. En Nevada consiguieron avanzar en su intento de quedarse con 123 sociedades de Lázaro Báez sospechadas de lavar dinero. Tienen que ser muy audaces para tratar así al socio de Cristina.
Por eso, mi reporte a La Cámpora fue contundente. Caractericé al enemigo que tenemos enquistado como una hidra de mil cabezas, capaz, al mismo tiempo, de parar la producción, aumentar los precios, agitar los mercados, hacer caer el consumo, infiltrar las instituciones, sembrar la desconfianza, espantar a los inversores, perturbar los ánimos, dividir a los argentinos. Una hidra locuaz y poderosa, poderosísima. Una reina rodeada de súbditos. Con una ambición sin límite. Que hasta admite que va por todo.
No sé qué paso, de quién pensaron que estaba hablando, pero después de leer un par de veces mi descripción del enemigo, me echaron.