Odio a los animales, una celda sin inodoro y ocho litros de leche por día: revelan datos sobre Gil Pereg, “el hombre gato”
Una expareja de Gilad Gil Pereg y dos psiquiatras que lo evaluaron exhibieron discrepancias con su comportamiento "felino", a la vez que revelaron detalles particulares de su personalidad.
Gilad Gil Pereg (40), también conocido como el "Hombre Gato", continúa siendo motivo de discusión luego de obtener protagonismo por haber "maullado" durante el juicio en el que se lo acusa por los asesinatos de su madre (Pyrhia Saroussy) y tía (Lily Pereg).
El maullido interpretado por Gil Pereg duró cuatro minutos, casi el mismo tiempo que permaneció en la sala de debate antes de ser expulsado. Según consta en la pericia psicológica, padece de licantropía; es decir que es un ser humano que se siente animal.
Sin embargo, no es el único de los "secretos" que esconde. Durante la jornada del jueves 28 de octubre, declaró la ex novia del acusado y desmintió su supuesto amor por los animales. En declaraciones a Sitio Andino, dijo haberse peleado con él por ello.
La mujer relató, en presencia de las partes y la jueza técnica, Laura Guajardo, que en 2009, poco tiempo después de que Gil Pereg pisara suelo mendocino, inició una relación sentimental con él. "Nos alejamos porque él odiaba a los animales", remarcó.
Acto seguido, confesó: "Yo tenía perros y gatos y a él le molestaban. Una vez pateó a un perro en plena calle". La testigo dijo estar molesta por "no aportar nada nuevo": "Me habían dicho que no me citarían más con este caso. No tengo nada que ver.
No es la única "desmentida" sobre Gil Pereg. Dos psiquiatras que lo analizaron aclararon que si bien tiene comportamientos “diferentes” o “extraños”, nunca lo escucharon maullar como hizo en la de inicio del debate oral.
”Él sabe muy bien lo que ocurre a su alrededor”, manifestó ante el jurado popular Juan José Vilapriño, quien era director del hospital de salud mental El Sauce, de Mendoza, cuando Gil Pereg fue derivado desde el penal San Felipe.
Bajo la misma línea, opinó: “Vi que siente que es un gato. Vi que utilizaba esto para tener un beneficio". Al momento de fundamentar los motivos, contó: “Una vez no quiso hacer un test sobre un papel. Le dije que volvía al penal y pidió hacer el dibujo”.
En ese sentido, el director del hospital mental El Sauce remarcó que “Pereg está en condiciones de alta y de poder volver al penal” y concluyó: "Algunos aspectos de su vida no los comprende pero hay otros que sí. En psiquiatría no es blanco o negro”.
Finalmente, hizo una revelación inaudita sobre la experiencia del "Hombre Gato" en dicho penal: "Tenía dificultades para que se hiciera el tratamiento en la penitenciaria. Solicitó no poner inodoro porque lo hacía en la celda, y pidió ocho litros de leche por día”.
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