Octubre: entre la reelección y cambio de régimen
La Presidente quiere "profundizar" el modelo. Zannini, el influyente consejero de Cristina, lo llama "ir por todo el poder" . Algunos dirigentes de La Cámpora, agrupación que ocupa cada vez más cargos en la burocracia estatal, replican que avanzarán "por todo". Otros exponentes del "cristinismo" hablan de "radicalizar" el proyecto. Todos, en suma, se refieren a lo que pasará luego de las elecciones de octubre porque descuentan que Cristina será reelecta.
En su columna de hoy, Eduardo van der Kooy habla de un anticipo del futuro y señala que, lejos de desaparecer, las facetas más polémicas y autoritarias del Gobierno se acentuarán si Cristina permanece en la Casa Rosada.
Si eso ocurriese, lo que se está anunciando ¿es simplemente una prolongación de una gestión que nació en 2003 o se está anticipando que a partir de octubre se pondrá en marcha un cambio de régimen ? Esa hipótesis circula de viva voz en los desconcertados campamentos opositores y tiene como común denominador la certeza de que en el segundo período de Cristina habrá una intervención estatal mucho más profunda, amplia y radical que la que hoy existe. Esa intervención, especulan, será mayor en la regulación de las variables económicas como el control de precios, la intervención directa en las cadenas de distribución y otras cuestiones que apuntarían a que el peso central del manejo económico esté en manos de la política oficial. Simultáneamente, se acelerará la nacionalización de la exportación de granos.
Esa renta es central para sostener el "modelo" y su apropiación formaría parte de ese plan.
No se puede decir que esas medidas son parte de la febril imaginación de los opositores por dos razones. La primera, porque ya hay movimientos concretos y anuncios de que ese será el objetivo del Gobierno; la segunda, porque la imaginería de la oposición es pobre .
Hay mensajes: la reaparición de Chávez, como respuesta a Estados Unidos. El despecho porque Barack Obama ignoró a Cristina en su gira regional activó los reflejos contra la Casa Blanca. ¿Es el modelo venezolano el que está en la cabeza del poder actual? Kirchner había asegurado que ese camino era imposible en la Argentina , donde hace muchos años que el peronismo de Perón había hecho –mejor– las tareas nacionales que hoy encara Chávez. Pero el "cristinismo" tiene otros planes, entre los que figura ir distinguiéndose cada vez más del peronismo . Otro de los mensajes es la desaparición paulatina del periodismo y su reemplazo por la propaganda . La "diversidad de voces" significa, para el oficialismo, que muchas voces digan lo mismo y que, fundamentalmente, dependan de su billetera.
Estos planes están pensados para más de cuatro años , el tiempo que estipula la Constitución para un eventual segundo y definitivo mandato de Cristina. No hay duda alguna de que intentarán reformar la Constitución para sostenerla en el poder . Estas especulaciones deben pasar la prueba del ácido: el veredicto popular de octubre.