Obama visitó la prisión en la que estuvo detenido Nelson Mandela
En la prisión de Robben Island, el expresidente sudafricano estuvo detenido 18 años durante el Apartheid. Un antes y un después para todos.
En momentos en que toda Sudáfrica está en vela por el estado de salud del Nelson Mandela, el presidente estadounidense Barack Obama visitó hoy la prisión de Robben Island donde el veterano líder estuvo detenido y más tarde anunció un plan para expandir el sector energético africano.
Obama y su familia llegaron primero a Ciudad del Cabo y de allí se trasladaron a Robben Island, la pequeña isla redonda -tiene un diámetro de apenas un kilómetro- que albergó una de las cárceles tristemente famosas del racista régimen del Apartheid, hoy clausurada y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El mandatario estadounidense ya visitó la prisión en 2006 cuando era senador, pero hoy desde Ciudad del Cabo explicó que quería mostrarle a sus dos hijas el lugar donde el premio Nobel de la Paz sudafricano pasó 18 de los 27 años que estuvo encerrado como preso político, informó la agencia de noticias DPA.
Durante la visita, el presidente estadounidense les dijo a sus hijas: "A lo mejor ustedes no lo saben, pero la idea de la resistencia no violenta tiene sus raíces en Sudáfrica, porque aquí vivió como abogado Mahatma Gandhi", informó la agencia de noticias ANSA.
Su guía durante la visita tiene 83 años y es otro militante anti-Apartheid que pasó una larga temporada en esa cárcel, Ahmed Kathrada.
Antes de abandonar la prisión, Obama escribió en el libro de visitas: "El mundo agradece a los héroes de Robben Island, que nos recuerdan que ni las esposas ni las celdas pueden enfrentarse con la fuerza del espíritu humano".
A pesar de los rumores que circulaban sobre una posible visita al hospital donde Mandela está internado en Pretoria, Obama optó por reunirse ayer con la familia del veterano líder sudafricano y conmemorar hoy su lucha yendo a la cárcel en Robben Island y en un discurso que dará más tarde en la Universidad de Ciudad del Cabo.
La salud de Madiba, como los sudafricanos llaman al primer presidente negro del país, empeoró drásticamente hace tres semanas a raíz de una infección pulmonar, y desde entonces está internado en una clínica en Pretoria en "estado crítico", según los sucesivos partes médicos.
Luego de recorrer la prisión en la pequeña isla a unos 12 kilómetros de Ciudad del Cabo, los Obama volverán a esa ciudad para continuar con su agenda.
El mandatario estadounidense, que llegó el viernes pasado a Sudáfrica procedente de Senegal, dio un discurso en la Universidad de Cape Town en el que recordó cómo lo afectó la lucha de Mandela durante sus primeros pasos en la militancia política, informó ANSA.
"El primer paso que di en mi vida política fue por Sudáfrica. Es cierto", aseguró, destacando que comenzó cuando tenía 19 años y se sumó a un movimiento anti-apartheid tras reunirse con miembros del Congreso Nacional Africano, el partido que dirigía Mandela y que era calificado como "organización terrorista" por Washington.
"Mi propio gobierno no estaba de su lado, y ese fue el motivo por el que me involucré en lo que se conocía como el movimiento de desinversión. Fue la primera vez que me uní a una causa. Fue la primera vez que di un discurso", contó Obama, quien agregó, que "sólo duró dos minutos".
El mandatario estadounidense también aprovechó el discurso ante un público joven para anunciar una "nueva etapa" en la relación entre la Casa Blanca y los países africanos y un plan quinquenal para reforzar el sector de la energía.
Prometió una inversión 7.000 millones de dólares para desarrollar infraestructura en el sector energético africano, lo que se sumaría a otros 9.000 millones de dólares que aportarán actores del sector privado.
El objetivo, explicó Obama, es duplicar la cantidad de habitantes del continente que cuenta con servicio eléctrico.
A pesar de ser rico en recursos naturales y fuentes de energía, el continente africano, el más pobre y menos industrializado del mundo y una de las pocas regiones del globo en donde la influencia de las inversiones chinas es más fuerte que la estadounidense, sufre de una constante escasez de electricidad.
Desde temprano, un grupo de manifestantes se había congregado frente a la sede de la reconocida universidad para protestar contra la figura del mandatario estadounidense y su política exterior con carteles que rezaban "Obama asesino de masas" y "Termina ya con la guerra de drones (aviones no tripulados)".
Durante su paso por Ciudad del Cabo, Obama también visitará un centro médico especializado en la lucha contra el SIDA.
El mandatario estadounidense usará ese escenario para destacar la ayuda que Estados Unidos envía al continente africano en este campo y que, según cifras de Washington, ha permitido reducir en un 32 por ciento el número de muertes relacionadas con esa enfermedad en la África subsahariana entre 2005 y 2011.
Obama y su familia llegaron primero a Ciudad del Cabo y de allí se trasladaron a Robben Island, la pequeña isla redonda -tiene un diámetro de apenas un kilómetro- que albergó una de las cárceles tristemente famosas del racista régimen del Apartheid, hoy clausurada y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El mandatario estadounidense ya visitó la prisión en 2006 cuando era senador, pero hoy desde Ciudad del Cabo explicó que quería mostrarle a sus dos hijas el lugar donde el premio Nobel de la Paz sudafricano pasó 18 de los 27 años que estuvo encerrado como preso político, informó la agencia de noticias DPA.
Durante la visita, el presidente estadounidense les dijo a sus hijas: "A lo mejor ustedes no lo saben, pero la idea de la resistencia no violenta tiene sus raíces en Sudáfrica, porque aquí vivió como abogado Mahatma Gandhi", informó la agencia de noticias ANSA.
Su guía durante la visita tiene 83 años y es otro militante anti-Apartheid que pasó una larga temporada en esa cárcel, Ahmed Kathrada.
Antes de abandonar la prisión, Obama escribió en el libro de visitas: "El mundo agradece a los héroes de Robben Island, que nos recuerdan que ni las esposas ni las celdas pueden enfrentarse con la fuerza del espíritu humano".
A pesar de los rumores que circulaban sobre una posible visita al hospital donde Mandela está internado en Pretoria, Obama optó por reunirse ayer con la familia del veterano líder sudafricano y conmemorar hoy su lucha yendo a la cárcel en Robben Island y en un discurso que dará más tarde en la Universidad de Ciudad del Cabo.
La salud de Madiba, como los sudafricanos llaman al primer presidente negro del país, empeoró drásticamente hace tres semanas a raíz de una infección pulmonar, y desde entonces está internado en una clínica en Pretoria en "estado crítico", según los sucesivos partes médicos.
Luego de recorrer la prisión en la pequeña isla a unos 12 kilómetros de Ciudad del Cabo, los Obama volverán a esa ciudad para continuar con su agenda.
El mandatario estadounidense, que llegó el viernes pasado a Sudáfrica procedente de Senegal, dio un discurso en la Universidad de Cape Town en el que recordó cómo lo afectó la lucha de Mandela durante sus primeros pasos en la militancia política, informó ANSA.
"El primer paso que di en mi vida política fue por Sudáfrica. Es cierto", aseguró, destacando que comenzó cuando tenía 19 años y se sumó a un movimiento anti-apartheid tras reunirse con miembros del Congreso Nacional Africano, el partido que dirigía Mandela y que era calificado como "organización terrorista" por Washington.
"Mi propio gobierno no estaba de su lado, y ese fue el motivo por el que me involucré en lo que se conocía como el movimiento de desinversión. Fue la primera vez que me uní a una causa. Fue la primera vez que di un discurso", contó Obama, quien agregó, que "sólo duró dos minutos".
El mandatario estadounidense también aprovechó el discurso ante un público joven para anunciar una "nueva etapa" en la relación entre la Casa Blanca y los países africanos y un plan quinquenal para reforzar el sector de la energía.
Prometió una inversión 7.000 millones de dólares para desarrollar infraestructura en el sector energético africano, lo que se sumaría a otros 9.000 millones de dólares que aportarán actores del sector privado.
El objetivo, explicó Obama, es duplicar la cantidad de habitantes del continente que cuenta con servicio eléctrico.
A pesar de ser rico en recursos naturales y fuentes de energía, el continente africano, el más pobre y menos industrializado del mundo y una de las pocas regiones del globo en donde la influencia de las inversiones chinas es más fuerte que la estadounidense, sufre de una constante escasez de electricidad.
Desde temprano, un grupo de manifestantes se había congregado frente a la sede de la reconocida universidad para protestar contra la figura del mandatario estadounidense y su política exterior con carteles que rezaban "Obama asesino de masas" y "Termina ya con la guerra de drones (aviones no tripulados)".
Durante su paso por Ciudad del Cabo, Obama también visitará un centro médico especializado en la lucha contra el SIDA.
El mandatario estadounidense usará ese escenario para destacar la ayuda que Estados Unidos envía al continente africano en este campo y que, según cifras de Washington, ha permitido reducir en un 32 por ciento el número de muertes relacionadas con esa enfermedad en la África subsahariana entre 2005 y 2011.