"Nunca olvides que mataría por vos"
Se dieron a conocer las cartas de amor que Florencia Trías le escribió a su novio Matías Cuello, el joven que murió por las quemaduras que le produjo en su cuerpo el agua hirviendo.
Se dieron a conocer las cartas de amor que Florencia Trías le escribió a su novio Matías Cuello, el joven que murió por las quemaduras que le produjo en su cuerpo el agua hirviendo que aparentemente le arrojó su pareja, hablan de una peligrosa obsesión.
Los escritos prueban que la presunta homicida estaba obsesionada con su novio Matías, quien falleció después de haber sido agredido con agua hirviendo.
En los manuscritos se destacan frases como "nunca olvides que hay alguien que mataría por vos" y hasta un ruego para que el joven no la abandone: "Pensá en tu hijo, por favor, porque yo sufro por vos".
Los escritos serán las pruebas que en las próximas horas sumará la familia del chico para demostrar que ella lo maltrataba, según cuenta el diario Perfil.
Matías tenía 24 años. Murió el 7 de mayo pasado en la Clínica Modelo de Vicente López
después de 22 días de agonía. Florencia, su novia y madre de su beba de siete meses, se encuentra detenida acusada de haberle tirado agua hirviendo de una pava eléctrica tras una pelea, lo que le causó quemaduras en el 50 por ciento de su cuerpo.
Para demostrar el maltrato que sufría el joven, el abogado de la familia, Julio César Torrada, sumará a la causa las cartas que la joven le redactaba para demostrar que lo amenazaba.
"Nunca olvides que hay alguien que mataría por vos y que haría cualquier cosa para que vos estés feliz", y "muchas veces me pongo en tu lugar y no me gustaría nada de lo que hago yo que vos me lo hagas a mí (sic)", son algunas de las frases que aparecen en las hojas rayadas que serán incorporadas al expediente judicial.
"Me duele mucho cuando me hacés enojar y me sacás de mis casillas. Negro tratá de no hacerme enojar", escribe Florencia en una de las primeras cartas, fechada en agosto de 2010. En otro tramo le dice: "Nunca me digas que te cansaste de mí porque ese día me voy a morir (...) Ruego a Dios que no me dejes (...)".
"Las cartas son un elemento más que demuestran el grado de extorsión y violencia que ejercía Florencia sobre Matías. Serán presentadas entre el lunes y martes próximo en la investigación penal, junto a un certificado de diciembre de 2011 que prueba que Matías asistió a una dependencia de la Municipalidad de José C. Paz buscando asesoramiento y contención en casos de violencia familiar. Allí le recomendaban realizar un tratamiento interdisciplinario, que lamentablemente no hizo", manifestó el abogado de la familia Cuello.
Además, Torrada dijo que "el vínculo entre ellos era de total sumisión, agresión y violencia física y psíquica de parte de ella hacia él. Matías aparecía con la frente cortada, un ojo lastimado y otro día con ambos".
Por lo pronto, el fiscal Marcos Petersen Victorica atribuyó a Florencia el cargo de homicidio simple (un delito que prevé una pena de 8 a 25 años de prisión), pero el abogado explicó a este diario que intentarán "probar el agravamiento por el ensañamiento, alevosía y premeditación".
"Ella era muy celosa, posesiva. Lo controlaba mucho", concuerdan los papás del chico, Luis y Rosa. Matías y Florencia estuvieron en pareja casi dos años. Después de algunas idas y vueltas decidieron alquilar una piecita en Almonacid y Oliden, en la localidad de Manuel Alberti, partido de Pilar.
El 15 de abril pasado, les cambió la vida a ambas familias. "Nosotros llegamos un rato después de que sucediera todo y vimos bidones de agua tirados en la puerta, la ropa revuelta y la canilla abierta", relata Francisca, quien vive en una de las tres habitaciones que se alquilan en el lugar.
"Florencia parecía una chica tranquila, aunque se la escuchaba gritar y ordenarle a Matías que se encargara de la beba, cada vez que lloraba", agrega.
Otros vecinos manifiestan que Florencia llegó corriendo a la casa de sus papás, que viven a una cuadra de donde alquilaban los chicos, para dejarles a su cuidado a su hija. "Los papás de Florencia son buenas personas, nunca tuvieron problemas con nadie. Pero a ella siempre se la escuchaba gritar, evidentemente tiene un carácter muy fuerte", describe la mujer que vive al lado de la casa de los papás de la chica. Esa casa permanece completamente cerrada. "Tal vez se terminen yendo del barrio", recapacita.
Los escritos prueban que la presunta homicida estaba obsesionada con su novio Matías, quien falleció después de haber sido agredido con agua hirviendo.
En los manuscritos se destacan frases como "nunca olvides que hay alguien que mataría por vos" y hasta un ruego para que el joven no la abandone: "Pensá en tu hijo, por favor, porque yo sufro por vos".
Los escritos serán las pruebas que en las próximas horas sumará la familia del chico para demostrar que ella lo maltrataba, según cuenta el diario Perfil.
Matías tenía 24 años. Murió el 7 de mayo pasado en la Clínica Modelo de Vicente López
después de 22 días de agonía. Florencia, su novia y madre de su beba de siete meses, se encuentra detenida acusada de haberle tirado agua hirviendo de una pava eléctrica tras una pelea, lo que le causó quemaduras en el 50 por ciento de su cuerpo.
Para demostrar el maltrato que sufría el joven, el abogado de la familia, Julio César Torrada, sumará a la causa las cartas que la joven le redactaba para demostrar que lo amenazaba.
"Nunca olvides que hay alguien que mataría por vos y que haría cualquier cosa para que vos estés feliz", y "muchas veces me pongo en tu lugar y no me gustaría nada de lo que hago yo que vos me lo hagas a mí (sic)", son algunas de las frases que aparecen en las hojas rayadas que serán incorporadas al expediente judicial.
"Me duele mucho cuando me hacés enojar y me sacás de mis casillas. Negro tratá de no hacerme enojar", escribe Florencia en una de las primeras cartas, fechada en agosto de 2010. En otro tramo le dice: "Nunca me digas que te cansaste de mí porque ese día me voy a morir (...) Ruego a Dios que no me dejes (...)".
"Las cartas son un elemento más que demuestran el grado de extorsión y violencia que ejercía Florencia sobre Matías. Serán presentadas entre el lunes y martes próximo en la investigación penal, junto a un certificado de diciembre de 2011 que prueba que Matías asistió a una dependencia de la Municipalidad de José C. Paz buscando asesoramiento y contención en casos de violencia familiar. Allí le recomendaban realizar un tratamiento interdisciplinario, que lamentablemente no hizo", manifestó el abogado de la familia Cuello.
Además, Torrada dijo que "el vínculo entre ellos era de total sumisión, agresión y violencia física y psíquica de parte de ella hacia él. Matías aparecía con la frente cortada, un ojo lastimado y otro día con ambos".
Por lo pronto, el fiscal Marcos Petersen Victorica atribuyó a Florencia el cargo de homicidio simple (un delito que prevé una pena de 8 a 25 años de prisión), pero el abogado explicó a este diario que intentarán "probar el agravamiento por el ensañamiento, alevosía y premeditación".
"Ella era muy celosa, posesiva. Lo controlaba mucho", concuerdan los papás del chico, Luis y Rosa. Matías y Florencia estuvieron en pareja casi dos años. Después de algunas idas y vueltas decidieron alquilar una piecita en Almonacid y Oliden, en la localidad de Manuel Alberti, partido de Pilar.
El 15 de abril pasado, les cambió la vida a ambas familias. "Nosotros llegamos un rato después de que sucediera todo y vimos bidones de agua tirados en la puerta, la ropa revuelta y la canilla abierta", relata Francisca, quien vive en una de las tres habitaciones que se alquilan en el lugar.
"Florencia parecía una chica tranquila, aunque se la escuchaba gritar y ordenarle a Matías que se encargara de la beba, cada vez que lloraba", agrega.
Otros vecinos manifiestan que Florencia llegó corriendo a la casa de sus papás, que viven a una cuadra de donde alquilaban los chicos, para dejarles a su cuidado a su hija. "Los papás de Florencia son buenas personas, nunca tuvieron problemas con nadie. Pero a ella siempre se la escuchaba gritar, evidentemente tiene un carácter muy fuerte", describe la mujer que vive al lado de la casa de los papás de la chica. Esa casa permanece completamente cerrada. "Tal vez se terminen yendo del barrio", recapacita.