"Nunca olvidé que soy una cantante pop"
*Por Diego Gez. La artista regresa al país con un disco de blues bajo el brazo, pero asegura que no piensa dejar de lado los sonidos que la transformaron en un referente de los ’80. Grandes músicos del género la acompañaron en este desafío, que superó con éxito.
Habla un poco de español, pelea con su pronunciación hasta darse a entender y más tarde pregunta si lo que dijo se entendió. A los 57 años y después de haber habitado la cima del pop mundial, Cyndi Lauper −que el 3 de marzo se presenta en el Gran Rex− no da apariencia de divismo alguno y se presta a hablar con la disposición que muchos otros, con menos fama y talento, no tienen.
Pero hay algo que resalta apenas comienza a charlar: su voz, que de tan finita enseguida invita recordar los primeros reportajes que ofrecía para MTV, cuando la cadena más famosa de videos todavía emitía clips y ella, que rivalizaba con una ascendente Madonna, cantaba que las chicas de los ’80 sólo querían divertirse.
Pero de eso pasó mucho tiempo, tanto que ahora Cyndi hace blues (su último disco, Memphis Blues, la lleva por ese género), pero sin renegar, ni olvidarse del pop.
Esa faceta, la de pop singer, fue la que la trajo a Buenos Aires años atrás para reventar un Luna Park con varios de esos hits que pocos recuerdan como se llaman, pero que cuando comienzan a sonar vuelven a la memoria de manera inmediata. Y eso siempre incluye los recuerdos.
Pero como siempre sucede con las visitas internacionales, cierto grado de demagogia con el país adónde irán parece saltar como un resorte, pero extrañamente los recuerdos de Cyndi sobre la Argentina −se presentó en 2008 en el Luna Park− suenan muy creíbles. "Para mí visitar lugares como la Argentina aquella primera vez fue mágico, especialmente por Buenos Aires", aclara.
"Recuerdo que en ese momento estaba muy entusiasmada por visitar Sudamérica, por eso me esforcé por incluir a esa parte del mundo en mis planes. Aquella vez estuve junto con unos amigos en un show de tango, y quedé fascinada con unos artistas que mezclaban beats de electrónica con toda la pasión del tango. Desafortunadamente no recuerdo el nombre de los músicos, pero quiero encontrarlos nuevamente porque la música que pude escuchar allí me pareció muy buena."
–Sos un ícono de la década de 1980, una época que te marcó como cantante pop. ¿Podrías haber imaginado en aquel momento que lanzarías un disco como Memphis Blues?
–Estuve buscando hacer este disco por ocho largos años. Decidí hacer foco en verdaderos clásicos del blues, como suele hacerse con los estándares de jazz. Pero nunca olvidé que soy una cantante pop y no de blues, por eso fue muy importante la seriedad con la que me tomé todo esto. Quería hacer un auténtico disco de blues y que sea reconocido de esa manera, aunque no a cualquier precio. Al hacerlo pensaba en quienes iban a escucharlo, tratando de encontrar el secreto para que en estos días que corren el disco no sea escuchado una sola vez, como pasa con gran parte de la música que suena hoy.
–Conseguir a todos ellos fue algo bastante difícil porque son grandísimos músicos que siempre están trabajando por diferentes lugares del mundo. Coordinar un encuentro con todos fue como armar un rompecabezas de colaboradores (risas). Johnny es un pibe extraordinario, con un futuro increíble a sus 30 años. Él comenzó a tocar a los 13 y hoy en día representa mucho para el blues en particular. Con Allen siempre quisimos trabajar juntos, pero yo siempre estaba ocupada con una gira o con algo. Al final tuve suerte de que él pudiera trabajar en mi disco porque su figura representa un tesoro para todos los norteamericanos. Lo mismo sentí con BB King, con su magnífica capacidad para domar los tiempos del Rythm&Blues. Con él te das cuenta de que su apellido está muy bien puesto (risas).
–¿Pensaste en cómo funcionaría tu faceta pop con las canciones del nuevo disco?
–Eso era algo que siempre pensé, al punto de preguntármelo muchas veces una vez terminado el disco. Pero la verdad es que funcionan muy bien porque tienen el espíritu de Memphis, y eso significa que todo se vuelve divertido e interesante. El blues no es un género con una estructura inmóvil sino más bien dinámica, con diferentes colores. Todo calza de manera perfecta en los shows porque no hago un espectáculo de blues ni uno de pop. Simplemente se trata de un nuevo espectáculo de Cyndi Lauper.
–La gente recibió este nuevo disco de la mejor manera, casi como fueron recibidos tus mejores discos de los ochentas. Pero también supongo que muchos te estarán preguntando por tu vuelta al pop...
–Es verdad que muchos me preguntan por mi próximo álbum, pero que no tengo idea hacia donde iré. ¡Ni siquiera lo pienso!
Soy parte de la generación del pop y vivo con eso. Pero todavía no tengo ninguna dirección en concreto para lo que vendrá. Me gusta trabajar con artistas y con bandas de cualquier lugar del mundo para probar que todos somos influenciables. Por eso trabajo con Richard Morel (productor y remixer que en 2008 llevó a Lauper nuevamente al tope de los charts mundiales) escribiendo algunas canciones bailables. De todas maneras, desde hace algunos años tengo la libertad de escribir todo lo que quiera. Ya nadie me dice que tengo que hacer esto o lo otro (risas).
De repente suena una alarma, de esas que suelen indicar que la entrevista llegó a su fin. Pero Cyndi enseguida la apaga y relaja la situación con un "no te preocupes, tenemos unos minutos más".
–¿Mirando hacia atrás, cómo observás todos los años transcurridos de tu carrera en la industria de la música?
–Mis años en la industria... (dice en un español poco fluido) Mi amor es la música (insiste en español, pero sigue en inglés). Tengo que decir que todos y cada uno de los momentos que pasaron fueron importantes. Pero lo más importante en mi vida siguen siendo mi marido y mi hijo. La música es lo que más amo del mundo y lo que me revitaliza día tras día. Me mantiene viva y me transforma.