Nuevos hallazgos en el caso de Solange
Una perito forense que participó de la autopsia al cadáver de Solange Grabenheimer aseguró hoy que el hecho tiene "connotaciones pasionales", que la víctima sufrió "un tormento terrible antes de la muerte" y comparó el crimen con el de Carolina Aló, asesinada en 1996 de 113 puñaladas por su novio.
La doctora Gloria Pellegrini, también, dejó en claro las dificultades para poder determinar la hora del crimen, al asegurar que hubiese sido necesario tener en cuenta el tipo de ropa que llevaba la víctima, la humedad, la temperatura ambiente o si estaba ventilador prendido, entre otros elementos que no se pudieron determinar al momento de la autopsia.
La forense de la Policía Científica fue la primera en declarar en la cuarta audiencia del juicio oral que se le sigue a Lucila Frend por el homicidio de su amiga, ocurrido el 10 de enero de 2007 en el PH de la calle Güemes 2280, de Florida.
Durante las 3 horas y media de declaración, la médica fue muy clara y didáctica y dio detalles acerca de las heridas en el cuello que le encontró a la víctima, lo que generó que Lucila Frend se tapara la cara con las manos y comenzara a llorar desconsoladamente.
La mujer explicó al Tribunal Oral 2 de San Isidro que cuando realizó la autopsia al cadáver, "el cuerpo dijo que se trataba de muerte violenta y el hecho tenía connotaciones pasionales. Me hablaba de ira por la magnitud de las lesiones", dijo la médica.
La forense consideró que Solange "pudo haber estado bajo los efectos de algún analgésico porque casi no hubo resistencia", aunque reconoció que "no hace falta mucha fuerza como para cometer un hecho de estas características". Además, aclaró: "alguien de 55 kilos sobre la espalda lo puede hacer".
"Hubo un tormento terrible antes de la muerte. Lo comparo con el caso de Carolina Aló, aunque acá hubo cuatro lesiones profundas en el cuello que causaron la muerte", declaró Pellegrini, quien aclaró que las lesiones pudieron haber sido realizadas "con un tenedor".
Respecto al agresor, Pellegrini explicó que si la víctima estaba acostada sobre la cama, la agresora la atacó con la mano izquierda.
Este dato ya había sido aportado por otro perito y complica a la imputada, que también es zurda.
Pero el punto más relevante apuntó al horario de la muerte de Solange, aunque la perito dijo que era "muy complejo" poder determinarlo.
"Las livideces y rigideces cadavéricas no dan una clave, no son un reloj. Hay que ver la ropa, la humedad y que este cuerpo estuvo en heladera (en la morgue)", dijo Pellegrini.
Las livideces son las manchas moradas que presentan los cadáveres por la acumulación de sangre de acuerdo a la acción de la fuerza de gravedad y la posición en la que se encuentra el cuerpo.
Sin embargo, a pedido del tribunal, la forense sugirió que la data de la muerte podría darse entre las 18 y 24 horas antes de la llegada del forense, que fue a las 0.30 del 11 de enero, aunque aclaró que su suposición "no es precisa".
Ese horario complicaría a la acusada, ya que la ubicaría en la escena del crimen a Lucila Frend, quien siempre dijo que aquel 10 de enero de 2007 se fue de su casa a las 7.30 y vio que Solange aún estaba con vida y durmiendo.