¡Arde Tele!
Nuevo escándalo por Casados con Hijos: Érica Rivas asegura que fue maltratada por sus compañeros
La actriz que encarnó a María Elena Fuseneco se refirió a su polémica salida de la obra teatral que quedó trunca por la pandemia.
Érica Rivas acaba de ganar el Cóndor de plata por su participación en el film Los Sonámbulos, de Paula de Luque. Además, está en escena con Martín Rechimuzzi en la obra ¿Qué pasa hoy acá?, en el Konex. Pero aún asi, hay algo que le molesta. Se trata de su desvinculación del fallido proyecto de Casados con hijos al teatro, del que fue desvinculada a principios de 2020 en medio de una que causó escándalo en los medios.
“Yo siempre tuve fama de loca, de problemática. Porque tengo problemas para desnudarme en cámara, o porque no quiero quedarme callada”, dijo a Página 12, en una entrevista en la que contó toda su verdad, que no se fue por voluntad propia sino que “la fueron”, y de la peor manera.
“Quiero que quede claro, yo no me fui, yo quería hacer ese proyecto, a mí me echaron. Me sacaron de las fotos de promoción, de la marquesina del teatro que ya estaba lista. Y lo hicieron por WhatsApp a la vez que hacían público un mail privado”, contó Rivas a la periodista Marta Dillon.
La artista habló de “un pacto de hombres” en su contra, e incluyó a los productores y guionistas, Axel Kuschevatzky y Diego Alarcón, y hasta a Guillermo Francella, protagonista y director de la versión teatral.
“Mirá lo que es el pacto de hombres, porque el mail se lo mandé a hombres, después de haber hablado con todos y cada uno. Y eso no fue dicho. No tenía ningún aliado”, señaló, e hizo una salvedad con el director de la serie en la televisión, Claudio Ferrari, de quien dijo que en su momento la ayudó “muchísimo a montar el personaje, a decir lo que quería decir”.
Érica aseguró que su personaje María Elena siempre fue feminista y que como actriz estaba todo el tiempo pensando cómo “tirar bombas en lugares incómodos”, que el mensaje llegue. “En eso Claudio era genial”, aseguró.
Pero en la nueva versión de Casados, la cosa había cambiado. Según dijo, los guiones no sólo no se habían aggiornado a la época y nadie la escuchó cuando pidió que se buscara “una asesoría”, distintas opiniones sobre el tema.
“A mí me decían: ´Vos no te preocupes por vos, María Elena va a estar bien´. Pero no era un problema para mí, era también ver el contexto de ese personaje”, dijo y agregó: “Ese mail lo mandé después de que me llegaran unos mini guiones para hacer avances por radio”.
Es que, después de ver que los chistes de la obra se referían al bigote de una mujer, Rivas mandó el famoso correo que se hizo público. “Era agresivo el mail, no digo que no, pero era privado”, se excusó al respecto.
“La verdad es que no entiendo cómo a esta altura de la historia vamos a seguir riéndonos de eso. Ese no puede ser el remate del chiste porque ya no es gracioso. María Elena no se quedaría nunca callada si le hablan de los bigotes, habría que seguirlo un poco más”, explicó.
La actriz dejó en claro que lo que más le molestó fue que filtraran ese contenido privado y que la echaran, insistiendo en que se había ido por su cuenta. “Yo no me fui. ¡Me echaron! Intenté hasta último momento y me dijeron que no”, expresó, sobre sus intentos de darle a su personaje otra actualidad, a la luz de Ni una menos y al movimiento de las mujeres.
¿Qué le decían? “Que me quede tranquila que iba a ir un montón de gente que quería ver el mismo Casados con hijos. Pero justamente, es una oportunidad y una responsabilidad para mí no cristalizar las cosas como si no hubiera cambiado el mundo”, recordó.
“Yo quería estar, que esté mi personaje ahí, ver qué le pasaría ahora. Y me tuve que morfar que me digan feminazi, que estaba demasiado alterada. Y yo soy la loca, histérica, la diva”, se lamentó, sobre lo que le dijo Francella, y añadió: “Me decían, bueno, no te preocupes que nos ponemos el pañuelo. Pero es mucho más que eso”.
¿Cómo reaccionó cuando el actor le dijo feminazi? Lo encaró. “Lo que me salió fue decir: ´Mirá, estás equivocado. Yo te aconsejo que no lo digas nunca más. Esta palabra no la digas nunca más´”.
“Me echaron por ser feminista que para ellos era ser hinchapelotas. De hecho me decían, no seas pan amargo. Porque era la hinchapelotas que les marcaba cosas”, aclaró Rivas, que sigue dolida por la falta de apoyo colectivo de sus colegas.
“Queda esa sensación de ´vos con lo hinchapelotas que sos, vas a poder sola´. ¿Y sabés que no? No pude. Yo también quería ocupar ese espacio de masividad, de representación”, cerró.
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