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Nueva víctima del charlatanismo médico

Cancelan la licencia a un "médico holístico" por su responsabilidad en la muerte de una joven universitaria.

Por Enrique Márquez

@ladislaomarquez

Este mismo año me ocupé de un caso en España, semejante a otro reciente que acaba de ser noticia en EE.UU. Se trata de una decisión judicial en la que revocaron la licencia médica del Dr. Kenneth N. Woliner, de Boca Raton, Florida, por su responsabilidad en la muerte de una paciente oncológica (Health News Florida, 04/11/2016).


Kenneth Woliner, médico practicante de la denominada "medicina holística" e "integrativa", indujo a Stephanie Sofronsky, joven universitaria con un diagnóstico de linfoma de Hodgkin (estadio III), a renunciar al tratamiento con quimioterapia puesto que él consideraba que sus síntomas obedecían a un cuadro de alergia.

Stephanie falleció el 10/02/2013 a los 25 años de edad, después de casi dos años de tratarse con Woliner en su centro de atención "Holistic Family Medicine". Según el informe de la autopsia, llevada a cabo en el condado de Palm Beach, la muerte fue atribuida al linfoma de Hodgkin no tratado (Health News Florida, 11/10/2016).


El médico holístico estaba informado sobre el diagnóstico correcto que tenía Stephanie a través de consultas previas realizadas en el Moffitt Cancer Center (Tampa) y en la Mayo Clinic (Jacksonville). No obstante, Woliner insistió con la alergia (atribuyéndola al moho y otras sustancias) y ―con varios análisis de sangre en mano― siguió prescribiendo inyecciones de hierro, suplementos herbarios y antibióticos.

La familia de Stephanie, con buen criterio decidió denunciar al médico. Su negligencia no sólo le costó la vida a la joven sino también 2.990 dólares durante los dos años que le hizo perder el tiempo y evitando que recurra al tratamiento adecuado cuya tasa de supervivencia se estima en un 80%.

El reciente dictamen de revocar la licencia de Woliner, estuvo principalmente sustentado por la recomendación emitida en abril pasado por Mary Li Creasy, Jueza de Derecho Administrativo en la División de Audiencias Administrativas de Florida. Según ella, los fiscales del Departamento de Salud probaron con evidencia "clara y convincente" que Woliner cometió negligencia médica y explotó financieramente a su paciente. Él sabía que Stephanie tenía linfoma y no hizo nada para que ella recibiera quimioterapia y salvara su vida, por eso calificó la conducta del médico como "asombrosa".

Entre algunos argumentos absurdos que esgrimieron los abogados defensores del médico, se destacó el que los testigos que presentó la fiscalía (Dr. Roy Ambinder y Dr. Charles Powers, oncólogo y especialista en Medicina Familiar respectivamente) no estaban calificados para juzgar a Woliner porque no practicaban la "medicina integrativa"; y ―por tal motivo― deberían haber atendido al Dr. Stephen Silver, el único especialista en medicina integrativa que presentó la defensa y que consideró que el tratamiento de Woliner era apropiado.

Además, como frutilla del postre y manotazo de ahogado, sostuvieron que Stephanie Sofronsky era una persona adulta y la única responsable de "huir" del tratamiento oncológico.

Conducta no tan "asombrosa"

En algún momento he señalado cómo opera el charlatanismo médico y algunos recursos a los que suelen apelar sus practicantes. Basta ingresar a la página del Dr. Woliner y encontraremos algunos indicios que lo delatan.

Lo primero que se destaca es que se autodefine como un especialista en padecimientos "difíciles de tratar", y para eso tiene la solución con su terapia que es "la más efectiva y menos tóxica". Se trata de su Medicina Familiar Holística que "combina lo mejor de la ciencia médica convencional con tratamientos naturales a través de dieta, vitaminas, hierbas y terapias nutricionales". Agrega que "puede tratar a los pacientes por teléfono, o en su oficina" y "esto le permite llegar a los pacientes que buscan su experiencia, desde cualquier lugar del mundo".

Pasen y vean

Me cuesta imaginar, o no, a este médico diagnosticando y recetando por teléfono a un paciente. Pero para entenderlo un poco mejor hay que ingresar al link "visit our office" (visita nuestra oficina). ¿Y qué encontraremos? El gran "Supermercado Woliner" exhibiendo in situ una gran cantidad de góndolas con diversos productos e, incluso, algunos con su propio nombre. Sólo le falta un cartelito que diga: "Woliner, yo te conozco", pero bueno, todo es en pos del tratamiento natural más efectivo y menos tóxico.


Un aventurero

Si uno ingresa al sector prensa encontrará que el 99,9 % de los artículos exhibidos son publicidades propias y pagas en revistas no-médicas. Pero me detuve en la que postea al final de su página principal y que fue publicada en "Aventura Magazine", nunca mejor elegido el nombre del medio para publicitarse.


En una página completa y a todo color, incluida una foto de Woliner sonriendo y sosteniendo ―como siempre― un estetoscopio, lo encuentro al simpático aventurero preguntándose y respondiendo lo siguiente: "¿Qué diferencia a la medicina holística de la medicina tradicional?"

Cuando leí "medicina tradicional" pensé que iba a referirse a las prácticas de curanderos, chamanes e indígenas, que es lo que un académico de medicina debiera saber, pero no, de acuerdo a la respuesta que consigna evidentemente su intención era otra, pero no menos equivocada. Veamos.

Así se responde Woliner: "La medicina holística requiere la evaluación de toda la persona, cuerpo, mente y espíritu, en la búsqueda de una salud y bienestar óptimos. Mientras que la medicina tradicional alopática a menudo se basa en mirar los síntomas individuales y encubrir esos síntomas con medicamentos recetados, un enfoque holístico busca desequilibrios funcionales y procura tratar las causas subyacentes de la enfermedad." (Aventura Magazine, Vol. XVIII, Nº 9, October 2015, p. 124).

Pretendiendo desvirtuar a la medicina científica que el propio Woliner ignoró para que su paciente Stephanie tuviese una oportunidad, cae en un error muy común y típico de los practicantes de las mal llamadas "medicinas alternativas", que es tildarla como "medicina tradicional alopática" o alopatía a secas como algunos prefieren.

Ni tradicional, ni alopática

La medicina moderna, con sus limitaciones y críticas, descansa y apunta a la optimización en la medicina basada en la evidencia (EBM), algo que brilla por su ausencia en las medicinas alternativas [Stalker, D. & Glymour, C. (1989) Examining Holistic Medicine. Prometheus Books, Buffalo, N.Y.].

Alopatía es un término despectivo y obsoleto que fue acuñado en el siglo XIX por Samuel Hanhemann (1755-1843), padre de la homeopatía, una pseudomedicina aún vigente.

Ya en 1902, en un libro destinado a los médicos recién recibidos, la comunidad médica revelaba su dura oposición a esa etiqueta y en los siguientes términos: "Recuerden que el término 'Alópata' es un apodo falso no elegido en absoluto por los médicos regulares, sino que fue astutamente acuñado, y aplicado con maldad contra nosotros, en su cruzada venenosa conta la Medicina Regular por su enemigo, Hanhemann, y desde entonces aplicado a nosotros por nuestros enemigos con todas las insinuaciones y el uso despectivo que el término permite. 'Alopatía' aplicada a la medicina regular es tan falso y ofensivo y no más aceptado por nosotros, como si el término 'Hereje' es aceptado por los Protestantes, o 'Nigger' por los Negros" [Cathell, D.W. & Cathell, W. (1902) Book on the Psysician Himself. Philadelphia: Davis, pp. 300-301; en Stalker, D. & Glymour, C. op.cit., p. 34].

Siempre recuerdo que, a comienzos de la década del '90, mi primera lección sobre este error tan difundido me la brindó mi gran amigo el Dr. Fernando Saraví, médico consultor y pilar del disuelto Centro para la Investigación y Refutación de la Pseudociencia (CAIRP). En aquella época, como era y es su costumbre, salió al cruce de un artículo, "Homeopatía y Alopatía: Diferencias conceptuales", publicado por un médico homeópata y afecto al HANSI, que atendía pacientes con SIDA (Los Andes, 15-10-1991).

Entre varias cosas, le quebró la pluma y aprovechó para ilustrarlo sobre el término "alopatía": "NO es correcto llamar ALOPATÍA a la medicina científica moderna. La alopatía fue una escuela médica propulsada por James Gregory (1758-1822) que empleaba métodos agresivos como eméticos, purgas y sangrías, hasta que el paciente estuviese 'libre de síntomas'. Con frecuencia esto ocurría justo antes de su muerte por colapso circulatorio, de modo que el paciente 'moría curado'. Precisamente como reacción a semejante enfoque fue que surgió la homeopatía de Samuel Hahnemann ..." (Los Andes, 29-10-91).


Es muy lamentable que el precio de tanta ignorancia y afán comercial de Woliner lo haya tenido que pagar Stephanie Sofronsky con su vida, y esperemos que ningún vericueto legal lo vuelva a poner en carrera.