¡Novelas eran las de antes!
Las ficciones actuales están muy buenas, pero nos dio cierta nostalgia de tiempos pasados.
Por Adrián Pallares
@adrianpalla
Por Rodrigo Lussich
@rodrigolussich
Nos encantan las tiras que hay en la tele pero extrañamos las clásicas. Ni los "homenajes" a los culebrones de antaño son lo mismo en realidad. Ahora las "novelas" se aggiornan mientras los protagonistas van viviendo sus historias de amor.
En "Solamente vos", lo mejor de cada capítulo es ver a Suar cantando con Cacho Castaña o Sergio Dalma y las locuras de los personajes secundarios; todos están divertídísimos y es claramente una comedia que se disfruta mucho.
En "Los vecinos en guerra", el amor llega en un mundo con muchas infidelidades y cruce de parejas; la trama va tomando giros permanentemente y también hay divertidos personajes, historias de amor desparejas y toda esa cosa de vida de country que nos es un poco lejana pero que en el registro de comedia, va bien.
Pero ¡extrañamos tanto a Migré! Esas épocas en las que las novelas las escribía un solo autor que seguía cada situación, cada diálogo y cada historia en un solo hilo. El de su creatividad. Ahora tenemos equipos de dialoguistas, continuistas, los que arman el bosquejo, en fin... Muchos.
Y la marca de autor -creemos- sigue siendo fundamental. Aquellos parlamentos de amor un tanto cursi siguen apareciendo un poco, pero diferentes. Ya no hay Mónica Helguera Paz y Rolando Rivas, aunque cuando uno los ve a Suar y Oreiro mirarse a los ojos, les cree que hay amor.
Pese al cambio de los tiempos, había guiños que hoy suenan más a parodia. Las villanas más villanas, diálogos tomando un whisky, venganzas inverosímiles pero atrapantes y más actuación que artificio; más química que física y más pasión que tinelización.
@adrianpalla
Por Rodrigo Lussich
@rodrigolussich
Nos encantan las tiras que hay en la tele pero extrañamos las clásicas. Ni los "homenajes" a los culebrones de antaño son lo mismo en realidad. Ahora las "novelas" se aggiornan mientras los protagonistas van viviendo sus historias de amor.
En "Solamente vos", lo mejor de cada capítulo es ver a Suar cantando con Cacho Castaña o Sergio Dalma y las locuras de los personajes secundarios; todos están divertídísimos y es claramente una comedia que se disfruta mucho.
En "Los vecinos en guerra", el amor llega en un mundo con muchas infidelidades y cruce de parejas; la trama va tomando giros permanentemente y también hay divertidos personajes, historias de amor desparejas y toda esa cosa de vida de country que nos es un poco lejana pero que en el registro de comedia, va bien.
Pero ¡extrañamos tanto a Migré! Esas épocas en las que las novelas las escribía un solo autor que seguía cada situación, cada diálogo y cada historia en un solo hilo. El de su creatividad. Ahora tenemos equipos de dialoguistas, continuistas, los que arman el bosquejo, en fin... Muchos.
Y la marca de autor -creemos- sigue siendo fundamental. Aquellos parlamentos de amor un tanto cursi siguen apareciendo un poco, pero diferentes. Ya no hay Mónica Helguera Paz y Rolando Rivas, aunque cuando uno los ve a Suar y Oreiro mirarse a los ojos, les cree que hay amor.
Pese al cambio de los tiempos, había guiños que hoy suenan más a parodia. Las villanas más villanas, diálogos tomando un whisky, venganzas inverosímiles pero atrapantes y más actuación que artificio; más química que física y más pasión que tinelización.