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Noteros: los obreros del micrófono

De la actualidad más dura al chascarrillo con los famosos, ?los movileros hacen lo indecible para conseguir la nota añorada: aquí, tres exponentes de la nueva guardia de la TV.

Preguntan. Sobre todo, preguntan. Pero los noteros y noteras de diversos medios no se dedican todos a lo mismo ni construyen un mismo estilo en su trabajo. La pantalla chica se nutre de su trabajo en la calle todos los días: están los que encaran los temas de actualidad y se agolpan para obtener la primicia como los que cubren la agenda política o los casos policiales resonantes; o aquellos que veremos en diversos eventos y anuncios de información general; o los que buscan la palabra de los deportistas, o aquellos que requieren minutos con artistas y famosos, y así. La variedad es amplia.

LA NACION dialogó con tres de ellos, quienes se mostraron distendidos y divertidos por estar del otro lado del micrófono esta vez. Son Nacho Girón -que participó del concurso "El octavo integrante", de CQC , y quedó en segundo lugar; hoy trabaja en La cornisa , el envío de Luis Majul (América, domingos, a las 21.30), y en Sólo por hoy (Radio Belgrano, de 9 a 12), con María Julia Oliván-; la Srta. Bimbo Godoy, actriz, notera y panelista de Un mundo perfecto (América, de lunes a viernes, a las 21.30), quien además integra el elenco de Feizbuk Freaks, de José María Muscari y protagoniza Bimbo es Ricky (If you wanted), y Darío Barassi, el abogado e histriónico notero-panelista de AM / PM (Telefé, de lunes a viernes, de 10 a 13 y de 17 a 18.30). Cada uno cuenta con cientos de seguidores en Twitter y conforman, en estas páginas, un trío variopinto, por decirlo de alguna manera.

"Creo que el notero, sobre todo post-Andy [Kusnetzoff], tiene que ser muy ágil. No se me ocurre pensar en uno más dormilón -opina Girón, tal vez el más periodista de los tres, cuando se le pregunta por las características esenciales de su tarea-. En cualquier ambiente, ser informado, rápido, tener cintura y flexibilidad. Y destacaría la agilidad, porque muchas veces no hay tanta preproducción."

Barassi reconoce, entre risas, que siempre intenta otorgar "humor, complicidad y frescura" en sus notas. "Me parece que soy el antinotero, en un punto." Y algo similar cuenta Bimbo: "El ida y vuelta con alguien me sale cuando tengo un poco de tiempo. No tengo esa cosa de abalanzarme sobre del entrevistado. Me siento un poco el enemigo. Me cuesta. Tengo un poco de vergüenza todavía", dice, con sus distintivos labios pintados de rojo.

Sobre las exigencias del programa, Girón comenta que le gustó que le pidieran que no aparentara ser un periodista que no era -recuerda-. "Me pidieron que fuera lo que soy: un periodista joven. Tengo 25 años; tengo curiosidad. Tal vez, mañana me convierta en un periodista más serio, pero hoy apunto a ser todoterreno y poder cambiar en minutos el chip. Tener múltiples yo, según los temas y las situaciones".

Bimbo, quien rompe con varios paradigmas televisivos, cuenta que cuando se definieron los perfiles de los integrantes del programa, no hubo uno preciso para ella. "No sé cuál es. Después de quedar en el casting, que me sorprendió, Gastón [Portal] me dijo: «Y vos sos vos». [Se ríe.] No hay presiones. Acá no hay una forma definida de hacer las cosas." Para Barassi, también resultó curioso el proceso. "Fui al casting a acompañar a un amigo periodista, locutor, fachero. Lo acompañé y lo hice [el casting] de onda. Jamás pesé que la TV iba a ser mi lugar. Soy gordo, gangoso, transpiro, hablo rápido y tengo 200 tics. Nada es televisivo. Pero se animaron a probar", dice, y sonríe.

Estrategos del vivo

¿A qué estrategias apelan estos noteros para obtener respuestas? ¿Qué pasa si les toca el "entrevistado mudo" o aquel al que saben que molestarán con su pregunta? Porque las notas pueden cambiar en el momento y virar hacia un costado inesperado. Veamos: "Supongo que eso es puro oficio -analiza Girón-. Con un entrevistado parco, la única solución es haber hecho decenas de entrevistas. Siempre hay que intentar encontrar el lugarcito donde [el otro] baja la guardia. Nuestro desafío es encontrarlo lo más rápido posible. A veces sólo sirve para hacerle soltar la lengua. Y es la viveza: gastás cinco minutos más de tape pero sabés que lo ablandaste. Todo el mundo tiene un punto débil. Es apasionante", sonríe este joven periodista, quien además reconoce que la pregunta más incómoda es su preferida.

Para Bimbo, la improvisación es permanente. "Es el mismo mecanismo de la actuación. Hay que escuchar y devolverle al otro. Me cuesta porque hablo mucho -dice, y se ríe-, pero la improvisación es la base de la actuación." Reconoce también que a muchas notas uno va con una idea y la cambia en el momento porque ve que no va por ahí. "Y la verdad, que muchos prejuicios se me cayeron con los famosos", quienes, según describe, se prenden a jugar.

A pesar de cubrir otros temas, cuando Girón piensa en la flexibilidad que necesita para hacer su trabajo, explica que encara la nota con una idea previa, pero no se aferra a ella. "Vas con un esquema de producción, pero si te casás, dejás pasar cosas importantes. Elasticidad y cintura -sintetiza-, y una sana espontaneidad para estar despierto y concentrado en los diferentes escenarios. En la calle, aunque esté todo cien por ciento preparado, nunca sabés con qué te vas a encontrar".

Verborrágico y con ojos chispeantes, Barassi cuenta: "Voy con buena onda y complicidad. Si se prestan al juego, voy a fondo. Y si me piden algo puntual [en la productora], hasta conseguirlo, no paro. Pero me cuesta ser incisivo y el humor sirve para todo". Y sigue: "En muy pocos casos la complican. Arranco con algún piropo y engancho -dice, y suelta una carcajada-. Más que ser gracioso, creo que es tener el sensor de si da para ir por el lado del humor o es mejor «hoy no jodamos». Engalanar de a poquito funciona -recomienda-. Tengo mucha cara de bueno y dar pena es un mecanismo. Pero voy más a buscar el color que el dato periodístico", dice, y suelta una risotada.

Bimbo, quien suele solicitar un beso a los entrevistados y le pidió a Susana Giménez que le bendijera un cenicero, cuenta que aplica una estrategia parecida: "Funciona el halago y dar lástima no falla. Pero ¡los besos para mí eran de verdad! Hay miles de noteros que se dieron besos, pero de verdad me pongo nerviosa. Me pasó con Nicolás Pauls, por ejemplo".
Espacio compartido

Girón y Barassi destacan el trabajo fundamental de los camarógrafos y confirman que el éxito de una nota en gran parte depende de ellos, porque muchas veces detectan cosas que a uno se le escaparon. Además, cuentan que existe camaradería entre noteros. "Hay una fraternidad gremial, si se quiere -apunta Girón-. No me tocó tanto porque cubro informes, pero hay camaradería, buena onda y un código tácito. Somos todos remadores. Entre remadores, nos respetamos". Barassi, más serio ahora, también comparte su experiencia: "Terminás teniendo un vínculo. Al principio no entendía los códigos y me costó entrar, porque es un mundo aparte. Ahora es gente amiga, con la que compartimos nuestros propios premios: los Pelusa. Me encanta hacerles la vida imposible a los nuevos -dice, y suelta una risotada de malvado-. Después aflojo, como a los tres meses".
Así, como otros, pivotean entre la calle y el estudio y, con el tiempo, "piden piso". Sueñan con integrar definitivamente un panel o, incluso, conducir un programa. Tal vez sólo sea cuestión de tiempo.

DIXIT
"La improvisación es permanente. Es actuación: escuchar y devolverle al otro."
Srta. Bimbo
"Jamás pensé que iba estar en la TV: soy gordo, gangoso, transpiro y tengo 200 tics"
Diego Barassi
"En la calle, aunque esté todo preparado, nunca sabés con qué te vas a encontrar"
Nacho Gironi

EL SEMILLERO DE LA CONDUCCIÓN

Andy Kusnetzoff
Comenzó su carrera como movilero de CQC , donde brilló con su estilo audaz y divertido, y fue uno de los primeros noteros bilingües de la pantalla chica. Entrevistó con ironía manifiesta a famosos de diferentes lugares del mundo. Más tarde, condujo programas como El bar , Argentinos por su nombre y Zoom . Conduce su ciclo radial Perros de la calle , por FM Metro.

Ernestina Pais
Inició su carrera como movilera en La Biblia y el calefón , el ciclo de Jorge Guinzburg, junto a quien más tarde trabajaría como conductora de Mañanas informales . En 2009, fue la primera mujer en conducir CQC (que ahora también tiene su primera movilera) y encabeza Un día perfecto (de lunes a viernes, de 7 a 10), junto con Osvaldo Bazán y Carlos Belloso, por FM Metro.

Daniel Malnatti

Otro de los destacados noteros de CQC . Abogado, se especializó en perseguir a referentes de la política nacional e interpelarlos con preguntas agudas, perspicaces. Fue columnista de Telenoche y hoy conduce Argentina desde adentro (TN), ciclo en el que viaja por diferentes lugares del país y describe "qué queremos, qué tenemos, qué nos falta", según rezan sus publicidades.

Ronnie Arias

Hizo de todo un poco antes de alcanzar la fama como notero de Kaos en la ciudad , el ciclo de Juan Castro: fue fotógrafo; estudió cine; transitó la actuación en el teatro off; trabajó como productor y escribió guiones para diferentes programas. Más tarde, siempre con desparpajo y histrionismo, integró como cronista y notero a La liga , y se sumó a Mañanas informales .
Clemente Cancela

Otro de los valientes muchachos-de-negro; fue cronista y notero en el ciclo durante nueve años. Se destacó por hacer "temblar" a referentes de la política local, aunque entrevistó con igual soltura y agilidad a figuras de diferentes ámbitos, local e internacional. Ahora conduce, junto a Martín Lipszyc, Gente sexy , por FM Blue. Participa de videos musicales, ficciones de TV y hasta de películas.