Norma Isabel Creazzo: "Spree Killer intelectual"
La historia de la múltiple asesina que planeo hacerse millonaria a fuerza de la sangre de su patrón, su marido y su amante y que un día desapareció para siempre.
Dentro de las variedades de homicidas múltiples, el Spree Killer, responde a la variedad, que podríamos definir como el individuo que lleva a cabo un raid criminal: varios homicidios en distintos lugares y en un mismo hecho. Se trata entonces de aquel que por un elemento disparador, premeditado o precipitado, mata a una persona y luego no se detiene hasta terminar con todos los eventuales testigos que lo pueden complicar.
Cuando existe una concatenación entre los homicidios, en sitios diferentes, lo que llamamos una saga criminal, el patrón es similar. Habiendo sido el hecho central una muerte, nos hemos encontrado con casos en que, al final de los eventos, tuvimos varias víctimas.
El 29 de agosto de 1986, en un camino lateral a la Ruta 41, de la localidad de Monte, distante a 100 kilómetros de Buenos Aires, era hallado el cadáver del estanciero Miguel Ángel Pando en una camioneta Toyota. Había muerto producto de dos disparos de calibre .45.
borradaPando, un hombre acaudalado, depositaba toda la confianza, en sus movimientos financieros, en su secretaria Norma Isabel Creazzo.
Pando ignoraba que Norma había aprendido a imitar su firma lo que le permitió varias veces cobrar cheques del estanciero y colocar el efectivo, por cortos periodos de tiempo, a producir en mesas de dinero.
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La voracidad económica de Norma llegó hasta tal punto, que ideó un plan macabro, para lo cual contaría con la colaboración de su marido Guido Di Camilo y fundamentalmente de su amante Dario Lutz, individuo con frondoso prontuario. Lutz fue el encargado de contratar a dos sicarios, Héctor Torrente y José Pacce, ellos fueron los encargados de matar a Pando.
La muerte de Miguel A. Pando generó una gran conmoción y tuvo una amplia cobertura mediática, por lo que Norma ordenó esconder a los dos pistoleros en un chalet alpino, que había comprado en la calle 3 y 31 de la localidad de El Marquesado, muy cerca de Miramar, con el mandato estricto de no comunicarse con nadie; a partir de allí comenzó a vaciar las cuentas del muerto, hasta una cifra de más de un millón de dólares.
Norma había logrado su propósito de enriquecerse, pero tenía atrás a la Policía de la Provincia de Buenos Aires que investigaba el homicidio y a la Policía Federal que estaba recibiendo denuncias por irregularidades financieras de los movimientos de Pando, que en realidad eran de su autoría. Tarde o temprano algún policía tocaría a su puerta, por lo que debía acelerar la conclusión de su plan. Obtuvo su pasaporte, que según consta en el formulario de solicitud en la Policia Federal, era para viajar a Colombia.
En El Marquesado, aguardaban Pacce y Torrente para cobrar los 30.000 dólares que representaban sus honorarios por la muerte de Pando. Norma envió a su marido y a su amante, con la misión de matarlos. Una noche, Lutz, armado con una pistola de calibre .22, acertó dos disparos en el cráneo a cada uno, mientas eran entretenidos por Di Camilo que les exhibía unas revistas pornográficas. Los dos sicarios murieron en el acto y fueron enterrados por Lutz y Di Camilo en la parte trasera de la casa, construyendo luego un piso de cemento sobre la sepultura criminal. Cerraría así un crimen perfecto.
borradaLo que el trio ignoraba, es que Pacce y Torrente, habían roto el pacto de incomunicación y se habían reunido en Miramar con un compañero de fechorías a quien enteraron del contrato de homicidio. Detenido éste por verse involucrado en una banda dedicada a la sustracción de automotores, comenzó a desenvolverse el ovillo.
borradaFueron detenidos Di Camilo y a Lutz y ambos fueron condenados a prisión perpetua por homicidio doblemente agravado.
Norma Isabel Creazzo, el cerebro de la operación criminal, salió de Argentina con el dinero mal habido y destino incierto ya que nunca ingresó a Colombia. Jamás fue hallada.