DOLAR
OFICIAL $816.08
COMPRA
$875.65
VENTA
BLUE $1.18
COMPRA
$1.20
VENTA

Norita Dalmasso: ¿El primer gran crimen del narcotráfico en la Argentina?

Seguimos mil pistas desde entonces y ésta es la primera que cierra a la perfección. No hay crímenes perfectos, hay investigaciones mal hechas, o impunidad.

La Justicia de Córdoba -más precisamente la de la localidad de Río Cuarto- hizo todo lo que hay que hacer para sellar la impunidad de un asesinato cruel y despiadado.  Y hoy la causa sobre la muerte de Nora Dalmasso de Macarrón quedó a fojas cero. Y así será por los siglos de los siglos. Ningún político se atrevió a pedir juicio político a quienes consintieron que los autores materiales e intelectuales del crimen de Norita sigan libres. Algunos sabían porqué no había que meterse con ese tema.

Hoy lo revela DiarioVeloz en primicia para todos sus lectores.

Estábamos hablando con quien fuera el número uno en tema de narcotráfico en la Argentina, lógico que no revelaremos su identidad.

Nos explicaba la historia del grupo rosarino "Los Monos". Ellos comenzaron siendo los fleteros del narcotráfico, por eso la flota de auto que tenían. Trabajaban para un grupo poderoso, que sabía cómo transportar droga. En lugar de enviar un cargamento de 100 kilos a un destino en un solo  viaje, lo hacían en diez, fraccionando la carga para el caso que si caía uno de los transportes no se perdiera todo el cargamento. Pero en lugar de pagar el flete con dinero, lo hacían -algo muy común en el mundo de la droga-, en "especies". O sea, pagaban con cocaína. Y ahí fue cuando esa banda de remiseros se metió en el negocio hasta crear ese pequeño imperio donde lo que más se trafica es la muerte.

Y la revelación llegó con una pregunta que nos hizo el experto ya retirado: "Ruso, ¿cuál fue la primera víctima importante de los narcos?".

Decenas de nombres se nos cruzaron por la mente, pero nunca el de la historia que nos contó. "La primera muerte que tuvo repercusión hasta internacional, fue Norita Dalmasso", respondió ante nuestra duda.

Y la historia cierra como nunca antes.

Cuando Norita le dijo a Marcelo Macarrón que iban a divorciarse y quería como bienes gananciales la mitad de  todo lo que estuviera a su nombre, sabía que parte de lo que administraba el médico no le pertenecía. La duda es si sabía el origen verdadero de bienes que se calculan en más de 15 millones de dólares.

Una mente bastarda hizo rodar versiones inmundas sobre la vida íntima de esa mujer.  Hasta se imprimieron remeras con la leyenda "Yo no me acosté con Norita". En su aparición pública llegado desde Punta del Este (donde supuestamente estaba el día y la hora del asesinato, en un torneo de golf), Macarrón dijo públicamente que perdonaba todo lo que hubiera realizado su mujer en vida. El mismo hombre que tuvo dos hijos con Norita es como que daba crédito a un rumor indigno. Porqué aun habiendo tenido relaciones extramatrimoniales ("nadie escapa a dos cosas en este mundo: los cuernos y la muerte", dice una voz popular), la campaña de descrédito montada contra la víctima era por demás aberrante como para suscribirla.

Pero lo que nadie dijo en su momento, es que Macarrón no administraba bienes de funcionarios corruptos, sino de ganancias fabulosas salidas del mundo narco.

Río Cuarto es uno de los cinco más grandes productores de maní del mundo.  Sus exportaciones y las regalías que produce son excepcionales y hacen de esa localidad cordobesa casi un paraíso en la provincia mediterránea.

El secreto nunca dicho es que muchas bolsas para exportación estaban lo que se llama en la lucha antidroga "preñadas".  Entre las toneladas de maní que salen para todo el mundo, se infiltraban cargamentos de cocaína que en el destino final la recogían los compradores. Una de las rutas que seguían esas exportaciones era de puertos argentinos al de Santos (Brasil), y las bajaban en Alemania.

El maní es una leguminosa fuente natural de proteínas y grasas instauradas, previene varias enfermedades incluso la diabetes. Los países con mayor cultura alimentaria la consumen en pasta, que también se consigue en la Argentina aunque nadie hace campaña en sus resultados benéficos para la salud.

El mundo narco siempre está a la avanzada en saber cómo transportar drogas al exterior sin ser sospechado. Participar en el embalaje del maní fue parte de la estrategia. Eso también les reportaba ingentes ganancias, pero al venir de una actividad ilícita debían ser administradas en el mercado negro, o con la ayuda de testaferros de honorabilidad social a toda prueba.

El perfil de Marcelo Macarrón en la comunidad de Río Cuarto era intachable. Y acumular bienes con una actividad médica a nadie le llama la atención, aunque tuviera un simple consultorio y no un lujoso hospital.

Cuando Norita le dijo que al divorciarse quería la mitad de todo, estaba poniendo la cabeza en la guillotina, quizás sin conocer el origen de ese "todo" que ella reclamaba.

Los reclamos por división de bienes en la Justicia son inexorables, ningún juez pregunta por el origen de los mismos, sólo falla dividiéndolos entre ambas partes cuando se divorcian.

Macarrón debió haberle avisado a esa gente lo que estaba por ocurrir con su mujer, y ellos actuaron en consecuencia de la única forma persuasiva que conocen, eliminando a quien molesta o puede dejar al descubierto el montaje de su red de administración de dinero.

Después lo que todos conocen,  el fiscal Javier Di Santo hizo lo imposible por investigar mal.

Puso en la mira a un "perejil" -el albañil Zárate- a quien salvó de la hoguera las puebladas de la gente que no se tragó el sapo. Después -como advirtiéndole a Macarrón padre que no se le ocurriera abrir la boca-, hasta imputó al hijo crimen y violación. A Di Santo no le preocupó que ese chico llevara de por vida el estigma de haber sido detenido por la presunta violación y asesinato de su propia madre. ¿Que había muestras genéticas del joven en la casa de la madre? Es tan estúpida la respuesta como la acusación misma.

Aunque a Norita no le llegue la Justica de los Tribunales, al menos ahora todos pueden saber cuál fue la causa que motivó su crimen.